Isabella Villareal se encuentra envuelta en una grave situación, solo ve una salida, necesita un arma para salvarse y cobrar lo que le han hecho, Alessandro Castillo es justamente lo que ella necesita, pero ¿acaso podrá ella utilizarlo a su antojo? ¿será él la arma que ella necesita o por el contrario una en su contra?
Descubramos que nos trae EL TRATO, ¿VENGANZA O AMOR?
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Capitulo 17
Mientras tanto Alessandro está trabajando en su estudio, esperando que llegue su esposa para comer, hasta ese momento no sabía que bien se sentía esperar a alguien para compartir la mesa, claro esto sin tener idea de la visita que en este momento estaba camino a su casa.
- Señor, la señora ya llego. – Le informa Beto entrando al estudio.
- Muy bien Beto, dile a mi nana que sirvan la comida y avísale a Aria, para que vaya al comedor. – Indica Alessandro.
- Si señor. – Responde Beto, para ir a recibir a la señora, mientras Alessandro se levanta de su asiento para dirigirse al comedor.
Isabella llega a la mansión, dándose cuenta de que Beto está en la puerta esperándola, le sigue sorprendiendo toda la solemnidad en esa casa.
- Gracias Rafael, que descanses. – Se despide Isabella.
- Igualmente, señora, es un placer estar a su servicio, cualquier cosa estoy a su disposición si me necesita en cualquier momento, por favor llámeme. – Menciona Rafael, pues la orden es estar siempre con ella, como su jefe de seguridad.
- Gracias Rafael, por hoy te puedes ir a descansar, ya que no saldré para nada, mañana nos vemos temprano debo salir.
- De acuerdo señora Aria.
Dicho esto, Isabella baja del vehículo, mientras Beto la recibe.
- Bienvenida a casa señora Aria. – Saluda respetuosamente Beto.
- Beto no tienes que ser tan solemne y esperarme en la puerta cada día. – Le dice Isabella, le parece un poco tedioso.
- Ese es mi trabajo señora, además no sabe lo feliz que me hace tener alguien a quien recibir, sé que no lo sabe, pero nunca tenemos visitas, bueno de hecho el señor casi nunca esta, así que recibir a alguien es una alegría para mí. – Responde con una sonrisa Beto.
- Bueno, entonces no diré más, si eso te hace feliz, puedes recibirme siempre. ¿El señor ya llego? – Pregunta Isabella.
- Si señora, la está esperando en el comedor para comer, acabo de informar que usted ya llego para que sirvieran la cena, así que puede pasar. – Informa Beto.
- De acuerda, subo un minuto al cuarto y ya voy al comedor, gracias Beto.
- A sus órdenes señora.
Una vez Isabella ha subido rápidamente y puesto algo cómodo, baja al comedor, al entrar puede ver que están poniendo la mesa y que Alessandro está sentando tranquilamente leyendo el periódico, mientras una de las chicas que está sirviendo le hace ojitos, pero este ni se percata, haciendo sonreír a Isabella.
- Buenas noches. – Saluda Isabella.
- Estas aquí. – Es lo único que responde Alessandro, haciendo sonreír ahora a la empleada que mira con burla a Isabella, pero esta ni se inmuta, tendrá que acostumbrarse a las frías expresiones de su esposo. Por lo menos a mí me habla piensa en respuesta a la burla de la chica.
- Así es, no sabía que llegarías para comer, de ser así habría venido más temprano. – Menciona Isabella, sobre todo para que escuche la empleada más que por Alessandro, quien se sorprende de escucharla, está demasiado complaciente a su parecer y está seguro que eso no es normal en ella, por lo que la observa con sospecha, pero decide no decir nada.
- Desde ahora a menos que este de viaje o tenga algún compromiso, vendré a cenar contigo. – Responde Alessandro tranquilamente sorprendiendo de sobremanera a Isabella y también a la empleada que al escuchar eso, observa con más odio a la mujer que ahora es la señora de la casa y la cual tampoco sabe que responder a eso, para empeorar o mejorar las cosas, no sabe bien para cual, Martha quien iba entrando al comedor con los platos principales escucho y se emocionó inmediatamente.
- De verdad mi niño, me alegra mucho escuchar eso, señora Aria, debemos hacer el menú para los desayunos y comidas. Parece que ahora por fin podre preparar muchos platillos para ustedes – Agrega emocionada Martha a lo que Isabella solo asiente y Alessandro ya no dice nada.
La comida transcurría con calma, Isabella estaba esperando en qué momento Alessandro mencionaría algo sobre su trabajo, pero hasta ahora estaba comiendo en completo silencio, se veía muy tranquilo, así que no sabía bien que esperar.
Una vez termino de comer, Alessandro se levanta de la mesa, pero antes de marcharse le dice:
- Una vez termines de comer te espero en el despacho. – Sin dejarla ni siquiera hablar, Alessandro salió rumbo a su despacho, dejando a Isabella con la palabra en la boca, cosa que también le empieza a molestar.
Una vez Isabella termina de comer, decide primero subir a su habitación para tomar una ducha, si se preguntan el porqué, es simple, Alessandro le dijo que fuera al despacho una vez terminara de comer y ella simplemente no quiere seguir órdenes, así que claro que ira, pero después de ducharse, Isabella sonríe de pensar en la cara de Alessandro, a ver si puede mantenerse así de tranquilo, está jugando con fuego, lo sabe, pero debe poner límites desde ahora piensa para sí misma.
Mientras tanto alguien toca en el despacho de Alessandro, pensando que es Aria le da el paso.
- Siéntate. – Ordena Alessandro sin levantar la cabeza.
- Desde cuando me hablas de esa manera. – Inquiere Federico observando a su nieto, quien levanta su cabeza totalmente sorprendido por la voz que escucha.