Daniel es un alfa que siempre ha tenido éxito en todo lo que ha emprendido, siendo la esperanza de recuperar el estatus de una familia que ha caído en desgracia.
Oliver es un omega proveniente de una poderosa familia, un chico que ha sido educado para formar parte de la élite, no hay espacios para las dudas ni mediocridad.
¿Se puede forzar al destino?
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Capítulo 19
Perspectiva de Oliver
Todavía no puedo creer todo lo que hemos vivido esta noche, tuve mi primera vez con alguien a quien amo, junto a alguien a quién he decidido entregarme sin importar los prejuicios.
No puedo evitar sonrojarme mientras recuerdo todo lo que hice anoche, me duele el cuerpo, algunas partes más que otras, pero es de ése dolor reconfortante.
Cómo sí hubiera ido al gym para trabajar el perro culatzo, amo a Daniel. Lo amo.
Tengo que pensar en cómo hacer que mi familia lo acepte, será difí, peroero si bien sus antecedentes no son buenos al no tener estatus, es un alfa dominante muy capaz con el apoyo suficiente llegará muy lejos.
Yo lo ayudaré, no dejaré que me intimiden.
Al despertar entre sus brazos me sentí en la gloria, por un instante quise morirme de vergüenza, pero era una sensación tan íntima que solo quería que no acabara nunca.
Cuando me di cuenta de lo iluminado que se veía todo caí en cuenta de que había amanecido, mierda pensé, cómo justificaría haberme perdido por caso 24 horas.
Me levanté a revisar mi celular y sentí mi estómago volverse de piedra cuando me di cuenta de que estaba descargado.
¿Mierda, mierda, mierda qué debe estar pensando mi familia?
Con lo exagerado que son mis hermanos tal vez piensen que me raptaron, ni siquiera encenderé el televisor por miedo a ver mi rostro en un cartel de se busca.
Daniel parece no entender nada, pero no tengo tiempo para explicarle las cosas ahora. Necesito tiempo primero para hablar con mi familia. Terminé de medio arreglarme para salir corriendo, le di un beso rápido y solo pude decir lo que sentía como vómito verbal.
Estoy volviéndome loco, Daniel tú haces que yo pierda la cabeza.
Antes de pasar a mi casa hice que el taxi parara en una farmacia para comprar un eliminador de feromonas.
Después de una noche de pasión, dónde no habíamos usado protección yo estaba completamente bañado en sus feromonas dominantes.
Pero si llegaba oliendo así a casa no tendría cómo justificar lo que hice anoche, ya me parecía vergonzoso aceptar que estaba saliendo con Daniel, pero además admitir que me quedé teniendo intimidad con el alfa que hace que las rodillas se me vuelvan de gelatina me parecía francamente humillante.
Nada en esta puta realidad me habría preparado para lo que venía.
Apenas llegué entré con calma, esperando los regaños, pero la verdad era que mi papá estaba esperándome en medio de la sala sentado con las piernas cruzadas sin dejar mirar la puerta.
Apenas me vio entrar fue directo hacia mi y me tomó por el cabello y me arrastró hacia mi cuarto.
Por más que intenté patalear y gritar, el aprovecho cada impulso para golpear mi cabeza con las paredes y las barandas de la escalera.
Cuando por fin llegamos me lanzó al suelo y pude ver en su rostro una mueca de asco.
Eres una zorra Oliver, se supone que de todos mis hijos tú tienes cerebro. No sabes como me decepcionas. Dijo con un tono amargo y oscuro.
Papá no sé de qué estás hablando, me quedé en casa de Cami... Alcancé a decir antes de que la bofetada me hiciera cerrar la boca para luego sentir la sangre correr.
¿Crees que soy estúpido?, hueles a feromonas de alfa. Hasta un idiota sabría que pasaste la noche revolcándote con un alfa. Escupió enojado.
Papá... Por favor escúchame, si pasé la noche con alguien pero no es cualquiera... Es mi novio... No alcancé a decir más cuando otra bofetada me callo, luego de esa vinieron más hasta dejarme la cara hinchada.
¿QUIÉN MIERDA TE CREES PARA SIQUIERA PENSAR QUE PUEDES ELEGIR TU DESTINO? gritó furioso papá.
TU DEBER ES CON Y PARA ESTÁ FAMILIA, NO PUEDES ELEGIR NADA POR TU CUENTA PORQUE TU CUERPO Y TU ÚTERO ES El LEGADO DE NUESTRA FAMILIA terminó gritando colérico.
Yo no entendía que demonios pasaba, nunca había escuchado a mi Papá hablar así. Usualmente, era muy amoroso y siempre me mimaba. Pero frente a mi tenía un demonio que no dejaba de gritar.
¿Estas loco? ¿Quién eres? Mi papá jamás me hablaría así, siempre me dijiste que la última decisión la tendría yo. Que yo podía decidir con quién casarme...otra bofetada me volvió a callar.
Mi papá empezó a reírse como un loco y sentí miedo, realmente no entendía nada de lo que estaba pasando.
¿En serio te creíste esa mierda?, nunca ha sido tu decisión. La última palabra sobre tu destino siempre la tendré yo. Puedes patalear, intentar luchar todo lo que quieras, pero créeme mientras más lo intentes más te dolerá aceptar después las consecuencias. Pasaré por encima de todo hasta doblegarte. Siseo amenazante mirándome a los ojos.
No reconozco nada de él, es una persona desconocida. Pero una parte de mi me dice que debo hacerle caso si es que no quiero temer por mi vida.
¿Crees que no sé que estabas viéndote a escondidas con un pobretón, que salían y se besuqueaban a escondidas?, lo dejé pasar porque todos merecen un primer amor fallido. Algo que puedas atesorar cuando al final encuentre la pareja idónea para ti. Pero jamás pensé que serías tan fácil para entregarte a alguien que no tiene donde caerse muerto. Escupió asqueado
Pero todavía puedo hacer algo contigo, pero necesito sacarte de aquí. Mañana partirás a Estados Unidos por tiempo indefinido, no intentes huir será peor para ti y para ese estúpido. Lanzó una carpeta hacia mis pies.
Si tienes ganas de verlo primero termina de leer esa información, si aún te quedan ganas de verdad eres un estúpido. Prepara tus cosas no es necesario que sea mucho, llegando allá tendrás otro nombre por un tiempo. Espero que esta vez sepas como comportarte. Soltó mientras cerraba la puerta.
No tenía ganas ni de llorar, no entendía nada. Pensé que lo peor que podría pasarme sería ver a mis hermanos preocupados o a mi papá ansioso por verme llegar tan tarde.
Pero la persona que se hacía llamar papá era un completo extraño, estaba asustado y obviamente no quería ir a Estados Unidos.
Tenía que escapar, salir de ahí trate de llamar a mis amigos pero el teléfono de mi habitación estaba cortado.
Mi celular estaba muerto, no encontré el cargador.
Al intentar abrir la puerta de mi cuarto estaba con llave, entonces solo me senté y leí la carpeta.
Mierda, esto no puede ser cierto... Toda esta información, no puedo creer que Daniel nunca me haya dicho nada. Según esto jamás podríamos estar juntos, entonces un escalofrío recorre mi espalda.
Todo lo que me dijo Cami, que tal vez él siempre supo quién era yo.
Tal vez siempre estuve en su juego, cada cosa que hizo fue para hacerme sentir seguro y que me enamorara de él para luego destruirme.
De solo pensar en eso el corazón se me apretaba y sentí ganas de vomitar.
Esto no puede ser real... No puede ser verdad. Los sentimientos que Daniel demostraban solo eran una actuación. Mi corazón dolía tanto que costaba respirar.
Esa noche no pude dormir me la pasé llorando aferrado a esa carpeta, necesitaba ver a Daniel y enfrentarlo.
Cuando ya salió el sol, la puerta se abrió y mi papá entró.
En dos horas partes a Estados Unidos, no me importa si no quieres es una decisión que ya ha sido aprobada por tu padre también. Si intentas contactarte con tu noviecito le haré la vida imposible a él también. Vete en silencio y acepta tu lugar en la jerarquía, ya te dejé jugar lo suficiente es hora de ponerse serios. Dijo en tono frío y amenazante.
Papá, si dejo todo como me lo pides y te obedezco ¿lo dejarás en paz?, sé que no tiene mucho, pero es un buen chico. Podría enamorarse de alguien más y tener una vida normal.. Yo... Haré lo que me pidas, pero debes dejarlo. Dije mientras reprimia las lágrimas.
Que bueno que entiendas tu posición, si te portas bien yo me portaré bien contigo. Sonrió dulcemente mientras acomodaba mi cabello.
De esa manera selle buena parte de mi destino, mientras lágrimas corrían por las mejillas arme una pequeña valija con mis pertenencias más importantes y me subí hacia un vuelo con destino a otro país, aferrándome al colgante que me había dado Daniel.
No podemos desafiar al destino, suspiré antes de quedarme dormido llorando.