La Esposa Reencarnada Y El CEO Cruel

¡Qué inesperado! Su cámara se rompió y ahora pierde su primer beso. Qué mala suerte. El hombre frente a ella la besó sin su permiso. Con impulso, Manda empujó a Rafa y quiso golpearlo.

"¡Maldito! ¡Cómo te atreves a robar mi primer beso!"

"¡Aaaaa... siente esto!"

Rafa esquivó rápidamente y le dio un golpe en la frente a Manda.

¡Toc!

"¡Ay, duele!" siseó Manda molesta tocándose la frente.

"¿Duele? ¿En serio? ¿Y cómo fue el beso de hace un momento? ¿Dolió o fue placentero?" preguntó Rafa acercándose al rostro de Manda, haciéndola sonrojar de nuevo.

"¡Tch, apártate!" empujó Manda saliendo apresuradamente y dejando a Rafa. El sangrado de su nariz no se había detenido después de la escena anterior.

"Ekhm, interesante. ¿Se enojó después de que la besé? ¿Nunca antes había besado? ¿Oh, eso significa que yo fui quien le robó su primer beso?" Quién sabe qué demonios poseyó a Rafa para que sonriera aún más siniestramente.

"Pero-"

Rafa vio la palma de su mano que había agarrado el cuello de Manda, luego Rafa resopló oliendo el aroma del cuerpo de Manda que quedó.

"¿Pero por qué el aroma es similar al de esa mujer?" pensó Rafa recordando a Sheila. Sintiendo que algo andaba mal, Rafa salió de la habitación y contactó a su secretario Jho.

Jho: Hola, Presi, ¿en qué puedo ayudarlo?

Rafa: Por favor, investiga a una mujer llamada Manda Aresta, es una empleada de la empresa GRUPO SANG. Investiga todo sobre ella.

Jho: Entendido, Presi.

Después de que terminó la llamada, Rafa regresó a su oficina. El aroma del cuerpo de Manda aún resonaba en su cabeza. Sintiendo que la mujer que conoció podía curar la li-bido perdida y hacer que volviera a surgir.

"Hm, no puedo esperar a volver a verla". Rafa murmuró mientras se tocaba los labios, luego vio la cámara de Manda en su mano.

"Amo, ¿a dónde iremos esta vez?" preguntó el chofer que había estado sentado desde antes.

Rafa, que estaba sentado relajado detrás, solo respondió secamente.

"Llévame al centro comercial, quiero comprar una cámara nueva", respondió Rafa guardando la cámara de Manda.

"Entendido, Amo". El chofer encendió el auto. El CEO se fue con su auto dejando su cita a ciegas para comprar una cámara y también para reparar la cámara de Manda.

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"Hais, qué molesto. Honestamente, es guapo, pero ¿por qué me enojo después de que me besó?" pensó Manda tocándose los labios.

"Y además, ¿acaso soy una mujer barata que quiere que la besen así como así? ¡Al menos cásate conmigo, por favor, qué molesto, qué molesto!" refunfuñó Manda apoyando su cabeza sobre su escritorio. Se sentía cansada de hacer su trabajo y ahora volvía a casa sin los resultados de la sesión de fotos de la cita a ciegas del CEO con la famosa Artista.

"Jajaja, mírenla, qué triste", se rieron los otros empleados.

Manda solo se tapó los oídos, sin querer escuchar los comentarios de sus compañeros de trabajo. Manda miró su reloj, eran las 11:11 de la mañana. Era hora de recoger a Rein. Manda inmediatamente ordenó su bolso y luego caminó con arrogancia hacia los empleados que se estaban riendo.

"¡Tch, quítense!" Manda los empujó haciendo que resoplaran con irritación.

"Cuih, ¡esta mujer también es valiente!" resoplaron con disgusto mirando a Manda alejarse.

Sin esperar mucho tiempo, Rein ya estaba parado en la puerta esperando a su Madre. Manda, al verlo, se acercó inmediatamente a su hijo.

"Rein", llamó Manda sonriendo.

"Mamá, ¿por qué llegas tarde? Ya son las once, Rein ha estado esperando a Mamá desde hace un rato", se quejó Rein con rostro inexpresivo mirando a su Madre.

Manda suspiró, de ninguna manera le diría que su retraso se debió a que pilló a su padre en una cita a ciegas con otra mujer.

"Lo siento, Rein, Mamá estaba trabajando. Rein no está enojado, ¿verdad?" Manda se agachó frente a su Hijo mientras acariciaba su cabello.

"Rein no está enojado, Mamá", la sonrisa de Rein hizo que Manda se detuviera y bajara la cabeza de inmediato, nuevamente le sangraba la nariz.

"Dios mío, ¿por qué me sangra la nariz últimamente? ¿Será por la belleza de Rein?" pensó Manda limpiándose la nariz de inmediato.

"¿Mamá está bien?" preguntó Rein frunciendo el ceño extrañado al ver a su Madre inclinar la cabeza.

"Jajaja, no pasa nada. Ven, Mamá lleva a Rein a casa", se rió Manda poniéndose de pie y luego tirando de Rein para que se fuera. Pero de repente un grito la detuvo.

"¡Mandaaaa!"

Manda volteó hacia la fuente del sonido, resultó ser Senja quien vino sola.

"Loh Sen, ¿por qué viniste aquí?" preguntó Manda.

"Yaelah, vine aquí preocupada por Rein. Así que fui a recogerlo, ahora, ¿cómo es? ¿Ya conseguiste trabajo?" preguntó Senja parada entre ellos.

"Em, ya fui aceptada. Pero mi primera tarea falló, incluso mi cámara se rompió. Tengo que ir a comprar otra cámara", siseó Manda todavía molesta con Rafa.

"Vaya, qué coincidencia que vine, mejor vete a trabajar de nuevo. Deja que Rein se vaya a casa conmigo", dijo Senja mirando a Rein.

"Ya está, por favor cuida de Rein. Tengo que comprar una cámara antes de que me contacte el Director, así que-" Manda se agachó frente a Rein.

"Rein, Mamá se disculpa de nuevo, sí. Ahora Rein se va a casa con la Tía Senja. Mamá tiene que comprar una cámara nueva", continuó Manda persuadiendo a Rein.

"Está bien, ten cuidado Mamá,"

¡Cup!

Rein besó la mejilla de Manda y luego se despidió alejándose con Rein. Manda se puso de pie y luego se frotó los ojos con brusquedad.

"Hais, me dan ganas de llorar".

Manda se dio la vuelta con la intención de ir a comprar una cámara. Pero después de estar frente a la tienda, de repente dos hombres de traje negro la sujetaron de ambas manos. Ambos vinieron a secuestrar a Manda.

"¡Eh, quiénes son! ¡Suéltenme!" Manda trató de resistirse, pero su boca fue amordazada de inmediato con un paño. Manda abrió mucho los ojos y luego los cerró lentamente debido a que el paño había sido rociado con líquido anestésico.

Los dos hombres de traje negro llevaron a Manda a un auto negro y se fueron del lugar.

"Uuuuh, ¿dónde estoy?" siseó Manda abriendo lentamente los ojos, sintiendo su cabeza pesada. Espontáneamente se sobresaltó al sentir sus dos manos atadas, incluso estaba en una habitación, exactamente en una cama. Además, estaba usando ropa muy sexy. La fina tela blanca era muy transparente mostrando las curvas seductoras de su cuerpo.

"¡Ooiii, suéltenme! ¡Suéltenme!" gritó Manda tratando de liberarse de las cuerdas que ataban sus manos y pies. Estaba sola en esa habitación.

"Hiks, por favor no jueguen conmigo", continuó fingiendo llorar.

¡Cklek!

Manda se sorprendió e inmediatamente volteó hacia la puerta que se abría.

"¡Tú!" Manda se detuvo al ver que el hombre era el CEO que había conocido esta tarde. Rafa, que solo vestía una túnica, sonrió levemente, el hombre acababa de tomar un baño esta noche. Parecía feliz de ver que Manda finalmente había recuperado la conciencia.

"Es-espera, ¿qué quieres, ja!" gritó Manda asustada al ver a Rafa caminar hacia ella. Sus ojos se abrieron al ver a Rafa quitarse la túnica y dejar solo una toalla que solo cubría su zona íntima. El cuerpo robusto, los músculos poderosos y los six-pack de Rafa hicieron que Manda se estremeciera mientras tragaba saliva.

"Oh, señorita, esta noche estás muy animada, no puedo esperar a saber cómo hiciste el amor conmigo esa noche". Rafa se acercó aún más a ella.

"¿Hacer el amor a qué, ja! ¡Suéltenme! Yo-yo no te conozco, ¡no te metas conmigo!"

"Por favor... por favor despiértenme de esta pesadilla!"

Rafa sonrió levemente al escuchar a Manda seguir parloteando.

"Esto no es un sueño, señorita Sheila,"

¡Deg!

Manda dejó de parlotear al escuchar el nombre de Sheila mencionado de la boca de Rafandra.

"¡Por favor, no!"

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