Anastasia es una joven de 17 años que reside con sus padres, David Blanco y Carmela Cruz, así como con su hermana de 18 años, Ana. A pesar de haber sido criadas en un ambiente similar, la relación entre las hermanas no es del todo armoniosa: Ana es aficionada a las fiestas y suele ser bastante contestona, mientras que Anastasia prefiere dedicar su tiempo a los estudios y no es muy propensa a salir. David, su padre, es el propietario de una de las empresas más destacadas de la ciudad.
Un día, mientras David se encontraba en su oficina, recibió una visita inesperada: Ernesto Contreras.
NovelToon tiene autorización de NELSI BLANCO para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capítulo 16. conversando
Ernesto creó una amistad ficticia para Ana con el fin de salir de un apuro, ya que en realidad le dolía la posibilidad de perder a Anastasia. Se sentía confundido, pues nunca había experimentado sentimientos tan profundos por una mujer, y ahora que finalmente los había descubierto, su situación era incierta.
Anastasia: Ernesto, ¿estás siendo sincero conmigo? No me estás ocultando nada más, ¿verdad?
Ernesto: Te lo aseguro, amor, solo estoy contigo.
Anastasia sigue reflexionando, y Ernesto se acerca para decirle: No permitas que comentarios malintencionados arruinen lo bonito que estamos construyendo.
Anastasia, en el pasado solía pensar que nunca pronunciaría estas palabras; jamás lo imaginé. Creía que no sería capaz de enamorarme, pero ahora lo estoy: Anastasia, te amo.
Anastasia, llena de emoción, siente una felicidad profunda en su corazón. En ese momento, se siente la mujer más feliz del mundo. Sonríe y Ernesto la besa, y nuevamente le repite: te amo.
Anastasia le devuelve el beso y le dice: también te amo. Luego, se separa un poco y le expresa: quiero dejar algo claro.
Si llegas a mentirme o a engañarme mientras estemos juntos, y me entero de ello, nuestra relación llegará a su fin. No te perdonaría por nada en el mundo, ni siquiera si me jurases tu amor eterno.
Ernesto toma su mano y le dice: No lo haré, mi amor. Luego la abraza, mientras reflexiona sobre cómo evitar que Anastasia descubra lo que ocurrió con su hermana.
Ernesto recordó que su graduación se llevará a cabo la próxima semana y, posteriormente, viajará durante dos semanas. Él le dijo a Anastasia: 'Amor, sabes que mi acto de graduación es la próxima semana, ¿verdad?'
Anastasia respondió: 'Sí, amor.'
Ernesto continuó: 'Después de eso, me iré de viaje durante dos semanas, y me encantaría que me acompañaras. Por favor, no digas que no; son días libres de la universidad y no tienes clases.
Anastasia contestó: 'Me encantaría ir contigo, amor.'
Ernesto, emocionado, exclamó: '¿De verdad?' Y, alzándola en sus brazos, añadió: 'Gracias, amor. Te amo, te amo, te amo,' gritando de alegría.
Después de permanecer un tiempo en el lugar, Ernesto le propone a Anastasia que vayan a comer algo juntos, a lo que ella accede. Llegan a un encantador restaurante y realizan su pedido. Una vez que terminan de comer, Ernesto no desea llevar a Anastasia a casa aún; quiere seguir disfrutando de su compañía y tampoco quiere que ella se enfrente a Ana y la presión de comentar sobre la situación al llegar a casa.
Entonces, Ernesto le sugiere: ¿Qué te parece si vamos a otro lugar? Anastasia lo mira y responde: No creo que sea posible, debo regresar a casa, ya que tengo tareas que hacer para mañana.
Ernesto: Puedo ayudarte, cariño. La verdad es que no deseo separarme de ti.
Anastasia sonríe y le responde: Creo que realmente puedes ayudarme. Entonces, vayamos al hotel, donde podremos finalizar mis tareas y luego disfrutar de otras actividades.
Ernesto, sonriendo, se levanta y toma su mano, diciendo: Vamos, cariño.
Ambos se dirigen al hotel.
Una vez allí, Anastasia envía un mensaje a sus padres informándoles que estará en el hotel durante el día, ya que tiene varias actividades que la tienen un poco estresada.
Ernesto acomoda la mesa y le dice a Anastasia que se sientan a realizar las actividades. Anastasia saca sus cuadernos y comienzan a trabajar entre risas y cariños. Al terminar, se dan cuenta de que son las 7:30 p.m., por lo que deciden pedir la cena. Disfrutan de una comida conjunta y, posteriormente, se sientan a conversar por un rato. Cerca de las 9 p.m., Anastasia menciona que se irá a duchar. Ernesto la abraza por la espalda y comienza a besar su cuello, susurrándole: Puedo acompañarte, no sabes cuánto te deseo.
Anastasia se gira para mirarlo a los ojos, lo besa y le responde: Entonces, vamos.
Ambos comenzaron a despojarse de sus prendas, mientras Ernesto acariciaba a Anastasia y ella a él, compartiendo momentos de intimidad. Él besó cada rincón de su cuerpo, tal como ella lo hizo con el suyo. Luego, Ernesto introdujo su miembro, llevándolos juntos a un clímax de intenso placer.
Permanecen en la bañera durante algunos minutos; después de un breve juego, terminaron de ducharse y se vistieron. En ese momento, alguien llamó a la puerta, y Anastasia, sorprendida, comentó: ¿Quién podrá ser a esta hora?. Ernesto, con tranquilidad, respondió: Voy a ver, amor.
Cuando Ernesto se asoma por la mirilla de la puerta y se da cuenta de que es Ana, se queda paralizado y muy nervioso. Si abría la puerta, ella podría informar a Anastasia. Mientras tanto, al no escuchar nada, Anastasia se acerca y le pregunta quién está ahí, amor.
Ernesto, perturbado, se vuelve rápidamente, sin saber qué decir. Finalmente, expresa: Es tu hermana, amor. No quise abrir porque creo que no le agradaría verme aquí, considerando lo que piensa de mí.
Anastasia sonríe y responde: Tranquilo, amor. es mi vida y soy yo quien toma las decisiones.
Ernesto: Sí, cariño, pero no quiero que ustedes discutan. Son hermanas y prefiero quedarme en la cama, así tú te encargas de recibirla.
Anastasia: No entiendo por qué ha venido, es muy extraño. Últimamente se está comportando de una manera peculiar. Nunca me llama, no viene a verme y ni siquiera intercambia palabras conmigo.
En ese momento, la puerta vuelve a sonar con más fuerza. Ernesto se dirige adentro y Ama se acerca a abrir la puerta, preguntando quién es, como si no supiera quién está ahí. Al abrir la puerta, Ana dice: ¿Acaso estás sorda?
He estado tocando la puerta durante un buen rato, ya que no salías. ¿Acaso estás acompañada?
Anastasia: Me estaba duchando y luego fui a vestirme. No podía abrir la puerta en ropa interior, y no sabía quién era. Si venías a verme, ¿por qué no me escribiste?
Ana: Ni siquiera tengo tu número guardado.
Anastasia se sorprendió al darse cuenta de que su hermana no había guardado su número. ¿Cómo era posible?
Ana, al notar que Anastasia no respondió, continuó: Déjame entrar. Necesito que me digas si hablaste con Ernesto.
que Anastacia y Ernesto queda llevar esta perdida con todo su duelo sean felices