El Loto Blanco —La Maldición Del Emperador Jade—

¡Vamos! Cambien esa cara, no podemos ir con este ambiente todo el camino.

Habíamos estado viajando tres días desde la partida en Hēiyù. Si bien sabía que sería un largo y agotador viaje, jamás pensé que el ambiente sería tan tenso y escalofriante, ¡Incluso la gente nos miraba con terror! Los hermanos Lí tienen un aura terroríficamente negra a su alrededor y todo por un simple comentario de Yáng gūniang. Las cosas estaban siendo muy poco gratas y al parecer eso le está empezando a molestar a Liú Huó, que cada minuto qué pasaba, va apretando más sus puños y se le infla un poco más la vena en la frente. —HuóHuó, creo que deberíamos descansar, seguro mañana el ambiente tendrá un mejor humor.

Mire a Yáng gūniang rogando complicidad y volví a posar mi mirada en A-Huó. —Además, recuerda que vamos con una dama, también necesita descansar y comer algo, no hemos parado en tres días.

Le dediqué una sonrisa cómplice, con la esperanza de que ayudara a calmar los humos de los tres torpes hombres que gruñían durante todo el viaje. —Pienso que Chǒu Dàren tiene razón, deberíamos descansar... si no es demasiada molestia.

Liú Huó se llevó una mano a la frente masajeándola, bufo mirando al par de idiotas que habían creado todo el drama, asintió resignado sin entender la conducta de Lí YànYàn. -Bien, busquemos alguna posada, pero saldremos mañana a primera hora... No puedo creer que llevamos tres días y aún no llegamos a la capital de BáiYù.

Yáng gūniang sonrió con cansancio y me miro de reojo coloreando sus mejillas, un pequeño cosquilleo tiro las esquinas de mis labios hacia arriba y tendí mi mano en señal de caballerosidad; ella miró dubitativamente por un momento antes de aceptarla, sus mejillas se tintaron de un color cereza y sus ojos no se despegaron del piso en lo que resto del rocoso camino. —Es un día agradable, ¿no lo cree Yang gūniang?

Pose el abanico sobre mis labios y la mire de reojo ocultando la sonrisa que se había formado en ellos. —Mm, sí. Aun con todo este caos, es un día refrescante, es tan pacífico, que es difícil pensar que pronto habrá un mar de sangre.

Asentí ante su respuesta y aseguré el agarre de su mano ante la amenaza a tropezar. —El camino que eligió HuóHuó parece muy poco razonable, déjeme disculparme en su nombre, debí persuadirle para buscar otro más adecuado.

Ella negó torpemente y dedico una sonrisa tímida. —No, no es necesario, he viajado por peores caminos... no soy tan débil como parezco.

Ella murmuró suavemente y suavizo su agarre de mi mano, me enderecé riendo por lo bajo y seguimos el paso. —No lo pondría en duda Yáng gūniang, por algo es una diosa, no me atrevería a menospreciar su poder.

Escondió más y más su cara contra sus abanicos y camino tranquilamente lo que quedo del viaje.

Posada.

—¡CÓMO ES POSIBLE QUE TENGA SOLO TRES HABITACIONES!

Dije golpeando fuertemente el taburete de atención en la posada. —¿No hoy otra posada en todo el pueblo? ¿Cómo puede ser realmente la única?

YànYàn suspiro, miro tranquilamente al dueño de la posada que temblaba aterrorizado y me dedico otra mirada reprensiva para que guardara silencio. —Siento nuestro mal comportamiento, por favor prepárenos las habitaciones, somos cinco en total—. Miro hacia Yáng Měi. —Yáng gūniang, como la única mujer en el grupo, tendrá una habitación para usted sola—. Volvió la mirada a mí nuevamente y suspiro. -Los demás, nos repartiremos las habitaciones entre dos.

Se volteó lentamente y suavizo su mirada dirigiéndose a Yáng Měi con demasiada calma. —Dama Yáng, ¿le molesta comer sola? Bì xià Liú Huó y Chǒu Tai, fueron a saldar unas cuentas, y yo necesito planificar las tácticas con Lí Sǒng.

Yáng Měi negó volviendo seria su mirada y se inclinó saludando al retirarse. No sé por qué, pero de repente mi sangre hervía y salí furioso hacia fuera de la posada intentando calmar el torbellino de emociones que tenía en ese momento.

«Vamos Song, que te pasa, estás actuando como un idiota, se supone que tengo que arreglar las cosas con él, no hacer que se aleje más... esto es tan frustrante».

Sentí unos suaves pasos acercándose a mí y supuse que era Yáng Měi preocupada por mí actuar, así que no voltee y solo intente excusarme. —Yang Měi, estoy bien. Solo déjame tomar un poco de aire, no diré nada estúpido no te preocupes... es solo que realmente no sé cómo actuar frente de él, como acercarme sin sentir que detesta mi presencia...

—No lo hago... yo no detesto tu compañía, jamás podría hacerlo Lí Sǒng.

Mi cuerpo congelarse en un segundo, no podía girar y verle a la cara, sentía como el corazón me latía a mil por hora y las palabras se habían atorado en alguna parte de mi garganta.

—Tenemos que hablar, pero no es el momento Lí Sǒng... yo prometo darte todas las respuestas que quieras, luego de que todo este caos termine.

Mi cuerpo giró antes de que estuviese consciente de mis acciones y de la misma forma salieron las palabras de mi boca. —¿Por qué siempre dices eso? Siempre dices "Luego" pero aquel jamás llega, simplemente aplazas todo y yo sigo sin comprender nada en lo absoluto, ¿no crees que ya paso el tiempo suficiente?, ¿Acaso mil años, no fueron lo suficiente? ¿Aún necesitas más tiempo?

Apreté fuertemente los puños, realmente no sabía por qué me sentía así al principio, pensé durante demasiados años que solo estaba dolido porque le consideraba mi hermano, mi admiración. Pero no fue así, no luego de saber la verdad, las cosas quedaron claras, esos sentimientos latentes, esos que siempre estuvieron allí. Llegaba a sentirme feliz, realmente feliz al saber que no portamos la misma sangre. Fue un golpe duro, pero podía lidiar con ello, con lo que no podía lidiar, era con esto, con su indiferencia. Porque no sabía lo que hice para que me tratase de esta manera ¿Tal vez supo lo que siento? ¿Lo supuso en aquel momento? Me pregunté aquello muchas veces, la misma cantidad de veces que desees que me odiara antes de recibir su indiferencia.

Lo escuché suspirar y me miro con una cara llena de angustia antes de hablar. —Yo... está bien, hablemos dentro.

Lo miré aturdido antes de asentir y seguirlo en silencio como un infante que acaba de ser regañado. Al llegar a nuestra habitación, dejo sus cuchillas sobre la mesa y la espada recargada, al lado de la cama. Camino lentamente hasta la mesada donde se encontraba una bandeja con una pequeña jarra de vino caliente, la abrió, aspiro hondo y bebió de este, directamente del recipiente, para luego dejarle caer con fuerza. Me miró suavizando su mirada y me señalo con su mano el asiento frente a él. —Bien, acabemos con esto de una vez por todas.

Asentí y solté el aire que ni siquiera me había dado cuenta de que estaba reteniendo, camine lentamente hacia la mesa y me senté dejando mi espada sobre esta. —Mm. Hagámoslo.

Él soltó una suave risa cargada de tristeza y me miro con tanta profundidad que hizo mi cuerpo temblar. Tendió una tasa llena de vino y sonrió. —bebe una copa de vino conmigo, concédeme este pequeño capricho, luego de tanto tiempo.

Su mano temblaba y sus ojos se enrojecían, lo miré fijamente percatándome del leve temblor en sus labios y el pestañeo rápido de sus ojos; mi corazón salto ante la leve esperanza y toda esta frialdad, fuera una tonta razón que mi mente maquino desde nuestra infancia hasta el día de hoy. Agarre la copa acariciando sus dedos en suave roce precipitado, y vi como sus ojos se abrieron disimuladamente ante el acto, pero no retiro su mano ni mostró disgusto ante el tacto. —Si dejas de actuar de esa forma, no sería un capricho beber cada noche juntos.

Tosió ahogándose con el vino y miro disimuladamente hacia la ventana. —Por favor, mide tus palabras Lí Sǒng.

Reí ante su manera de actuar, siempre había sido así de adorable, a pesar de su madurez, su mirada de indiferencia, sabía que era una simple mascara en un intento torpe de esconder aquella tierna timidez. Así que simplemente arriesgaré todo por aquel ápice de esperanza. —¿Por qué? Realmente no dije nada extraño, no somos hermanos, pero nos criamos como unos, ¿Cuál sería el problema de compartir cuarto y beber juntos?

Él abrió sus ojos llenos de sorpresa, pero en el momento que aquellos se cruzaron con los míos, bajo la mirada con nerviosismo. —Se puede malinterpretar, no puedes decir aquello tan deliberadamente.

—¿Quién podría malinterpretarlo? ¿Por qué alguien confundiría las cosas? Somos dos hombres Lí YànYàn.

Sus labios temblaron y sus manos se apretaba fuertemente en un puño. —Tienes razón, olvida lo dicho.

Sonreí triunfal y tente mi suerte aún más. Agarre su mano con suavidad provocando que me mirara con aquellos ojos llenos de sorpresa. —Te harás daño si aprietas tus manos tan fuertes, YànYàn-gē...

El no quito su mano, solo me miró fijamente, moví mis dedos con suavidad acariciando su mano hasta que sentí como aflojaba el agarre, le dedique la sonrisa más sincera que pude y deslice mis dedos entrelazándolo con los suyos. —¿Me dirás la verdad ahora?, no es justo que me trates de esta forma, te extraño Lí Xiǎo.

Él miró mi mano, volvió a verme a los ojos y suspiro hondo apretando el agarre entre ellas. -Yo...

«Toc, Toc» mis ojos se abrieron en demasía, Lí YànYàn quito rápidamente su mano de la mía y se paró abrir la puerta, solté un gran bufido y miré al tipo molesto de cabello rojo que sigue por todos lados a mi YànYàn. —Chǒu Tai, ¿paso algo? Volvieron demasiado pronto.

El demonio rojo me miró dedicándome una sonrisa socarrona y paso el brazo por encima de los hombros de YànYàn apegándoles a él. —Nada, no tienes que preocuparte. Fue demasiado rápido, así que vine a compartir una copa con mi pequeño YànYàn, te molesta si me quedo un rato ¿Lí Sǒng?

Lo miré forzando una sonrisa y entre dientes dije. —Para nada, quédate el tiempo que quiera, obviamente no estábamos en nada IMPORTANTE...

—Oh, ya veo, entonces, ¿si quieres cambiamos de habitación?

Lí YànYàn no dijo absolutamente nada y no hizo ni el más mínimo esfuerzo por apartarse de su lado. Mi sangre hervía, agarré mi espada y salí mirando con ira aquel idiota. Parecía que nada salía bien para mí últimamente, me senté fuera de la posada viendo las estrellas, espere más de setecientos años para verle otra vez, puedo esperar un día más para confesarme... tal vez sea una señal de que aún no es tiempo.

Mire mi mano, la que hace unos segundos acariciaba la suya, sus ojos vidriosos, sus mejillas levemente coloreadas y el pequeño temblor de sus labios, sonreí como idiota sin darme cuenta y lentamente lleve mi mano a mis labios. Está bien, por ahora es suficiente con saber que no me odias Lí Xiǎo.

Escuché unos suaves pasos y vi a Yang Měi mirándome con una mirada preocupada, le sonreí relajándola y se encaminó sentándose a mi lado. —Bien, estás entero y sin lesiones, eso significa que no salió tan mal.

Reí ante sus palabras y asentí. —Realmente no pude decirle nada, YànYàn estaba a punto de hablar cuando llego ese idiota a interrumpir ¡ja!

Ella me miro y sonrió descaradamente antes de hablar entre carcajadas. —Jamás creí ver esta faceta de ti Lí Song ¿Estás celoso de Chǒu Dàren?

Mis ojos se abrieron con incredulidad y me pare estruendosamente. —¡¿PERO?! ¡¿QUÉ DICES?! ¡¿Celoso?! ¡¿Yo?! ¿De un demonio de pacotilla? Ja, ja, ja, eso es una verdadera broma Yáng Měi, no me jodas.

Ella reía cada vez más fuerte mientras yo regañaba su actuar, era una idiotez pensar que es posible, ¿no?... ¿Realmente estaba celoso de aquel demonio? Pero, era razonable ¿no?, él había estado setecientos años junto a mi Xiǎo-ge y lo tocaba con tal libertad... ¡Por Buda! De verdad me estaban comiendo los celos en aquel momento.

Me senté resignado al lado de Yang Měi, la miré suspirando y reí con ella descargando toda la tensión que había tenido durante esos tres días. Este sería un largo, largo viaje por recorrer, pero también era la mejor oportunidad para poder resolver cada obstáculo que se formó con el paso de los años, teníamos demasiado tiempo para poder arreglarlo y la eternidad para intentarlo las veces que fuesen necesarias. Con el tiempo pasando, sabía que, dentro de mí, nada iba a cambiar, mis sentimientos hacia él son totalmente reales, tal vez como Liú Huó y su Alteza Xuě Tiān...

Aclarando el tema de los nombres.

Para quienes no tengan conocimiento del diferente uso de los nombres. En la antigua China, se usaban diferentes títulos para dirigirse a una persona. Así mismo, esta la existencia del nombre honorifico o nombre de cortesía, que se les da a los hombres desde su mayoría de edad.

Dejare aquí alguno de los nombres, de aquellos personajes que hasta ahora han adquirido su nombre de cortesía en la historia:

Liú Xīn (nombre de nacimiento) - Liú Huó -(nombre de cortesía)

Li YànYàn (nombre de nacimiento) - Li Xiǎo (nombre de cortesía).