Esta es la historia de Elena y Aarón.
Ambos ya enfrentan una dura situación, en donde una hija y su amor serán los motivos por los que ellos pelearan.
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Ni como decirle.
¡Despierten!, ¡arriba! ~la vocecita de Ella nos despierta~
De burla, saco la almohada debajo de mi cabeza y me tapo el rostro con esta, Ella sigue saltando en la cama y escucho a Kristen decirle que dejé de hacerlo porque puede caerse.
- ¡Papi! ~intenta quitarme la almohada~
Me descubro el rostro asustándola con un "¡Boo!" y luego ríe.
- ¡Ella, ven aquí!, ¡tienes que ducharte! ~le grita Valerie desde afuera!
Nos da un beso a cada uno y luego se va corriendo. Siempre ha hecho eso, parece que no le gustara que siga durmiendo después de que ella despierta.
- Ella está cumpliendo bien su papel de despertador ~dice y río~
- Siempre ha hecho un buen papel ~nos besamos y la estrujo contra mi cuerpo~
- Ok, Mr. Músculos, no vayas a quebrarme ~ambos reímos~
- Es que te irás y dejarás que pase la noche solo ~juega con mi cabello y la miro atentamente~
- Será nomás por esta noche ~dice mirando sus dedos en mi cabello~ Mamá no llegará hasta mañana y no puedo dejar Nancy sola.
Nancy en su hermana, en la madrugada, la llamó para decirle que le había tocado que ingresar al hospital, hoy Kristen ira a Birmingham y pasará la noche con su hermana hasta mañana.
- ¿Quieres que te lleve?
- No, no es necesario, conduciré y en cuánto llegué te llamaré ~me da un beso y yo le correspondo~
Intensifica el beso y me dejo llevar queriendo admirar a la mujer tan hermosa a la que le corresponde el título de mi novia.
Acaricio su cuerpo y tumbándola a la cama, me poso entre sus piernas, bajo por su cuello y luego llego hasta sus senos. Sus gemidos empiezan a salir en susurros y mi p*lla comienza a latir.
Le quito las bragas y bajo mis pantalones de pijama aún comiendo uno de sus senos. Tomo mi mi*mbro y lo hundo lentamente en su interior haciéndola jadear.
Comienzo mis emb*stidas rápidamente y cuando alzo la vista mis ojos se encuentran con unos color verde. Los miro fijamente, no aparto mis ojos de ellos, mis movimientos son descontrolados y sus gemidos empiezan a llenar la habitación.
- Aarón... ~jadea~
Cierro los ojos y uno mis labios a los de ella, se sienten diferente, no saben igual. Tomo sus muñecas y las aprieto tan fuerte que suelta un pequeño jadeo de dolor, mientras sigo chocando mi sexo contra el de ella.
- Es... Espera ~escucho que me dice, pero no me detengo hasta que alcanzamos nuestros org*smos~
Dejo caer mi frente en su hombro tratando de controlar mi respiración, aún no he abierto los ojos, pero siento como su pecho sube y baja.
- ¿Estás bien? ~me dice y abro los ojos de golpe~
La miro y por un momento, una extraña decepción se apodera de mí, ya no me encuentro con los ojos verdes, a hora son de color miel. No puedo evitar mirarla fijamente. No estoy viendo el mismo rostro con el que creí que estaba cogiendo.
Ya no están esos ojos, ya no está esa mirada profunda, sus labios son diferentes... Por eso no se sentían igual.
- ¿Amor? ~habla nuevamente y reacciono dándole un pequeño beso~
- ¿Te lastimé?
- No, pero... ~acaricia mi mejilla~ No es nada ~sonríe y me besa~ Quisiera repetir, pero debo ducharme e irme.
- Que mal ~digo distraídamente~
Me hago a un lado dejando la espalda sobre el colchón mientras ella se levanta y se dirige al cuarto de baño.
Soy un hijo de puta... La tomé imaginando que era Elena.
Me siento como la peor mierda. Kristen es la persona más maravillosa que he conocido, no merece esto. Ella realmente parece a amarme y yo... No dejó de pensar en mi ex, no dejó de soñar con ella, de verla cuando no está... Ahora no dejo de sentirla y escucharla... Incluyendo cuando estoy en la intimidad.
No es justo, ni para mí ni para Kristen, pero... No puedo evitarlo.
***
Salgo de la casa y me subo al auto, Kristen ya debe de estar en Birmingham, Valerie ya se fue a dejar a Ella a la escuela y por un momento estuve a nada de decirle a mi hija que podía considerar a Elena como una amiga, pero... Mi lado cabrón no me dejó.
Sigo pensando en sus palabras y aunque debería de estar preocupado de que por hoy no tenga secretaria, estoy dándole más vueltas a otra cosa.
¿Cómo le diré a Ella que Elena en realidad es su madre?, ¿cómo le explicaré el porqué no estaba desde antes?, ¿qué versión le dará Elena?
Llegó a la compañía y asisto a varias reuniones pendientes, luego en mi oficina me concentro en todo mis deberes hasta que suena mi celular. Es un número desconocido.
Pienso en no responder, pero al segundo timbrado, lo hago.
- Hola ~dicen antes que yo. Reconozco la voz~ No preguntes como lo obtuve.
- ¿Qué quieres? ~digo fríamente~
- Quiero estar con Ella después de la escuela... Y mañana también ~frunzo el ceño~
- No, eso no va a pasar.
- No te lo estoy preguntando, te estoy avisando. Como ella no sabe quién soy realmente, tú vendrás con nosotros hoy.
- ¿Hoy? ~alzo una ceja~
- Sí, solo hoy, mañana quiero tener un día solo con mi hija ~río con gracia~
- Eso sin duda no va a pasar.
- Soy su madre, no una desconocida.
- Para ella lo eres.
- Ni tanto, ya vez que le caigo muy bien ~la escucho suspirar~ Aarón... Sé que aún está pequeña, no seré imprudente, no le diré que soy su madre, no aún. Pero quiero y necesito pasar tiempo con mi hija...
Me quedo en silencio, no sé que decirle... Quizá solo quiera escucharla hablar.
- Regresaré el sábado a Liverpool después de estar con Ella ~siento una punzada en mi pecho~ Y no sé que tan pronto volveré, no me quites la oportunidad de recuperar el tiempo y los años que he perdido justo a nuestra hija.
"Nuestra hija", maldita mierda, me encanta como suena eso. Cierro los ojos y suspiro. Pasar el resto de la tarde con Elena después de casi cuatro años sin tener ningún tipo de comunicación, ahora le sumamos la presencia de una hija; eso me descontrola, curiosamente, de una forma agradable.
- Te mandaré la ubicación del restaurante, en cuanto a mañana...
- ¿En serio piensas que soy capaz de hacerle algo a mi hija? ~vuelve a suspirar, incluso me la imagino rodando los ojos~
- Cuando confirme que mi hija está fuera de peligro contigo y con tu familia, podrás pasar todos los días que quieras con ella sin mi presencia, mientras, descarta tu plan de mañana.
Cuelgo sin más, suspiro y dos minutos después, le envío la ubicación de un restaurante.
¡Perfecto! Ahora no puedo concentrarme en mi trabajo.
***
¿Cuándo reglesha mami? ~pregunta~
- Mañana, cariño ~asiente mientras caminamos al auto~ Princesa, ¿qué tan bien te cae esa mujer?.. Elena.
- ¡Muy bien!, me gusta... Tenemos los mismos shojos ~me sonríe y yo a ella~ También esto.
Me señala el lunar detrás de su oreja. Así es, no solo saco sus ojos, sino también ese preciso lunar. Parece que hablaron mucho cuando se la llevo del parque.
- Eso es... Genial.
- Es bonita... Papi ~la miro antes de subir al auto~ Me shiento muy bien con ella.
¿Eso será un tipo de conexión?
- ¿Qué hay de Kristen? ~la cargo y la pongo en los asientos de atrás asegurando su cinturón~
- Me gusta, pelo... Me gusta mucho más Elena.
Oh Dios mío... Le gusta más Elena cuando apenas la conoce.
- Bueno, ¿qué te parece si vamos a comer algo con ella? ~acaricio su pelo~
- ¡Sí! ~aplaude y yo río besando su mejilla~
Mi sonrisa se borra en cuanto cierro la puerta y rodeo el auto para subir al asiento del piloto. A ella le gusta más con Elena, ni como decirle que probablemente sea porque se traté de su madre.