Juliet ha reencarnado en Rosalie, quien ha estado casada con el Marqués Paul, un hombre que le ha sido indiferente por 4 años, hasta que un día trae a casa a Aina, le mujer que siempre ha amado y la hace su concubina, pero Rosalie ya no es la misma y hará lo posible por librarse de ese matrimonio, para no convertirse en la villana de la historia.
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capítulo 17- compromiso
Rosalie miraba atentamente el pequeño sobre blanco decorados con un diseño de flores, sabía lo que era, una invitación para el compromiso de Paul y Aina; dejo salir un suspiro, no sabe si fue Paul quien lo envió o quizás la reina para burlarse, no, la reina no sabe donde vive ahora, así debió de ser Paul.
- ¿piensa ir?
- no estoy interesada, si voy, dirán que estoy ahí para arruinar la noche y si no voy, dirán que sigue resentida.
Rosalie se dejo caer con el rostro sobre el escritorio mientras se queja, hasta que le avisan por el mayordomo que alguien ha ido a buscarla, dejo todo para ir hasta la sala de invitados, no tenía idea de quien puede ir a verla a esa hora, pero se queda de pié junto a la puerta al ver de quien se trataba, era su albino papucho dios de los caballos, se veía tan espectacular que parecía brillar. Cerro la puerta rápidamente y sonrió de manera pícara.
- sabía que desde esa noche, volverías a mi, chikistrikis.
Vincent levanto una ceja algo confundido debido a la manera de llamarlo, pues no sabe que significado tenga. Solo hizo una leve reverencia.
- escuche que te habías divorciado.
Rosalie le hace una seña para que tome asiento y ella hace lo mismo en el asiento de frente.
- así es, estoy libre para ser tuya.
La chica le hace un guiño, pero el albino desvía la mirada mostrando una leve sonrisa, pues esa idea no le molesta.
- ejem...en fin ¿por qué ha venido? ¿Ha pasado algo con los chicos?
- ellos están bien, se han quedado en el ducado y Jonh esta en la finca de su familia.
- me alegro, espero no le moleste si decido ir a visitarlos. Son buenos chicos, debería llevarles cerveza.
- es bienvenida cuando guste. Pero vine aquí para invitarla a ser mi acompañante.
Vincent le entrega el sobre donde viene la invitación para el compromiso de Aina y Paul, Rosalie lo observa, seguramente para el albino debe ser difícil poder ir a esa fiesta por los sentimientos que guarda hacía Aina, vaya descaro el de esa chica invitarlo.
- no tengo problema con acompañarlo, pero ¿esta seguro que quiere ir?
- si, Paul es mi amigo. Aunque no se si usted este dispuesta a ir, Paul fue su esposo por cuatro años.
- pero no hay sentimientos de por medio, así que yo estoy bien, mi vida es mejor ahora.
- entonces la espero, vayamos juntos.
- de acuerdo, hay que divertirse y no me culpes si te manoseo.
La chica se pone de pié y se va de la sala para prepararse, la rabia que le dará a Tabatha cuando la vea entrar con ese potro sexy, el cual ella codicia para casarlo con su hija pero nunca pasara. La noche había llegado y los invitados empezaban a llenar el salón de fiesta del palacio, conforme iban llegando eran anunciados, el rey y la reina estaban en sus tronos, había un asiento a lado de la reina, en el cual estaba Aina, mientras que del lado izquierdo del rey, habían tres mujeres más, las únicas concubinas, aunque el rey nunca tuvo interés en ellas y son solo formalidad el haberlas aceptado, pues con ninguna tuvo hijos.
Tabatha quien veía a tantos nobles llegar, estaba feliz, su hijo sería el centro de atención en esa noche especial donde sería oficial su compromiso con la princesa legítima. Con Tabatha estaba su esposo, un hombre de mediana edad, casi calvo pero de mirada severa, también venía con ellos su hija, Carlota Leroux, que aunque no tenía casi nada parecido a su madre físicamente, en su manera de ser era casi igual, arrogante y menospreciando a otros, su objetivo siempre ha sido ser alguien importante en la sociedad, por eso siempre le insiste a su padre que consiga un compromiso con el Duque De Angelis, siendo este importante y cercano a la familia real.
Carlota busca con la mirada a Vincent, pues esta segura que asistirá al compromiso, pues aunque no le guste, sabe que la ahora princesa es muy amiga del Duque.
- El Duque Vincent De Angelis esta entrando, acompañado de Lady Rosalie Rossetti.
De inmediato todos dirigieron sus miradas hacía la entrada, sin duda era la mismísima Rosalie quien entraba del brazo de Vincent, incluso Paul estaba sorprendido, no esperaba que ellos en realidad fuesen cercanos. Pero Tabatha y Carlota, estaban furiosas de ver esa escena; las mujeres cercanas de Rosalie se acercan para saludar de inmediato, intrigadas por su acompañante.
"Lady Rosalie, nunca nos dijo que era amiga del Duque De Angelis"
"Que bien se ven juntos"
"Es un gusto poder saludarlo Duque"
"Pronto haré una fiesta, espero ambos vayan juntos"
- gracias, si el Duque tiene tiempo con gusto lo llevo.
"Ay pero bien guardado tenia que eran amigos"
- nos conocemos hace un tiempo y amablemente el Duque se ofreció a ser mi acompañante hoy.
- así es, además es una fiesta importante para el rey, no podía faltar.
La platica continuaba, la reina podía ver como ambos acaparaban la atención, más que su propia hija. Aina se había bajado de su asiento y fue pasando entre la multitud para saludar a Vincent.
- Duque, me alegra que haya venido.
Estaba por acercarse más, pero Vincent sostiene a Rosalie del hombro, mientras la mira con seriedad.
- princesa Aina, felicidades por su compromiso, espero el marqués y usted sean felices.
Rosalie hizo una reverencia y mostró una sonrisa ante Aina, demostrando que para Rosalie, no había ningún rencor hacía la chica que ahora es la prometida de su ex esposo.
- se lo agradezco lady Rosalie...
- felicidades princesa, le deseo lo mejor.
Vincent muestra una leve sonrisa, pero Aina puede notar que él está siendo demasiado serio con ella, cuando antes era más atento y amable, el rey se había puesto de pie llamando la atención de todos, de ese modo, pidió a Aina volver y Paul se acerco con ella; el rey comienza con una breve platica, para así anunciar oficialmente el compromiso de ambos jóvenes, Rosalie esperaba ver algún tipo de decepción en el rostro de Vincent pero no hubo nada de eso, se veía tan tranquilo, después del anuncio, la fiesta continuó, Vincent se quedo hablando con otros nobles y Rosalie salió al balcón a tomar algo de aire fresco, cuando no tardo mucho en tener ante ella a Tabatha y Carlota.
- vaya zorra que resultas ser, rondando al prometido de mi hija.
- ¡oh! Así que el Duque es el supuesto prometido, ay por favor, se ve que ni la sombra le ve a su hija.
- ¿que? Escucha bien, más vale que te alejes, además nisiquiera tienes un título noble, no eres nada para el Duque.
- así es, el Duque se va casar conmigo, así que olvídate de él, nisiquiera eres nada comparada conmigo.
Rosalie rodó los ojos por las palabra tan absurdas de ambas.
- por lo visto a madam Tabatha le gusta ser humillada por mi. No ha tenido suficiente con ser la loca del pueblo, ahora quiere que su hija también sea vista como loca.
- ¿que dices? Te haré pagar por tus palabras.
Carlota se veía molesta, parece que ella también es fácil de provocar como su madre.
- escucha, mejor vete de esta fiesta y si sabes lo que es mejor para ti, no volverás a ver al duque.
- lo siento pero vine con Duque y me voy el Duque...
Ambas mujeres se veían bastante enojadas, Carlota se acerca más a Rosalie, pero antes de poder hacer algo, Vincent las interrumpe.
- aquí estabas. Señoritas, lamento interrumpir, pero el baile iniciará.
- Duque, podría concederme una pieza.
Pregunto Carlota de manera tímida, pero el Duque negó y solo sujeto la mano de Rosalie para sacarla de ahí, era muy obvio que esas mujeres la estaban molestando.
- no te preocupes querida, deja que disfrute, el Duque obviamente solo se esta divirtiendo con ella, debe verla como lo fácil que es ahora que esta divorciada.
- claro madre, debe de ser eso.
Ambas ríen un poco, aunque a Carlota si le enoja el hecho de que el Duque le haya rechazado el baile y ahora mismo, Rosalie es el centro de atención al verse bailando con el Duque, pues los prometidos, ya habían bailado su primera pieza. Paul puede ver que Rosalie sonríe como nunca lo hizo mientras baila con Vincent y Aina aprieta las manos en su vestido al ver al albino y a Rosalie bailando a gusto.