alexia rencarna en la última novela que leyó después de haber muerto traicionada por su propia hermana...
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capítulo 16
Mientras Alina se enfocaba en la organización del aniversario del imperio,
El Duque Daniel Salvatierra, había llegado al Ducado del Este de incógnito. Había viajado sin insignias, disfrazado de un mercader adinerado. A pesar de la riqueza que se suponía debía exhibir el ducado, Daniel vio un panorama desolador: las calles estaban llenas de plebeyos pidiendo limosna, y las familias se veían hambrientas.
Daniel se acercó a un pequeño grupo de hombres en una taberna discreta. Fingiendo buscar oportunidades de inversión, les preguntó sobre el gobierno local.
—El Duque Petrob nos está matando —se quejó un hombre—. Nos subió los impuestos al triple.
—Pero, ¿con qué pretexto? ¿Acaso las arcas imperiales necesitan tanto dinero? —preguntó Daniel, fingiendo sorpresa.
—Él dice que son órdenes directas de la Familia Imperial, para financiar una nueva campaña. Y si no pagamos, nos quita la casa, la tierra, todo. Por eso hay tantos sin hogar, señor. El Duque se queda con todo lo que cobra. intentamos envíar una queja al palacio imperial pero el duque a desaparecido a todo el que lo intenta
Daniel apretó la mandíbula. El Duque Petrob estaba difamando al Emperador para llenar sus propios bolsillos. La carta anónima era, sin duda, correcta.
Decidido a conseguir pruebas irrefutables, Daniel comenzó a seguir al Duque Petrob esa misma noche, manteniéndose en las sombras. Vio al Duque, vestido con ropas discretas y acompañado por dos guardias personales, atravezo un callejón oscuro en el distrito más sórdido del ducado.y llego a una calle más escondída El Duque se deslizó en una casa grande y algo elegante pero de aspecto sospechoso.
Daniel esperó pacientemente. Dos horas después, Petrob salió, con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Cuando el Duque se hubo ido, Daniel intentó entrar al lugar.
—Un momento, señor —dijo uno de los imponentes gorilas de la puerta, bloqueando su paso—. Este es un lugar exclusivo. Sin invitación, no se puede entrar.
—Soy un mercader que busca una reunión de negocios. ¿Quizás una palabra con el encargado?
—El encargado solo recibe a quienes ya han sido... introducidos. Vuelva mañana, quizás.
Daniel se retiró, la sospecha creciendo. No era una simple casa de citas. Era el tipo de lugar que se usaba para tratos ilícitos y conspiraciones, probablemente el centro de operaciones del Duque Petrob.
mientras tanto el duque Salvatierra seguía vigilando al duque petrob,Simultáneamente.
el segundo Príncipe, Ray, había llegado de incógnito al Ducado del Sur. Ray, con su astucia natural, se dirigió directamente al puerto, el corazón económico del ducado y un lugar ideal para el contrabando.
En el puerto, Ray observó la actividad. Vio barcos de diferentes reinos atracados, lo que en sí no era raro, pero notó la presencia constante y vigilante del Duque del Sur. Su atención se centró en un barco en particular que ondeaba la bandera del Reino de Cristal. Varios hombres subían y bajaban cajas de madera grandes y pesadas, moviéndose con una urgencia que no correspondía a un comercio habitual.
El Duque del Sur, junto a varios de sus hombres, supervisaba la carga con una tensión palpable. Ray sabía que tenía que entrar en ese barco.
Aprovechando un cambio de guardia y el ajetreo de la carga, el Príncipe Ray se deslizó a bordo. La cubierta estaba abarrotada, pero logró encontrar una escotilla abierta que conducía a las bodegas.
El hedor a humanidad hacinada y humedad lo golpeó. Usando una llama que invoco en su mano, Ray inspeccionó el lugar. Su corazón se hundió.
Lo que encontró no era mercancía de contrabando, sino algo mucho más oscuro: una serie de celdas improvisadas. Dentro, encerradas, había varias personas, entre ellas niños, mujeres jóvenes y hombres, de diferentes razas —humanos, elfos menores, y algunas bestias cambiantes con los ojos llenos de terror. Estaban sucios y hambrientos.
"El Duque Petrob y el Duque del Sur no solo son ladrones y asesinos. Son traficantes de esclavos, y tienen tratos con el Reino de Cristal."
Ray retrocedió en silencio, la indignación hirviendo bajo su piel. La evidencia era clara y brutal. Lo que había comenzado como una simple reubicación se había convertido en el descubrimiento de una red de corrupción que llegaba hasta el corazón de la tiranía de Cristal y la traición dentro del propio Imperio. Tenía que salir de allí y enviar un mensaje codificado al Emperador de inmediato.
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le pedi ala IA que me creara las imágenes
el duque Salvatierra
segundo Príncipe Ray