¿Qué harías si estuvieras enamorada de tu hermano adoptivo?
Kira Moreau fue adoptada a los cinco años y desde entonces ha visto cómo su vida cambia de la noche a la mañana, pasando de una vida simple y ordenada a una vida lujosa.
Hoy, a sus veintidós años, es el rostro de las joyerías Moreau y, tras una campaña, debe mudarse a la casa de su hermano mayor, Nero. ¡Y ahí descubrirá un sentimiento abrumador que cambiará para siempre sus vidas! ¿Será que este sentimiento es capaz de superar tabúes? ¿Puede el amor vencerlo todo?
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Capítulo 1
Mi teléfono sonó por segunda vez, estaba tan concentrado en mi nueva colección que no quería parar, la persona era insistente y por el rabillo del ojo vi el nombre parpadeando en la pantalla de mi celular.
Sabiendo que no se daría por vencida hasta tener mi atención, decidí contestar.
— Hola mamá ¿todo bien? ¿pasó algo?
— ¿Tendría que haber pasado algo para que te llame? ¡Eres mi hijo, y me muero de saudades tuyas! — Dice del otro lado de la línea.
— Estaba ocupado, ¡pero ahora tienes toda mi atención doña Agnes! ¡también te extraño!
— No parece, ¡nunca vienes a visitarme! ¡ni tú ni tu hermano! ¡Pero vamos al grano que sé que estás muy ocupado!
¡Quería avisarte que tu hermana Kira pasará un tiempo viviendo contigo!
Si antes tenía el diez por ciento de mi atención ahora la tiene por completo.
— ¿Cómo?!
— ¡Eso que escuchaste, será el rostro de la nueva campaña y entonces tendrá que quedarse ahí!
Respiro hondo porque sé que el enfrentamiento será grande, cuando mi madre se mete algo en la cabeza difícilmente se le quita, ¡pero esto que me pide está totalmente fuera de discusión!
— ¿Por qué en mi casa? Podemos alquilarle un apartamento, será mejor así, no interrumpe mi rutina, ella tendrá la libertad que necesita…
— No voy a dejar a mi hija sola lejos de casa, ¡si puede quedarse con su hermano!
— ¡No soy ninguna niñera!
— ¡Y ella no es ninguna niña, no necesita niñera!
No te niegues, me quedaré más tranquila sabiendo que está contigo.
Intento cambiar de táctica, a fin de convencerla de que esta es la mayor locura de su vida.
— Mamá, entiendo tu preocupación, Kira nunca salió de tus alas desde que llegó a nuestra casa, pero mira, tengo una prometida que siempre está en el apartamento y tenerla ahí me quitará mi libertad y la de Camille. ¿Por qué no la dejas con Nico? ¡ellos se llevan súper bien y tienen prácticamente la misma edad mental jajaja!
— Nero, me hiciste una pregunta y la respondiste, ¡por el motivo obvio! ¡Nico no tiene responsabilidad ni consigo mismo quien dirá con Kira! Sin contar las incontables mujeres que deben circular por su apartamento, ¡él no es ni de lejos ejemplo y mucho menos ambiente para una niña de veinte años!
— Ella ya es una mujer, mamá, de veintidós años, ¡tienes que dejar de tratarla como a una niñita de cinco años que llegó a nuestra casa asustada!
— Ella estará regresando después de diecisiete años a una ciudad que le trajo tantas pérdidas y traumas, ella misma quería fotografiar toda la colección aquí mismo en Nueva York pero eso está fuera de discusión. ¡No sé por cuánto tiempo estaré aún en este plano hijo y solo me quedaré en paz sabiendo que tu hermana sabrá lidiar con el mundo allá afuera!
¡Me paso las manos por el cabello, estresado!
¡Nunca ganaré esta batalla y ya lo sabía en cuanto me atreví a entrar… solo me queda aceptar!
— Ok mamá, ¿cuándo llega?
— Llegará al final de la semana, ¡hijo muchas gracias! ¡Que sepas que mi corazón de madre estará más tranquilo sabiendo que ella está a tu cuidado y protección! Ahora necesito dejarte trabajar, ¡siempre es un placer conversar contigo! Te amo.
— ¡También te amo Agnes!
Cuelgo el teléfono y empujo la silla hacia atrás relajando el cuerpo, si estaba concentrado en los detalles de las joyas que tenía delante ya no me acuerdo.
Mi atención se centra toda en algunos años atrás cuando mi madre llegó a casa con una niñita asustada de grandes ojos azules y cabello castaño.
Los recuerdos me invaden y es como si hubiera sido transportado a ese momento…
— Nero, Nico ella es Kira y a partir de hoy será su hermana…
— Pero si ya es grande…
Nico cuestiona extrañado de que una hermana de ese tamaño llegue ahora.
— ¡Dolores lleva a Kira a conocer su habitación mientras yo converso con los niños!
Mi tía sale con ella sujetando sus manitas y entonces mi madre nos conduce al sofá de la sala.
— Nero, Nico la pequeña Kira es hija de Beatrice…
— ¿Nuestra cocinera? — Pregunto dudoso.
— Sí, lamentablemente nos hemos enterado de que falleció hace algunos días y Kira estaba en un orfanato.
— ¿Dónde está su papá? ¿Por qué no cuida de ella?
¡Pregunto lo obvio!
— Ustedes dos ya tienen edad suficiente para entender entonces, les diré la verdad. Beatrice trabaja con nuestra familia hace años, la vimos descubrir y gestar a la pequeña, la ayudábamos con la escuela y como podíamos por el excelente trabajo que hacía con nosotros. Kira no tiene papá…
— ¿Entonces cómo se embarazó su mamá?
Nico cuestiona y yo me río.
— ¡La cigüeña la trajo bobo!
— ¡Nero! ¡No le hables así a tu hermano!
Nico hijo mío, el padre de Kira no la quiso lamentablemente y como Beatrice no tenía ningún otro pariente ¡ella fue para un orfanato, por gratitud y por celo decidí adoptarla!
Vamos a cuidarla y darle amor, para que no extrañe nada ¿ok?
— ¡Sí señora, ¿puedo salir ahora? ¡Tengo una fiesta en casa de Luigi!
— Puedes Nero, ¡juicio! ¡No olvides que todavía tienes quince años y tienes hora para volver!
— ¡Ok!
Me levanto y salgo de casa dejando a Nico lleno de cuestionamientos con mi madre, yo solo quería disfrutar la fiesta en la piscina y no preocuparme por una mocosa en ese momento. Habíamos perdido a nuestro padre en un accidente hacía poco tiempo y todo estaba patas arriba, como si no bastase mi madre inventa traer una niña a nuestras vidas a fin de curar el agujero que papá dejó.
Salgo de mis pensamientos con la llamada en la puerta.
— ¡Adelante!
Sabine, mi secretaria aparece para que revisemos la agenda de la semana obligándome a volver al trabajo.
Nero Monreau, 32 años
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¡Muy bueno tenerlas(los) aquí nuevamente en una aventura más!
Esta historia está siendo escrita conjuntamente con mi amiga Andréia.
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