RECUPERAR TU AMOR

Angie, hija, deja de llorar, mi princesa. Mamá, no sé qué pasó con Pablo —habló Angie, entrecortada por su llanto—. Yo esperé todo de él, cuánto me ha lastimado. Mi vida se la dejé en sus manos y mira cómo me ha roto el corazón. Lo conocí en una noche, luché contra una corriente y lo que siento por él es un amor eterno, jamás podré olvidarlo y ahora menos.

Yo te dije, mi corazón, que ese Pablo no te amaba de verdad y que ese Samuel tampoco quería a Melissa. Ya no llores más, Angie. Deberías casarte con Carlos, irte del país y ser feliz. Olvídate de ese perdedor, mi niña hermosa.

—No lo voy a hacer, mamá. Voy a salir adelante con Melissa. Vamos a colocar el bufete de abogados, así que no me voy a hacer cargo de tu empresa. Dile a Andrés que lo haga, mamá.

Al menos cásate con Carlos, él te ama, hija. —No lo voy a hacer, mamá, y tampoco puedo, mami. Quiero que entiendas que estoy casada por el civil con Pablo y estoy esperando un hijo de él y mío, así que no quiero nada con nadie. Perdóname.

—Oh, Angie, ¿cómo pudiste? ¿Cómo es posible que sigas apostando por alguien que no te valora? ¿Cómo puedes seguir con ese hombre que te hace sufrir? No entiendo, hija.

—Lo siento, mamá. Sé que te duele verme en esta situación, pero mis decisiones son mías y debo enfrentar las consecuencias. Quiero darle una oportunidad a Pablo, a pesar de todo lo que ha pasado. Yo lo voy a esperar y vamos a aclarar las cosas, quizás pueda volver a verlo, no pierdo la fe, quizás podamos ser felices juntos. Y si no es así, al menos intenté luchar por mi familia.

—Ay, hija, eres tan terca. Pero te entiendo, te amo y siempre estaré aquí para apoyarte, pase lo que pase.

—Gracias, mamá. Eres mi roca, mi apoyo incondicional. Te prometo que sea como sea, siempre voy a salir adelante. Y Melissa estará a mi lado, juntas podremos lograr todo lo que nos propongamos. Gracias por entenderme y por amarme tanto.

—Siempre, hija. Siempre. Te amo más de lo que puedas imaginar. Ahora ve, descansa y piensa bien en todo lo que has pasado en estás horas.

—Gracias, mamá. Mañana hablaré con Melissa y veremos qué sucede. Solo quiero que todo vuelva a ser como antes, que podamos ser felices juntos.

—Te entiendo, hija. Solo espero que tomes una decisión que te haga feliz, eso es lo más importante. Descansa ahora y confía en ti misma. Todo saldrá bien.

—Gracias, mamá. Te amo.

—Yo también te amo, hija. Siempre estaré aquí para ti. Buenas noches.

Narradora

Salomé salió enojada de la habitación de Angie. Sentía que todo lo que había planeado para eliminar a Pablo y a Samuel no había sido productivo para sus planes. Ella necesitaba que Angie se casara con Carlos. Pero eso iba a ser imposible, ahora sabía y conocía a Carlos, y él no iba a aceptar un bebé que no fuera su propio hijo. Caminaba de un lado para otro en su habitación, estaba enojada, desesperada. Lo único que se le ocurrió fue llamar a la cárcel y dar la orden de matar a Pablo y a Samuel, así se quitaba ese estorbo de una vez por todas. Ahora tenía que pensar en cómo hacer que ese bebé no llegara a este mundo, pero con lo que no contaba Salomé era con las amenazas que empezaron a llegarle de un momento a otro. Así pasaron dos semanas donde ella pensó que había logrado deshacerse de Pablo. Cada día le llegaban mensajes: "Yo sé que usted mandó a matar a Pablo Aragón y a Samuel Rodríguez. Yo sé que usted es una traficante de droga y armas". Eso la tenía desesperada.

Salomé no sabía quién estaba detrás de esas amenazas, pero tenía miedo de que su lado secreto saliera a la luz. No podía permitir que alguien la delatara, eso arruinaría todos sus planes. Después de mucho pensar, decidió ir a visitar a Carlos una vez más y tratar de convencerlo de que se case con Angie era la mejor opción para ambos. Pero cuando llegó a la casa de él, se llevó una sorpresa desagradable. Carlos la recibió con una mirada fría y decidida, y le dijo que sabía de sus planes.

Que él no se iba a casar con Angie por estar embarazada y que le devolviera el dinero que le había prestado. Salomé se quedó petrificada, sin saber qué hacer. Carlos le contó que Angie tenía dudas de ella y que descubrió toda la verdad gracias a unos mensajes anónimos que había recibido. Salomé se sintió acorralada, sabía que ya no podía seguir adelante con su plan sin arriesgar su propia libertad. "Tengo que negarlo todo, Carlos, ante mi familia. No es su familia, Devora, —mi hermana jamás aparecerá jamás mucho menos Pablo y Samuel.

Tienes que creerme, no tengo nada que ver con esos mensajes, alguien más está tratando de arruinarlo todo. Por favor, Carlos, háblalo con Angie, sé que podemos llegar a un acuerdo", le suplicó Salomé.

Pero Carlos se mantuvo firme en su decisión y le exigió el dinero que le debía. Salomé, desesperada, se vio obligada a devolverle el dinero y salió de ahí enojada. Tenía que mirar cómo hacer que Angie y su familia creyeran en ella de nuevo.

Decidió investigar quién podía estar detrás de esos mensajes falsos y de esa difamación. Comenzó a revisar sus mensajes y correos electrónicos en busca de pistas, pero no encontró nada relevante. Entonces ella tomó la decisión de volver a casa y desmentir todo.

Llegó a su casa decidida a poner fin a toda la confusión y difamación que había sido creada en su contra. Angie, Andrés, Melissa y Jorge la estaban esperando en la sala de la casa, donde Angie le preguntó con una mirada fría y seria si ella era culpable de los mensajes anónimos que habían llegado donde la culpaban a ella por la muerte de Pablo y Samuel. Así, entre lágrimas, lo negó, se hizo la víctima y logró convencerlos a todos de que ella era inocente. Angie, junto a Melissa, tomaron la decisión de viajar a Bogotá, Colombia, por un tiempo...

Continuara...