terminada
Bella es hermosa.
Bella es inteligente.
Bella es sexy.
Bella es deseada.
Bella es amada.
Bella solo tiene que creerlo.
Derechos de autor reservado
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Capítulo # 17
Estuvieron casi tres horas en la playa disfrutando del agua del mar, ellos no se dieron cuenta pero fueron el centro de atención, una pareja hermosa que se divertían como niños mientras se mostraban afecto besandose de vez en cuando, además que eran muy guapos ambos. Las mujeres miraban a Robert admirando sus músculos y envidiando a Bella, y con los hombres era lo mismo, la chica no era delgada y esbelta cómo otras mujeres, pero tenía una hermosa figura que cualquier mujer envidiaria.
Se marcharon de la playa agarrados de la mano y subieron a su habitación, se dieron un baño y después fueron al Spa dónde disfrutaron de relajantes masajes y tratamientos para la piel.
- ¿Qué te parece si vamos a cenar y después salimos a un bar o algo así? - propuso Robert mientras entraban a la habitación.
- Suena genial.
- Muy bien.
Minutos después ambos estaban listos. Robert vestía un suéter tipo polo de color negro, un saco de azul oscuro al igual que los vaqueros y unos tenis blancos, se peino un poco más juvenil de lo habitual. Bella eligió una minifalda de color rojo talle alto, un crop top negro, un chaleco negro con estampados de rosa rojas, unas sandalias negras. Maquillaje de noche no tan cargado, ella no sabía maquillarse mucho, siempre era Ariana quien lo hacía, lo combinó con un bolso de mano dorado, también, unos aretes y gargantilla dorados, con una pulsera y reloj del mismo color.
Robert sonrió y movió la cabeza de un lado a otro.
- ¿ Que voy hacer yo con esta sexy novia que tengo ? - comento haciendo que Bella sonriera. - Vamos hermosa. - digo y le ofreció su mano, la cual Bella tomo
Después de disfrutar de una deliciosa cena, se fueron a una discoteca, dónde se encontraban ahora disfrutando de un trago y la música.
- Vamos a bailar. - dijo Robert colocándose de pie y extendiendo su mano, Bella se terminó de tomar el trago y tomo la mano de su novio, caminaron hacia la pista y comenzaron a bailar al ritmo de la música.
- ¿Cómo la has pasado hasta ahora? - cuestióno él.
- ¿No es obvio? Ha Sido genial todo. - respondió ella. - Gracias por confabular con Ariana.
- De nada, lo que sea para hacerte feliz, me encanta ver esa sonrisa en tu rostro. - dijo sonriendo con dulzura
- Y a mi me encanta cuando me dices esas cosas tan dulces. - comento ella, ambos juntaron su labios dándose un beso apasionado.
Siguieron bailando por varios minutos hasta que ella pidió descansar, pidieron otros tragos se mantuvieron sentados disfrutando de la compañía del otro.
- Voy al baño. - dejo Bella mientras se levantaba.
- Te acompaño a la puerta. - dijo este y se levantó, no iba a dejarla sola en aquel lugar, estaba a reventar y las miradas de varios hombres estaban sobre ella. Bella asíntio, ambos caminaron hacia el baño de chicas, ella entro al lugar mientras que él se quedó a unos cuantos pasos esperándola.
Bella se metio a un cubículo a desocupar su vejiga, segundos después una chicas entraron al lugar.
- ¿Viste al bombón que está afuera? - cuestionó una chica de voz chillona. ( chica 1)
- Sí, está delicioso. - hablo. otra chica. ( Chica 2)
- Si ese hombre es espectacular, Lastima que ya está ocupado. - se escuchó la voz de otra. ( Chica 3)
Bella sospecho que hablaban de Robert
- ¿ Y qué acaso no viste con quién está? - cuestionó una de ellas ( chica 1) - Esa mujer no es para él,
- ¿ Por qué dices eso? ¿Quién es la chica? - cuestionó una de ellas( chica 2)
- Una pelirroja, pero el caso es que es una gorda. - exclamó la chica de la voz chillona. ( chica 1)
Bella sintió formarse un nodo en su estómago.
- ¿¡Qué hace semejante bombón como ese con una ballena como esa por Dios!? - volvió a decir la chica riendo.
Bella sintió que iba a llorar, ¿Así los veían los demás? Él, un hombre guapo al lado de ella, una gorda sin gracia.
- Pues esa gorda tiene más culo, tetas y piernas que tú, ¿Acaso no viste como se la quedaban mirando los hombre? Se la comían con los ojos, Ya quisieras, tú, tener ese par de piernas, por eso te matas dos horas en el gimnasio todos los días, ¿no? - hablo la tercera chica. - La chica es Bellísima, y pienso que hacen una muy linda pareja, un hombre enorme como ese necesita un mejoren como ella no a una enclenque cómo tú, no creo que le aguantes el voltaje. - dijo causando que la otra chica se riera.
- Eres una idiota. - se quejo la primera chica.
- Y tú una arpia envidiosa.
Ninguna de las tres chica dijo nada más, hicieron sus cosas en silencio y se marcharon, Bella salió del cubículo, lavo su manos, se las seco y luego se miro en el espejo, las palabras de la chica que la defendió resonaron en su cabeza, luego las de su amiga que siempre le decía que era hermosa y sexy, por último las palabras y miradas de Robert. Sonrió y respiro profundo, salió del baño y miro a su novio quien la esperaba en el mismo lugar que lo dejo, ella se acercó a el y lo abrazo por la cintura.
- Nos vamos. - propuso, Robert la miro preocupado, pero al ver tranquilidad en los ojos negros de su Novia se calmo.
- ¿ Por qué, pasó algo? - cuestionó él.
- No, nada, es solo que ya quiero irme. - dijo y se aferró a su cintura, luego se empino un poco. - Quiero estar a solas contigo. - dijo con voz coqueta. Robert la miro por varios segundos, algo había cambiado en la mirada de su chica, no sabía que, pero ahí estaba, un brillo extraño, bueno el también quería estar a solas con ella, así que accedió.
El camino al risort fue en silencio, el la miraba de vez en cuando y ella le sonreía. Llegaron a la habitación y está corrió hacia su ropa, tomo algunas cosas y se metió al baño, Robert dedujo que era su pijama, tras varios minutos ella no salía del baño así que se preocupo.
- Bella, ¿estás bien? - cuestionó.
- Sí, ya salgo, dame unos minutos. - respondió ella, él asíntio y camino hacia la ventana, contemplando el paisaje nocturno.
Bella se miro en el espejo del baño y mordió su labio, durante el camino hacia el risort se sintió muy valiente y decidió hacer esto, pero ahora no estaba tan segura, inhaló y exhaló varias veces, sentía su corazón martillar fuertemente en el pecho.
- Vamos Bella, no seas cobarde. - se animó así misma, peino su cabello por cuarta vez, se colocó frente a la puerta y tomo el pomo de esta.
- Házlo, vamos, no seas tonta. - Volvio a susurrar. tomo aire profundamente y luego lo espulso, en un impulso de valentía abrió la puerta y dió un paso hacia afuera luego el otro, busco a Robert con la mirada y lo encontró junto a la ventana mirando hacia la playa.
- Robert. - lo llamo en voz baja pero fue suficiente para que el la escuchará y girará su rostro hacia donde estaba ella.
Sucedieron dos cosas, la primera quedó paralizado al verla y la segunda, una parte de su anatomía reaccionó ante lo que su ojos veían.
Bella llevaba puesta lencería, estaba frente a él semidesnuda, luciendo sus curvas. su atuendo consistía en unas bragas de encaje color vinotinto, su corpiño era del mismo color, de escote en V, con encaje en la parte inferior de este, era un conjunto sencillo y discreto, pero la hacían lucir como la mujer más sexy del planeta
Él reaccionó y camino hacia ella. Abrió la boca para decir algo pero volvió a cerrarla, solo podía mirarla de pie a cabeza con admiración.
- Entonces, ¿Me veo bien? - cuestionó ella apenada.
- ¡Bien! - logro hablar por fin.- ¡Carajo te vez maravillosa! tanto que no sé si te quito eso que traes puesto de un tirón, o te hago el amor sin quitartelo. - dijo en voz baja mientras la tomaba por la cintura y la pegaba a él. - ¿Vas a dejar que te haga el amor Bella? Me vas a dejar demostrarte cuanto te deseo? - cuestionó susurrándole al oído. Bella sintió que su piel se erizó al sentir su aliento.
- S... sí. - respondió. Robert la miro a los ojos y acaricio su mejilla, luego junto sus labios en un apasionante beso que la dejo sin aliento. acaricio su cuerpo mientras la desnudaba, luego la llevo a la cama y se encargó de volverla loca con sus besos y caricias. Sus manos, sus labios, su lengua hacían estragos en ella, no hubo lugar para dudar o recordar palabras hirientes, en ese momento solo eran ellos dos, Robert amándola demostrándole lo que un hombre de verdad podía hacerle sentir a una mujer, demostrándole cuánto la deseaba, pero ella no se quedó atrás, quería demostrarle cuánto lo deseaba también, así que lo hizo, ella siempre había Sido un poco cohibida en ese aspecto, tal vez era porque su exnovio no le generaba confianza, pero ahora era distinto, quería ser sexy, atrevida, se colocó encima de él y comenzó a hacer lo mismo que él le había echo, beso, acaricio y lamió su escultural cuerpo, él por supuesto estaba encantado, su novia no solo era sexy también era una mujer apasionada, que se entregaba en cuerpo y alma y eso lo tenía extasiado, la piel de Bella era suave y exquisita, todo de ella le encantaba, sus pechos, esos montículos rosados cuál fresa, su abdomen, su piernas, su boca, aquel lugar tan íntimo que había probado y le supo a gloria, ¡mierda esa mujer lo iba a volver adicto a ella! No aguanto más y la tomo por la cintura, ambos giraron y quedó encima de ella nuevamente, beso su labios por enésima vez en la noche, cuando quedaron sin aliento se detuvo, se quitó de encima y bajo de la cama, camino desnudo hacia el closet, Bella no quitaba los ojos de él, Robert abrió un cajón dónde saco algo plateado, ella sonrió al saber que era, nuevamente él se subió a la cama de rodillas, colocó dos paquete en la mesa de noche y se quedó con uno, lo abrió y procedió a colocarlo, ella no aparto la mirada de lo que él estába haciendo, su mejillas estaban ardiendo del calor, pero aún así se mantuvo firme, él se acomodo entre sus piernas y segundos después sus cuerpos se unieron, se movían al mismo ritmo, dejándose llevar por el placer de sentirse tan juntos, era magnífico. Bella era paretada y caliente, mientras que él era grande.
¿ Cómo no había sentido este placer antes? se cuestionaba Bella, ella pensaba que el sexo estába sobrevalorado pero, mierda lo que estaba sintiendo ahora era lo más placentero que haya sentido antes.
Robert se sentía en el cielo por así decirlo, jamás otra mujer se sintió igual, ¡Mierda está chica lo tenía por completo!
Ambos llegaron al clímax gimiendo el nombre del otro, al mismo tiempo. segundos después de miraron a los ojos y sonrieron.
- Me declaró adicto a ti. - susurro él.
- Y yo a ti. - respondió ella, sonrieron, volvieron a besarse y minutos después volvieron a hacer el amor.