Lia siempre ha sido la chica invisible en la escuela, centrada en sus estudios y lidiando con una complicada vida familiar. Para ella, la secundaria es solo un paso hacia un futuro mejor, lejos de los dramas adolescentes y las expectativas de los demás. Pero su plan de pasar desapercibida se ve truncado cuando se cruza con Mateo, el chico más popular y carismático del instituto.
Mateo vive bajo la constante presión de ser perfecto. Como estrella del equipo de fútbol y el sueño de muchas chicas, su vida parece ideal. Sin embargo, detrás de su sonrisa encantadora, se esconde un joven que lucha por encontrar su propia identidad y escapar de las expectativas impuestas por los demás.
Cuando un proyecto escolar obliga a Lia y Mateo a trabajar juntos, sus mundos chocan de una manera inesperada. Lo que comienza como una colaboración forzada se transforma en una conexión genuin
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Capitulo 16: Enfrentando Miedos
De vuelta en la ciudad, Lia y Mateo se sumergieron en su nueva vida juntos, pero sabían que aún quedaban miedos por enfrentar. Decidieron no postergar más y buscaron la ayuda de un terapeuta de parejas para guiarlos en su camino hacia la sanación y el fortalecimiento de su relación.
La primera sesión de terapia fue reveladora. Sentados en el acogedor consultorio del terapeuta, ambos compartieron sus experiencias y preocupaciones. El terapeuta, un hombre de mediana edad con una voz calmada y reconfortante, los escuchó atentamente.
“Lia, Mateo,” dijo el terapeuta, “es evidente que ambos están comprometidos a trabajar en su relación. Pero para avanzar, es crucial que enfrenten sus miedos más profundos. Hoy, me gustaría que cada uno hable sobre lo que más les asusta en esta relación.”
Lia respiró hondo y comenzó. “Mi mayor miedo es volver a ser traicionada. Me aterra que los secretos y las mentiras vuelvan a destruir lo que estamos construyendo. No quiero vivir con esa inseguridad.”
Mateo asintió, tomando la mano de Lia. “Entiendo, Lia. Mi mayor miedo es no ser capaz de protegerte y fallarte como lo hizo mi padre con nuestra familia. Temo que mi pasado nos siga afectando y que nunca podamos escapar de su sombra.”
El terapeuta asintió, tomando notas. “Es natural tener miedos en una relación, especialmente después de lo que han pasado. Lo importante es enfrentarlos juntos y apoyarse mutuamente. Mateo, ¿cómo puedes ayudar a Lia a sentir más seguridad y confianza?”
Mateo miró a Lia con determinación. “Prometo ser honesto y transparente en todo momento. No habrá más secretos. También buscaré ayuda para manejar los problemas de mi familia y asegurarme de que no interfieran en nuestra relación.”
El terapeuta se volvió hacia Lia. “Lia, ¿cómo puedes apoyar a Mateo en su esfuerzo por superar su pasado y construir un futuro juntos?”
Lia sonrió con suavidad. “Prometo ser paciente y comprensiva. Sé que Mateo está haciendo todo lo posible para cambiar, y quiero estar a su lado en cada paso del camino. También trabajaré en mis propios miedos y en construir nuestra confianza.”
Con cada sesión de terapia, Lia y Mateo se sintieron más conectados y seguros. Empezaron a enfrentar no solo sus miedos individuales, sino también los desafíos externos que amenazaban su relación. Hablaron abiertamente sobre sus preocupaciones y se apoyaron mutuamente en momentos de debilidad.
Un día, Mateo decidió que era hora de enfrentar uno de sus mayores miedos: confrontar a su padre y establecer límites claros. Lia lo acompañó, ofreciendo su apoyo incondicional.
Llegaron a la antigua casa familiar, donde el ambiente estaba cargado de tensión. Mateo respiró hondo y llamó a la puerta. Su padre abrió, sorprendido de verlos.
“Mateo, ¿qué haces aquí?” preguntó su padre, con una mezcla de sorpresa y desconfianza en su voz.
“Papá, necesitamos hablar,” dijo Mateo con firmeza. “He decidido que ya no voy a seguir involucrado en tus negocios. Es hora de poner fin a este ciclo de mentiras y peligro.”
Su padre lo miró con ojos fríos. “¿Y crees que puedes simplemente alejarte? No es tan fácil, hijo.”
Mateo mantuvo su postura. “Lo sé, pero estoy dispuesto a enfrentar las consecuencias. No puedo seguir viviendo de esta manera. Lia y yo estamos construyendo una vida juntos, y necesito proteger eso.”
Hubo un momento de tenso silencio antes de que su padre suspirara, derrotado. “Si eso es lo que decides, no puedo detenerte. Solo ten cuidado, Mateo. Este mundo no es tan fácil de dejar atrás.”
Al salir de la casa, Lia tomó la mano de Mateo. “Estoy orgullosa de ti, Mateo. Sé que no fue fácil, pero enfrentar tus miedos es el primer paso para superarlos.”
Mateo la abrazó con fuerza. “Gracias, Lia. No podría haberlo hecho sin ti.”
A medida que pasaban los días, Lia y Mateo continuaron enfrentando sus miedos, grandes y pequeños. Aprendieron que el verdadero valor radica en reconocer las propias debilidades y trabajar juntos para superarlas. Cada desafío que enfrentaban los fortalecía y los acercaba más, construyendo una relación basada en la honestidad, la confianza y el amor inquebrantable.