MI CRUEL, FRÍA Y ADORADA ESPOSA "LA CEO"

Bernarda fue a ver si Alex ya había hecho el desayuno y así fue. Ella entró en el pequeño comedor y estaba su guapo, sensual, y perverso esposo por contrato. Ella se sonrojó al recordar lo que había pasado, así que se quedó quieta sin saber qué hacer.

Alex salió con los platos y ambos se miraron frente a frente, Bernarda sonrió nerviosa y Alex la saludo desviando la mirada para ponerse rojo, sabía que se había pasado la mano, pero Bernarda, ella era tan…, tan…, no tenía palabras para describir lo que ella provocaba en su corazón y su cuerpo, principalmente en su cuerpo.

—Buen día, cariño, las niñas ya están casi listas, no olvides llevarlas a la parada del autobús —dijo Bernarda tratando de que no se note lo nerviosa que estaba.

Sin embargo, Alex se emocionaba como nadie cuando ella le decía así, aunque él no había podido decirle palabras románticas. Sabía que se moría por hacerlo, solo que aún no entendía esa relación que tenían.

—Buen día, mi cielo, no te preocupes, yo me encargo —dijo casi en un susurro, aun sin mirarla, pero Bernarda había escuchado sus suaves palabras haciendo que su corazón casi se le salga del pecho de la emoción, salió apresurada, ya que no sabía cómo llevar todo esto que la estaba rebasado todo el tiempo.

Bernarda subió a su auto como de costumbre, fue al lugar acordado y Angie estaba con todo listo. Ella se arregló lo más que pudo, tenía una reunión importante ese día, el proyecto más grande está en juego y Arnold no sabía cómo gestionarlo.

Ángela miraba a Bernarda esperando que diga algo, sin embargo, ella parecía no querer hacer declaraciones como actriz infiel, pero ella ya había visto que todo había salido a pedir de boca.

—No necesitas decirme nada, jefa, puedo ver en tu piel lo rico que te la pasaste —dijo mirando el escote de Bernarda y un poco más arriba.

Bernarda frunció el ceño, ella había salido hecha un rayo, no se había visto en el espejo siquiera y fue cuando los vio, si los…, porque no era hijo único, tenía varios hermanos del mismo tamaño color, las marcas pasionales se extendía por sus senos y abdomen cada vez más abajo y Bernarda se cubrió de inmediato. No se había mirado a sí misma, estaba agradecida de que las niñas estén un poco dormidas, así que parecían no haber notado que ella estaba toda decorada, como arbolito de Navidad.

Sin darse cuenta, sonrió un poco, al recordar a ese tipo tan desvergonzado. Angie veía la situación con una leve sonrisa. Bernarda era una mujer de pasos seguros, más aún después de lo que había pasado con Arnold, ella era más desconfiada, pero aprecia que Alex había tocado las puertas de su corazón entumecido por el dolor, y estas se abrieron un poquito, ahora cada vez que Alex toca las puertas del corazón de Bernarda, las puertas se abren mucho más. Pero Angie está segura de que Bernarda no le cerrará las piernas a Alex nunca, ya que se la ve radiante y muy entusiasmada, con una energía renovada.

Bernarda se puso un dispositivo para no quedar embarazada, ella supuso que Alex tomaría su derecho de esposo mucho antes, sin embargo, se había tardado 8 meses en pedirle sexo, sin embargo, ahora Bernarda está nerviosa, había una química muy fuerte entre ellos, era algo que no se encuentra fácilmente.

Ella trató de cubrir con maquillaje a los que estaban a la vista, no tenía tiempo. La reunión ya empezaría y ella estaba ahí, suspirando por un revolcón, como si fuera el mega revolcón, pero después recordó que era el mega ultra revolcón y volvió a suspirar con más ahínco.

Llegó a la empresa y ahí estaban los enemigos más grandes, Arnold con Sisi, los padres de Arnold, los padres de Bernarda y su hermano. Quien la vio con reproche, no podía creer que su estúpida hermana se hubiera divorciado de Arnold. Aunque él ya sabía que Sisi andaba con Arnold desde hace años, eso no tiene nada que ver con el matrimonio de su hermana, a fin de cuentas, debería sentirse honrada por ser la esposa y siempre estar por encima de Sisi, y Bernarda no parecía entender su lógica, no debería darle tanta importancia a la amante y dejarla ser.

Bernarda entró con Ángela mirándolos a todos con indiferencia; sin embargo, Bernarda, ese día, se veía radiante y tenía un brillo que la hacía más bella que nunca. Sus ojos estaban con una suave humedad que les daba un toque de frescura.

Se sentó en su sitio mirando a todos, mientras que el resto solo podía obedecer. En cuanto ella se posesionó en la cabecera de la mesa, todos inmediatamente se sentaron.

Bernarda miraba todo como una águila a su presa, parecía tener el instinto de leer mentes, ya que nadie podía engañar a esa hermosura que, para colmo de los males de esa gente, ella era muy inteligente y capaz.

—Bien, ahora que tenemos todo claro con los tres principales proyectos, todos a trabajar —dijo Bernarda, pero Logan, su hermano mayor estaba descompuesto, Bernarda había destinado el proyecto menos favorable para la cooperación con la empresa de los Monterrosa, el proyecto más fuerte lo tenía Arnold para desarrollarlo y el otro que era solo un poco más pequeño que el de Arnold lo tenía Bernarda, así que se sentía muy infeliz.

—Bernarda, el proyecto destinado a nuestra familia es realmente una burla, solicito que se nos asigne un proyecto de cooperación de acuerdo con los estándares de nuestra empresa —dijo indignado, mientras que Bernarda solo lo miraba sin reaccionar.

—Logan, es el proyecto adecuado para la empresa de tu familia. Recuerda que me dijiste hace 6 meses que no merecía ser una Monterrosa, pues estoy de acuerdo.

—Este proyecto es lo que pueden manejar, será trabajado de forma normal, sin preferencias ni favoritismos, no van a ser parásitos de la empresa Davis todo el tiempo, algún día tienen que trabajar y si no pueden, pues no habrá más proyectos de colaboración, así de simple, las sanguijuelas empresariales deben conocer su lugar —dijo tranquila mientras que Logan estaba furioso, siempre habían sido apadrinados de la empresa Davis, siempre habían tenido grandes ganancias por no hacer casi nada y poner en riesgo lo mínimo en el proceso, pero parecía que ahora con Bernarda a la cabeza de la empresa Davis, nada sería fácil, absolutamente nada.