La Guerrera Del Agua

ZAIRA

Después del entrenamiento, el cual vaya que fue duro, Moisés no se anda con tonterías, es alguien muy exigente, y también es un gran maestro, estoy segura de que mejoraré mucho gracias a él, me dirijo a mi habitación, para poder darme un baño rápido, antes de ver a la reina, porque, la verdad apesto.

Una vez estoy lista, gracias a mis doncellas, las cuales vaya que son eficientes, me dirijo al palacio de la reina, con Jennifer y Kailani como mis guías, pero en el camino, unas voces me detienen.

- Que descarado de su parte, estar al lado de gran Koi, son unas sinvergüenzas, no se conforman con calentarle la cama al príncipe para ascender, sino que también buscan el favor de la que será la esposa, pero bueno, que se puede esperar de mujeres como ellas, son una zo**as– oigo que dice alguien.

- Mujeres así, no deberían trabajar aquí, mujeres inmorales, que creen que por abrirles las piernas a un noble, son mejores, ya quiero ver cunado el príncipe las eche, una vez se aburra de ellas – dice otra voz, y al voltear veo que son dos sirvientas, quienes miran con odio a Jennifer y a Kailani.

- ¿De qué rayos hablan? – digo muy molesta, a lo que esas mujeres guardan silencio de inmediato, como si se sorprendieran de haber sido escuchadas, cuando es más que obvio que querían que oyera lo que estaban diciendo, son unas descaradas, no tendré mucha experiencia con otras personas, pero estas mujeres fueron más que obvias.

- De nada su majestad, son un grupo de sirvientas que al parecer tienen mucho tiempo libre, tal vez debamos de hablar con su majestad, para que les asignen más tareas – dice Jennifer en voz alta, a lo que esas mujeres se van de allí, muy molestas.

- Ignórelas su majestad, pronto se dará cuenta de que muchas personas dentro de la sociedad se creen con el derecho de hablar de usted, ya sea para bien o para mal, así que es mejor ignorarlos – me dice Kailani, con una pequeña sonrisa.

Después de eso, las tres seguimos nuestro camino, pero yo no podía dejar de pensar en lo que dijeron aquellas mujeres, puesto que acusaban a Kai, de tener a Jennifer y a Kailani como amantes, la verdad, para mí eso era una tontería, puesto que Kai había demostrado no ser ese tipo de hombre, así que opto ignorar esos comentarios y concentrarme en mis lecciones con la reina.

Las lecciones fueron muy fáciles, avance demasiado en una sola clase, y es que, como todos sospechábamos, ya conocía muchos de los temas que me enseño la reina, y también sabia como hacer todos y cada uno de los que serían mis deberes en el futuro, por lo que había muy poco que pudiera enseñarme, si bien, tal y como lo dijo Beverly, había algunas cosas que habían cambiado, eran cambios que, aunque sea yo, consideraba como muy buenos, por lo que no me sería muy difícil memorizarlos.

- Tal y como sospeche, lo hiciste muy bien, comúnmente, a la candidata elegida como futura princesa heredera, se le pide que realice un año de entrenamiento, para que se pueda anunciar oficialmente el compromiso, pero este tiempo varía dependiendo el rendimiento de la candidata, y la opinión de la reina, puesto que, en tu caso, soy yo la que decide si estás lista o no, y en mi más humilde opinión, no creo que necesites más que un par de clases, antes de estar completamente lista, pero a mi parecer, tú y mi hijo necesitan conocerse un poco mejor antes de hacer oficial su compromiso, así que por el momento seguiremos con las lecciones – me dice Beverly, con una sonrisa.

- Gracias por sus palabras y su consideración – le digo con una sonrisa, la verdad es que sus palabras me alivian mucho, puesto que, al crecer oyendo la historia de amor de mi madre con Moisés, yo siempre desee tener un amor así, y si bien mi madre nunca me oculto lo de mi compromiso, siempre desee poder enamorarme del que sería mi esposo, y al conocer a Kai, la verdad es que voy por buen camino, Kai es un hombre excelente, y no sería difícil enamorarse de él.

- No tienes que agradecer, yo me case enamorada, y  me gustaría que mi hijo también lo hiciera, y viendo la gran mujer que eres, siento que mi deseo se hará realidad – me dice la reina con una sonrisa, y yo solo puedo sonrojarme por sus palabras.

🐟🐟🐟

Los siguientes días pasaron muy rápido, y en un parpadeo, llego la fiesta, donde se haría el anuncio de mi regreso, debo de admitir que estoy muy nerviosa, puesto que, si bien con mi madre, hacíamos representaciones de este tipo de situaciones, donde mi madre fingía ser algún noble, o cualquier otra persona, y yo debía de actuar con ella en consecuencia, pero una cosa es una representación, donde solo estábamos mi madre y yo, y otra muy distinta es acudir a un evento real.

Otra cosa que me mantiene nerviosa, es “la familia” que tengo en la capital, en ningún momento me puse en contacto con mis abuelos, y es que para mí, no eran más que dos extraños y no vi razón por la que debería contactarlos, al menos no por el momento, aún no decido que hacer con el ducado, y por ende, no ha habido necesidad de ponerme en contacto con aquellas personas, pero ellos, al ser los representantes de uno de los tres grandes ducados, deben de acudir a la fiesta, por lo que hoy los veré sí o sí.

Otro punto que me mantiene alerta sobre esta noche, es obviamente mi tío, ese hombre que ya intento deshacerse de mí, una vez, cuando yo aún era un bebe, según me dijo mi madre, fue el dios Kaayo quien me salvo, puesto que mi madre me encontró cerca del agua, con mis poderes ya despiertos, lo que significa que fue la magia de la gran Koi la que me salvó de morir ese día, y debo ser sincera, no me imagino estar cerca de ese hombre sin poder aguantarme y darle un puñetazo en la cara, pero debo de aguantar, sé que no es el momento para dar un espectáculo, pero de que haré caer a ese hombre, lo haré caer.