LA PROTAGONISTA DE MI HISTORIA

Leif

_ Otra vez esta maldita pesadilla, ¿hasta cuando?

Mi pequeña hermana sufrió un accidente hace unos días, el cual, casi le cuesta la vida. Tardo sin despertar tres días, días que se me hicieron eternos.

Para mis padres no fue diferente, ella es la luz de sus ojos, nuestros ojos.

Yo soy mayor que ella por dos días o un año, bueno, yo nací un 31 de diciembre a las 11:45 de la noche, mientras que ella nació el día 2 de enero. Fue un parto muy largo para mi madre. (para los que se pregunten, si tardo dos días con las contracciones, NO, las contracciones solo se dan cuando el bebé va a nacer)

No somos gemelos idénticos, pero, compartimos muchas de nuestras emociones, es una conexión única, por esa razón, somos muy unidos.

Por la buena genética de mi padre, puedo verme mayor que ella. Por lo menos un par de años. Ella y yo, somos muy distintos, pero a la vez, tan iguales aunque no compartamos año de nacimiento.

El día que despertó, fue caótico para todos, ella parecía tan desubicada, no reconocía a su familia, tampoco a ese principito. Por esa parte me alegra, no siento que sea alguien adecuado para ella. Nadie que quiera apartarla de nuestro lado, es adecuado. Aunque lo siento mucho por mis padres, quienes se ven devastados, al igual que yo, pero puedo soportarlo.

Desde que él principito apareció en su vida, no ha hecho otra cosa que alejarla de nosotros. Cada día se alejaba más, ya no estaba tan unida a nosotros, más bien, todo su enfoque estaba dirigido a él.

Cualquiera pensaría que mi pequeña hermana estaba embrujada.

El día del incidente, ella estaba sola, siempre pensando, ya no aceptaba mi compañía, por esa razón, es que no estuve allí, para ella. Sin embargo, ese príncipe que vivía más en mi casa que en su palacio, fue quien la rescató.

Estaba agradecido, pero a la vez molesto. Debí estar con ella, no debí dejarla sola. Casi se me va la mitad de mi vida. Nuestra conexión va más allá que una hermandad, es algo que está dentro de mí que no puedo explicar.

Hoy, gracias a la pesadilla que tuve, me desperté más temprano de lo normal. Al no tener nada que hacer, decidí salir e ir al campo de entrenamiento, hoy iniciaría a primera hora.

Ya había amanecido, eran aproximadamente las 7 de la mañana, la hora en la que comenzaba la actividad en el campo de entrenamiento. Esto era algo de todos los días.

Estaba concentrado en mis actividades, pero, la actitud de los demás, me desconcertó. Era algo inusual que los hombres, no estuviesen haciendo sus actividades y en vez de eso, estuviesen hablando. Pero... ¿Porque no hablaban fuerte y se callaban las cosas? Eso era algo que descubriría después.

Ya molesto por la situación, decidí retirarme, pero no sin antes, llamarles la atención y dejarlos entrenando.

Fue cuando me di la vuelta para retirarme, que vi el motivo de toda la distracción. La ví, vi una pequeña figura corriendo, después, se paró bajo la sombra de un gran árbol y respiro mientras colocaba sus manos en sus rodillas, tratando de recuperarse.

_ ¿pero que rayos?

Mientras más me acercaba, supe de quién se trataba. No es que no lo supiera desde qué la vi, esa cabellera platinada, no es muy común en este reino, pero quería estar seguro.

Efectivamente, era mi pequeña hermana, ¿que hacía corriendo? ¿acaso es un efecto secundario por el golpe en su cabeza? No lo sé, puede ser, tal vez sea bueno hablar al médico de nueva cuenta.

Camine rápidamente hasta donde ella estaba, pero al estar de espaldas, ella no pudo evitar asustarse. Nunca la había escuchado hablar de esa manera, ella siempre fue muy recatada y educada al hablar, pero ahora, no es que ahora fuera mal hablada, más bien, no hablaba con propiedad. No pude evitar reír internamente.

Estaba hablando con ella, cuando me percaté de algo, ¿esa ropa? Esa ropa era mía y ella estaba vestida así.

Luego dijo algo que no entendí bien, todo por mirar la expresión de su rostro, para después verla correr a toda prisa, con dirección a la casa.

En ese momento, entendí lo que pasaba, así que no dude en correr hacia ella. Mi hermanita estaba de vuelta, esa que sonreía felizmente.

Pero algo era diferente en ella, ya no se sentía como esa niña caprichosa y berrinchuda, de la que amaba cumplir todos sus caprichos. ahora era diferente, no sé cómo describirlo, pero sin duda, algo que nunca cambiaría es que seguiría cumpliendo todos sus caprichos.

Fue así como llegamos al momento en donde me vi rebuscando entre toda mi ropa, algo adecuado para mí pequeña. Sí, termine dándole algunas de mis ropas, todo porque quería seguir corriendo en las mañanas. Yo no quería, puesto que por la ropa que cargaba, se robaba las miradas de más de uno, así que pensando en eso. Le di un par de mis capas, en lo que llegaba su ropa. Sí, también hablé con la modista, quien se encarga de diseñar la ropa para nuestro ejército y posteriormente, mandarla a confeccionar. Hasta ese grado llegué. Sin duda le daría todo lo que ella quiere. No podría soportar, perderla de nuevo.

En todo este tiempo, la misma pesadilla se repite en mi cabeza, es como si mirará algo que aún no ha pasado, pero que a la vez, es como si lo hubiese visto. No sé lo que digo, ni yo mismo me entiendo.

Ahora bien, en los días posteriores, también le mandé a hacer pesas adecuadas para ella y unas polainas, estás, ella las diseño, me dijo que le ayudarían a tener mayor resistencia y a tener el corazón que ella quería. No se a que se refiere o que tiene que ver el corazón con el tobillo o las muñecas, que es donde se las amarra, pero bueno, capricho cumplido.

Más meses pasaron, la presencia del príncipe, cada día me parecía más empalagosa, puesto que ahora, mi hermana no correspondía a sus sentimientos, aun así, él no dejaba de insistir, así que me resigne, mientras ella no lo acepte, todo está bien.