La Omega más deseada

En el tiempo en que retome mis estudios, pude sobrellevar mejor el dolor y la pena que tenía. Sandra me acompaño todo lo necesario, y cuando cumplimos los 21 años ella descubrió para su felicidad que Jason era su compañero.

Ambos hablaron de sus sentimientos, se veían tan contentos, que me produjo una sensación de satisfacción sincera por su felicidad. La rutina de estudio no se vio afectada por su relación, tuvimos tantos trabajos y evaluaciones que casi no teníamos tiempo para nada, había unos fines de semana en que ellos pudieron salir y yo aproveché de hacer algo para entretenerme, no fue fácil, pero comencé a tomar clases de violín. Dedique gran parte de mi tiempo, en lograr sacar notas, aquello me ayudaba a mantener la mente ocupada. Algunas noches seguía teniendo pesadillas con Dante, veía sus ojos y sentía el sabor de la sangre aún en mi boca... Sandra me despertaba cuando me escuchaba gritar.

Cuando cumplí la mayoría de edad, pensé que sería especial, ya que descubriría a mi compañero, pero no fue así. Debía esforzarme por llevar una vida tranquila, y quizás al estar en una nueva manada sería algo bueno.

Al llegar a la nueva comunidad, me sentía muy nerviosa, mi madre me estaba esperando para llevarme a su vieja casa.

- ¿Cómo estuvo tu viaje cariño?_ preguntó

- Bien mamá, gracias por venir a buscarme_ le respondí

- Espero que podamos sentirnos cómodas en este lugar_ mencionó

- Supongo que con todo lo que he causado, es mejor estar en un lugar nuevo_ murmuré

- Querida, no quiero volver a oír, que lo sucedido fue culpa tuya_ dijo firme, haciendo que la mirara de frente

- Está bien mamá_ le sonríe con cariño

- Es momento de que vivas una vida sin problemas, personas prejuiciosas, envidiosas y malas_ puntualizó

La mire con afecto porque sabía que sus palabras buscaban que me sintiera más cómoda. Afuera de nuestra casa, había alguien más... Era una figura grande e imponente.

- ¿Qué hace el rey aquí?_ mencionó sorprendida mi madre

- ¿Qué? ¿El rey?_ dije también incrédula

La última vez que recuerdo haberlo visto, fue en la fiesta, una figura grande, imponente y hermoso. Fue muy extraño aquel encuentro...

- ¿Qué?_ dije

El olor que emanaba de él era increíble. Me hacía sentir en celo, era una mezcla de cítrico, pino y madera. No entiendo que me pasaba... mi corazón se agitaba con frenesí, ni siquiera recordaba haber sentido algo así antes.

- Sé que me presento sin avisar, pero deseaba personalmente darles la bienvenida_ mencionó él con solemnidad

- No sabemos qué decir. Es increíble que el rey se haya tomado tantas molestias con nosotras unas simples omegas y que además se habían marchado de esta comunidad_ respondió mi madre con algo de vergüenza

- Han pasado por mucho por lo que llegue a entender. Espero, sinceramente que puedan confiar en mí en lo que necesiten_ al decir eso me observó y pude verlo a los ojos

La sensación me resultó tan abrumadora que me asustó. Intenté rápidamente entrar a casa, sentía que estaba engañando mis sentimientos por Dante. No puedo llegar a sentirme así por alguien que a penas he visto dos veces en mi vida, me dije.

- No puede ser eso Nira. Se suponía que Dante lo iba a hacer, ambos lo sentimos cuando... no fui capaz de terminar.

< Así fue. Pero en ese momento se rompió nuestro vínculo_ mencionó triste

Tanto a Nira como a mi nos afectó enormemente la perdida de nuestro compañero. Sin embargo, el vínculo no era tan fuerte aún, debido a mi madurez. Está vez la sensación de conexión era abrumadora, tanto así que sentía que podía perder el control en cualquier momento.

Sentir que no era capaz de controlarme me hacía sentir incómoda. El rey fue muy cordial, y antes de actuar como tonta frente a él, deje que mi madre siguiera hablando.

- Querida, ¿qué te pasó?_ llegó preguntando mi madre al notar mi estado de confusión

- Mamá, creo que el rey es mi compañero_ dije nerviosa

- ¡Oh por Dios! Se repite la historia_ dijo ella con preocupación

- Lo sé, además estaba segura que mi compañero iba a ser Dante, hasta que sucedió aquello. No quiero dejar de quererlo, él me ayudó_ dije afligida

- Sé lo que sientes cariño. Aunque su padre nunca aceptó sus sentimientos, ustedes se quisieron de verdad. Y eso nunca cambiará_ me abrazo mi madre para calmar mis emociones.

Mi relación con Dante, estaba en proceso cuando llegó a pasar todo. Pase de odiarlo ha quererlo, porque el logro acercarse a mí.

Sentir este vínculo en estos momentos me parecía apresurado, y debía ser cuidadosa.

El rey no era alguien menor, era la persona más importante en los lobos. Los alfas están por debajo de un rey, y ya había sido atacada por ser alguien simple, no deseaba causar más problemas.

Mientras recorría el lugar donde vivió mi madre me puse a pensar en lo que ella habrá sufrido al no ser aceptada por su mate porque era considera inferior. No pasaré por eso.

Ordene con calma mis cosas, mis libros y me habituaba a mi nueva habitación, el lugar era más cómodo y grande que nuestra casa anterior. Recibí mensajes de mis amigos, estaban teniendo una cita, me enviaron fotos de su salida al cine. En eso que respondía, un número desconocido me decía una serie de acusaciones, como que Dante estaba en coma por mi culpa. Era seguro que alguien de mi antigua manada estaba haciendo que estuviera incómoda, no quise importancia hasta que leí:

* Haré que todos en tu nuevo clan sepan que eres una interesada y trepadora. No serás feliz después de causar tantas muertes_ fue lo que ví

< Seguramente se trata de la amiguita Adriana_ mencionó molesta Nira

- Es lo más probable_ dije a mi pesar

< Yo iría a dónde el rey y haría lo que quiera. Y después sometería a todas esas escorias_ decía lujuriosa mi loba

- Nira, deberías calmarte_ dije avergonzada

Tampoco es como si el rey fuera hacerme caso aunque fuéramos compañeros_ dije

< Su lobo Atlas, está igual de ansioso_ comentó divertida

No haya las horas de lanzarse encima de nosotras.

Hice que Nira dejara de decir locuras. Es demasiado pronto olvidar lo que ha pasado.

A pesar de mis esfuerzos y sentirme mal, no pude evitar soñar con el atractivo rey...