Mafia Posesiva

Sus ojos se dirigieron directamente al reloj de pared de su habitación. Eran ya las 8 de la noche. Al ver que todavía llevaba el uniforme puesto, se apresuró a ir al baño para asearse y ponerse el pijama.

Bella bajó a la cocina a tomar algo para beber, ya que tenía la garganta seca. Pensó que había dormido mucho rato, como si estuviera muerta. Esa fue la idea que le vino a la mente.

Se puso a pensar si sería Kevin quien la había traído a casa, si también la habría llevado a su habitación o si habría sido su hermano.

"Señorita, ¿qué la trae a la cocina? ¿Puedo ayudarla en algo?", preguntó la criada, que se había acercado de repente a Bella.

"Ah, no, solo quería tomar algo", respondió Bella mientras se servía un vaso de agua.

"Ah, señorita, el señor y la señora le dejaron un mensaje. Le informaban que se iban a Bogor a un evento de un amigo, pero como no tuvieron noticias suyas, la señora me pidió que se lo comunicara".

"Como el señor Jojo también está en Bandung, puede llevarse el coche mañana. Su coche, el que le enviaron de Estados Unidos, llegó esta tarde", continuó la criada.

"¿De verdad?", preguntó Bella con los ojos brillantes. Su querida Loli había llegado por fin.

"Sí, señora. Y la señora también le envió un bolso y unos zapatos. Ya están en su habitación".

"Si mi hermano no estaba, ¿quién me llevó a mi habitación?", preguntó dubitativa, porque por alguna razón pensaba que había sido Kevin.

"El joven Smith, señorita", respondió la criada con cortesía, confirmando sus sospechas.

¿Cómo había podido quedarse dormida allí? Y, además, ¿dónde estaban su teléfono y su bolso? Los había dejado en clase.

"Está bien, voy a subir a descansar. Es tarde", dijo Bella. Después fue al frigorífico, cogió algo de picar y una botella de agua, y regresó a su habitación.

Al llegar a su habitación, Bella vio el bolso y los zapatos que le había enviado su madre. Enseguida abrió la caja y vio que era una mochila de la última colección. Menos mal que su mochila estaba en el colegio, así que decidió usar la que le había regalado su madre. No se olvidó de meter los libros de texto para la mañana siguiente.

Era una hermosa mañana para Bella, porque por fin iba a poder conducir su querido coche, al que llamaba Loli. Le pidió las llaves al guardia de seguridad y se dirigió al colegio sin desayunar. Durante el trayecto, fue escuchando su lista de reproducción e incluso canturreando algunas canciones.

Sin darse cuenta, llegó al colegio. Buscó una plaza de aparcamiento libre. Cuando llegó al aparcamiento, se convirtió en el centro de atención, pero ignoró las miradas de los demás alumnos, salió del coche y se dirigió a clase.

"¡¿Dónde te metiste ayer?! Me tocó comer sola. Y para colmo, no apareciste cuando volví a casa", le espetó Agatha en cuanto Bella se sentó a su lado.

"Lo siento, me dejé el móvil en la mochila y no pude avisarte. Por cierto, ¿dónde está? No la veo por aquí", preguntó Bella, extrañada, mientras miraba a su alrededor en busca de su mochila.

"¿Tu mochila? Cuando llegué yo no estaba".

"¿En serio? Pero si dentro está mi móvil... ¿No será que me lo han robado? Aunque no creo que haya ladrones por aquí...".

"Ya te digo, no creo que nadie quiera robarte nada aquí pudiendo tener cosas mejores que las tuyas".

"Bueno, da igual, luego la buscamos. No estabas cuando terminaron las clases, pero a la señora Desi no le importó que Kevin no se quedara, porque sabe que está muy ocupado y que es capaz de recuperar la clase o que incluso ya va al día. Lo que no soporta es que tú hagas pellas, y encima siendo nueva...", explicó Agatha con detalle.

"Mierda, espero que no me vuelvan a quitar a Loli por culpa de otra carta de esos", pensó.