Tío: Un Amor de Otra Vida

Al día siguiente, Sofía insistió en trabajar. A pesar de las quemaduras en su brazo, consideraba que eso no le estorbaría.

Cuando Rafael le ofreció llevarla, ella se negó, diciendo que prefería ir caminando al trabajo.

Con una mirada de Rafael, Alexander se ofreció para acompañarla.

Sofía fue caminando por las calles, respirando el aire de la ciudad con satisfacción.

Pensar que en su vida pasada ni siquiera conseguía salir a tomar el sol en el jardín, vivía recluida por tener miedo de desmayarse y que nadie la socorriera…

El tiempo que vivió en la casa de los Fontes le daba esa certeza, nadie además de ella misma se preocupaba por su salud.

Ahora, ella iba a aprovechar cada detalle de la vida, intensamente.

— Señorita Sofía, ¿usted quiere caminar porque desea adelgazar?

Alexander preguntó con curiosidad.

— ¿Adelgazar? No había pensado en eso… Bien, si me alimento bien y hago ejercicios, tal vez adelgace, pero… no quiero pensar en eso. No quiero hacer dietas radicales o practicar ejercicios intensos que pongan mi salud en riesgo. ¡Yo solo quiero poder ver personas, respirar aire puro y aprovechar que mi cuerpo es muy saludable!

Ella sonrió sinceramente, haciendo que Alexander se sorprendiera.

Él miró bien a Sofía, ella era una mujer curvilínea y no había nada más que pudiera decir que su cuerpo no era saludable.

Ella no aparentaba tener ningún problema respiratorio o de locomoción. ¿Por qué él se sorprendió al oírla decir que se sentía saludable?

Él se sintió un poco culpable, sintió que tenía prejuicios aunque no lo percibiera.

Él mismo no acostumbraba caminar con tanto entusiasmo como ella e incluso delgado, tenía diabetes.

Alexander le ofreció el brazo a Sofía y ellos continuaron caminando y conversando.

Sofía pasó por un parque, que quedaba cerca de la empresa. Vio a un grupo de personas reunidas, haciendo actividad física.

Estaban bailando y divirtiéndose, mientras una profesora dictaba los movimientos.

Ella sonrió, pensando que aquello debía ser muy divertido.

Sofía, por vergüenza de su cuerpo, siempre se escondió, nunca quiso aprender a bailar o hacer cualquier actividad, por miedo al juicio de las personas.

Pero en esta vida, haría todo diferente.

Ella se acercó al grupo y comenzó a observar.

En el intervalo de una música, la profesora se acercó a ella.

— ¡Hola! ¿Estaría interesada en inscribirse en nuestro grupo?

Sofía se quedó sorprendida, no imaginaba que sería invitada sin pedirlo.

De repente ella percibió algo que la dejó sin palabras, la profesora estaba embarazada.

— ¿Entonces yo también puedo? — ella dijo más para sí misma que para la profesora.

— ¡Claro que puede! ¡Todos son bienvenidos! Nos reunimos aquí todos los días de 7h a 7:30 de la mañana.

Sofía no pensó mucho, luego colocó su nombre en la lista.

Ella volvió hacia Alexander, con una nueva sonrisa.

Y él luego prometió que la acompañaría todos los días para participar de las actividades.

Así que llegó a la empresa, ella comenzó a trabajar. Tenía que hacer algunos pequeños proyectos de reforma, cosas pequeñas, trabajos que no le darían ningún destaque, los trabajos que generalmente eran delegados a ella.

Aquellos trabajos eran un desperdicio de su talento, pero hasta que ella pudiera liberarse de aquella empresa, no le importaba continuar haciendo aquellos trabajos.

Sus colegas comenzaron a cuchichear.

— ¿Ustedes vieron? Sofía vino a trabajar y vean, está toda vendada. Ya Verónica, sacó tres días de licencia y yo supe que fue solo una pequeña quemadura en la mano.

— Sí, pero Verónica es nuestra Arquitecta genial. Una quemadura en la mano podría acabar con la carrera de ella.

— ¿Será mismo? Hoy en día tenemos tantos softwares para hacer planos en 2D e incluso en 3D. Lastimarse la mano no acabaría con la carrera de ella.

— Es… pero ustedes saben cómo Lucas protege a Verónica, ¿no es? Yo creo incluso que no es algo solo profesional, tal vez ellos sean novios. Pobre Sofía, se queda atrás de Lucas cuando él solo tiene interés en la hermana de ella. ¿Ustedes vieron cómo él salió de aquí con Verónica en brazos por causa de una pequeña lastimadura?

— Verdad. Sofía va a sufrir mucho cuando descubra. Pero no siento pena, la culpa es de ella. Ella es gorda y ya debería saber que Lucas nunca la miraría.

— ¡No hables así! Sofía hasta que es bonita. ¿Ustedes vieron cómo ella cambió? Se está vistiendo bien y usando maquillaje.

— Solo de cambiar la ropa ella se puso más bonita. ¿Imagina cuando adelgace? Los padres de ella tienen dinero, ¿no es? Ellos pagaron la cirugía plástica de la nariz de Verónica, ¿por qué no pagan una cirugía para que Sofía adelgace también?

— Verónica dice que los padres de ella no gustan de ella. Que si fuera por ellos, Sofía moría y a ellos ni siquiera les importaría.

— ¡Qué maldad!

— ¡Maldad nada! ¡Ella se lo merece!

La funcionaria, lamebotas de Verónica dijo y se alejó de todos. Lanzó una mirada de desdén a Sofía y luego comenzó a digitar un mensaje para Verónica contando todos los chismes.

De repente Lucas llegó y todos se quedaron callados.

Cuando Sofía lo ignoró y fue a encontrarse con Alexander, todos se quedaron pasmados.

Lucas parecía avergonzado y al mismo tiempo irritado.

Dio la espalda y volvió para su sala.

— ¿Ustedes acaban de ver eso?

Recomenzó el chisme.

— ¿Será que Sofía desistió de Lucas? Yo nunca la vi ignorándolo tan abiertamente.

— Parece que sí y… ¡yo estoy chocada!

— Lo que me deja más chocada es que Sofía trate a Alexander con tanta intimidad. ¿Será que ellos están teniendo un romance?

En ese momento, Lucas salió y oyó el chisme.

Los funcionarios no percibieron que él se aproximaba y continuaron.

— Sí, ¡eso hace sentido! Ayer fue Alexander que apareció y la ayudó a ella. Hasta pensé que podía estar relacionado a Rafael, pero él es solo un deficiente. Ni siquiera Sofía se interesaría por él.

— Ella debe haber cambiado de blanco, principalmente ahora que va a quedar llena de cicatrices. Gorda y con cicatrices, ahora es que Lucas nunca la miraría. ¿Creo que finalmente ella percibió cuál es el lugar de ella?

— ¿Y cuál es el lugar de Sofía? — Lucas dijo, sorprendiendo a todos, principalmente a la lamebotas de Verónica.

— ¡Sr. Fontes! Estábamos apenas hablando tonterías, cosas sin importancia. — ella intentó defenderse.

— No creo que era tontería. Sentí mucha hostilidad en lo que estaba hablando. ¿Entonces es así que ustedes tratan a Sofía a mis espaldas?

Todos se quedaron paralizados, era la primera vez que veían a Lucas defendiendo a Sofía.

"¿Él no ignoraba a Sofía deliberadamente?"

— Yo no voy a admitir ese tipo de comportamiento en mi empresa. Usted que llamó a Sofía de gorda y con cicatrices. Comparezca al RH para firmar su renuncia.

Él dijo, dio la espalda y fue en dirección al ascensor. Dejando a todos confusos y asustados.