Dylan Volkova
Sophia sin recordar exactamente lo que ocurrió, se deberá enfrentar al desprecio, la sospecha y el dolor de la familia de su esposo, la cual la cree la responsable de su desaparición y posible muerte.
Sorprendidos porque jamás se enteraron de su boda, y con el corazón destrozado tras lo ocurrido, harán lo posible para descubrir la verdad. Por eso, para mantenerla vigilada, y saber lo que pasó, su cuñado la obligará a estar a su lado, aun cuando sea vivir el mismísimo infierno en la tierna.
¿Qué fue lo que pasó en realidad?
¿De verdad ella tuvo algo que ver con la supuesta muerte de su esposo?
NovelToon tiene autorización de Yance para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Mía y Mío, Otra Vez
La pareja se volvió a besar nuevamente, la fricción de sus cuerpos impulsó a adoptar un ritmo más frenético. Sus bocas estaban húmedas se saborean entre si, se detuvieron a tomar aire y nuevamente como un iman se atrayeron.
Los esposos se estaban dando su tiempo para conocerse en la intimidad, todo era diferente de como ambos lo imaginaban.Ternura sin brusquedad, despacio sin apresurarse, tímidos, no violentos.
"Imagínate las cosas que haremos" Dijo casi en un susurro el hombre.
"No quiero imaginarlo, quiero saberlo" Dijo Sophia en una descarga involuntaria de su cuerpo al sentir su miembr* apuntando en su abdomen.
"Lo sabremos, pero no bastará una vez, ni dos, no seas presurosa" Dijo Dylan con una voz febril levantando los brazos de la mujer encima de cabeza sacando su blusa satinada, dejando a la vista sus bellos pechos.
Sophia cerró sus ojos, sintió erizar su piel, si su esposo seguia siendo tan lento pronto moriria en sus grandes brazos, la forma de acariciarla, le daba la sensación de ser consentida y admirada a la vez.
Dylan se levantó, despues tomó las dos prendas siguiente por los lados deslizando todo juntamente a lo largo de las piernas de su esposa.
La linda chica se sintió vulnerable, estaba desnuda y los ojos de su esposo la miraban con lujuria, la mujer busco sabanas para esconderse, pero el ruso emitió un sonido junto a su oído como un gruñir.
Se levantó nuevamente y desabrochó el botón de la pretina, corrió la cremallera bajando sus pantalones y luego sus calzones.
Sophia apreció el tamaño, no podia creer que ebria lo había llevado a su boca, era una desvergonzada.
"¿Mirada lujuriosa señora Volkova?" Preguntó Dylan.
"Lo siento, es la segunda vez que veo un hombre desnudo" Dijo Sophia cerrando los ojos mientras sentía como el hombre se incorporaba encima.
Dylan hizo un mapa de besos en el cuerpo de la rubia, beso todo cuanto pudo, enterró por segunda el rostro entre sus piernas, dando lamidas magníficas y únicas provocando descargas eléctricas que hacía que los dedos de sus pies se retorcieran entre las sabanas, cuando regresó a su boca saboreó su propia escencia, la bella mujer agarró con una mano entre sus cuerpos el falo del ruso y lo acarició hasta que al hombre se le entrecortó la respiración.
"Cariño, no lo soportaré más, te quiero dentro de mí" Suplicó la rubia.
El ruso había logrado su cometido deseaba que ella lo pidiera y el moría por volver a estar dentro, abrió sutilmente las piernas de la rubia y se fue deslizando, Sophia sintió una pequeña molestia, pero estaba demasiado excitada para concentrarse en eso y no en la belleza monumental que la hacía suya una vez más.
"Mía otra vez"
"Mío otra vez" Imitó.
El ruso entrelazó sus dedos con los de su esposa por encima de la cabeza, las primeras embestidas fueron suaves, luego se tornaron más fuertes emitiendo ruidos desesperados y ambos gimiendo como si doliera. La siguiente embestida fue tan profunda y prolongada como las otras, pero sophia no aguantó más y con dientes apretados se retorció soltando un grito desesperado que no pudo contener.
Dylan al escucharla un placer dentro de él se desbordó, el cuerpo de Sophia se arqueó, mientras el daba las ultimas sacudidas.
Ambos cayeron al precipicio en el vacío, sus miradas se encontraron por última vez y el ruso tembló al liberar su tensión.
Sophia notó una ligera vergüenza en los ojos del ruso, se veía adorable, colorado y con una mirada enternecedora solo para ella, el hombre cayó recostado introduciendo el rostro en el cuello de la rubia y esta besó la frente humeda de su esposo.
Después de unos segundos levantó su ojos verdes encantadores y preguntó "¿Cómo estás? Susurró.
"Si me odias, me has matado" Dijo Sophia con una leve sonrisa.
"Te lo dije, te dije que te demostraría cuanto de odiaba" Dijo Dylan separandose lentamente.
Sophia hizo pucheros como una pequeña al sentirlo lejos "ojalá no tuvieras que alejarte, creo que soy adicta a tu odio"
Dylan soltó una carcajada y se levantó completamente desnudo, yendo al baño, Sophia contemplo nuevamente todo ese monumento y dijo para sí misma "Tendré que acostumbrarme a esto, ¿Así de increíble es?"
Dylan se acercó nuevamente con unas toallas húmedas y empezó a limpiar a su mujer, Sophia tapó su rostro "¡Qué vergüenza!"
Dylan sonrió botó los pañitos regresó a la cama, besó la frente de su esposa, se metió debajo de las sábanas y la abrazó "No seas tímida, hace un rato disfrutabas muy..."
"¡Cállate! No lo digas ¿Cómo sabes tantas cosas? Pareces un experto, no me digas que te viste la saga de cincuenta sombras de Gray"
"¿En serio? ¿Te ex*ita esa película? Si fuera así, aún estarías atada a la cama, me parece una película irreal, en realidad no tengo tiempo, leí la sinopsis alguna vez" Confesó el hombre.
"¿Has visto por*ografia?" Preguntó Sophia haciendo círculos en el pecho del castaño.
"¿Estás decidida a averiguar de donde mi experiencia? ¿Crees que miento?"
"No, sé que he arrebatado tu pureza en una noche de copas" Soltó una risilla la rubia.
"El primer día te llevaste mi pe*e a tu boca, eso me confundió"
"Oye, pero te llevaste tu lengua ahí primero" Defendió la rubia.
Dylan soltó una carcajada "Llámalo por su nombre, pareces una niña que no puede decir palabras de grandes. Tengo dos tíos políticos, mi padre, Randy, mi hermano y Justin, esos personajes tenían conversaciones cuando bebían fuertes y escuché varias cosas, tengo algo especial, cuando escuchó cosas nunca las olvido sin importar el tiempo siempre las recordaré"
"¿Cómo sé llaman tus tíos políticos?" Preguntó Sophia, quería saber todo de él.
"El médico se llama Luka y el empresario economista Mikhail. Luka tienes dos hijas gemelas de 18 años y Mikhail tiene un hijo de 19 años y una hija de 15 años, la misma edad que tiene mi hermanita Nina. Tengo una familia numerosa, sin meter a los Phriston y Lombardi" Confesó Dylan.
"No puedo creer que tu padre también tuviera ese tipo de conversaciones"
"No, en realidad soy como él, solo escuchamos, pero ahí me enteré de secretos de mis padres que nunca imaginé, mi padre terminaba enojado cada vez que hablaban de él. Mis tíos son muy pesados y no te imaginas cuanto más, cuando se reúnen con los Lombardi y los Phriston" Negó Dylan divertido al recordar.
"¿Amas a esas dos familias?" Preguntó Sophia.
"Hacen parte de nuestras vidas, nuestras fiestas navideñas son extremadamente grandes y ellos siempre están" Dijo Dylan.
"Entonces debes enseñarme a bailar, si alguna vez voy a esas fiestas no quiero pisotearte"
"No bailo cariño"
"Bien tomaremos clase de baile juntos... Si quieres, si no las tomaré sola, tal vez me encuentre a un guapo profesor" Sonrió Sophia, viendo con el rabillo del ojo a su esposo.
"Anderson, no juegues con eso y cuando te inscribas me avisas, te acompañaré" Dijo el hombre y Sophia se sintió triunfante, había encontrado el talón de Aquiles de su esposo.
"Mi amiga Florencia es una pequeña zorra, su vida sexual era muy activa y cada vez que tenía una conquista detallaba sus historias y yo tomé nota como tú" Sonrió la bella mujer.
"Otro día me dices lo que anotaste en tu cuaderno y lo que hacías al recordarlo en tu soledad ¿Vale?" Propuso el castaño cerrando los ojos.
"Señor Volkova usted es un pervertido ¿Me escuchó?"
"No me digas esas cosas mientras estoy desnudo o no saldrás de la cama por una semana" Advirtió el hombre.
Sophia se acurrucó en su pecho y cerró sus ojos "Te odio Dylan" Musitó la mujer.
"El sentimiento es mutuo" Desplegó una sonrisa el ruso.