Larisa ha reencarnado en Lune Blanche, la villana cuyo final fue lamentable por intentar matar a la santa, pero ahora ella cambiara eso, acepta el rompimiento de su compromiso y decide unirse a los cazadores del ducado para acabar con las bestias salvajes que crean caos en el país. Lune ahora demuestra su poder de bruja y en su camino se cruza el personaje extra, Alessandro un hombre lobo con gran poder.
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capítulo 16- después de ver la verdad...
Los magos levantan una nueva barrera, evitando que más arpías entren a la aldea, de ese modo, pueden eliminar las que están dentro, aunque lamentablemente la aldea tuvo bajas y perdida material, pero al amanecer ya todas las arpías estaban muertas, pero las personas con familiares muertos o heridos, no dudan en lanzarle piedras a la Madison, siendo Gael quien la cubre con una barrera.
"La santa es una falsa."
"Cobarde" "inútil."
"Mi esposo esta muerto por su culpa."
"Falsa y cobarde." "Largo de aquí." "Son una basura"
— ¡basta! Ella aún no tiene experiencia, no es de este mundo, no su culpa temerle a las arpías.— reclama Gael.
— en verdad lo siento mucho, juro que haré lo mejor para poder protegerlos.— Madison tenía los ojos llorosos.
La gente decide ignorarlos y van con Lune y su grupo, pidiendo una disculpa por lo sucedido ayer en la tarde y agradecen por haberlos salvado.
Alessandro por su parte, hablaba con los hombres de la aldea, pues sus casas han sido destruidas y necesitan materiales para construir nuevas, lo cual no podrán conseguir, Alessandro se ofrece a enviar un mensaje a al archiducado para que envíen materiales suficientes para reconstruir, lo cual ven muy generoso de su parte aunque ellos sean de Num.
Madison se había apartado de Gael y se acerca a Alessandro, haciendo una reverencia.
— muchas gracias por protegerme, me gustaría poder recompensarlo.—
— ¿recompensa? ¿Que podrías tu darme? No me falta nada y no me interesa recibir nada del templo.— responde con molestia.
— yo le daré lo que me pida, le ofrezco todo de mí...— menciona avergonzada.
Alessandro solo ríe por sus palabras.
— no tienes nada, simplemente mantente lejos de mí.— frunce los labios.
Madison agacha la mirada y sus ojos se ven llorosos ante las crueles palabras del Archiduque.
— no tiene que ser tan cruel, yo solo quiero agradecerle...—
Aunque Madison estaba llorando, cuando ella levanta la vista, Alessandro se había alejado de ella y Gael se acerca para consolarla, a lo que Madison aprieta los labios. Más tarde, Alessandro había enviado un ave con un mensaje a Frank, por el momento, los aldeanos deben dormir en casas de campaña, pero con una barrera reforzada no tendrán que preocuparse por ser atacados.
Al día siguiente, la respuesta de Frank llego, por lo que Alessandro le informa a la matriarca que los materiales para sus hogares estaban en camino y así, ya Lune y sus cazadores se disponen a marcharse, Gael se acerca a ella.
— necesito que nos escolten a la capital, los guardianes huyeron y otros están heridos, no podremos viajar solos.—
— ¡oh! Que triste, pero si tienes a tu santa, puede ella protegerlos.—
— ¡basta!no cabe duda que sigues resentida.—
— ya le dije que me da igual, se lo dije, yo tengo a una hombre que si amo.— mira hacía Alessandro.
Gael aprieta las manos con molestia.
— en fin, los cazadores deben escoltarnos a la capital, su padre sirve al rey y como heredero deben de ayudarme.—
— lo siento, nuestra misión no es ser escolta, tenemos mejores cosas que hacer, pero si quieren pueden venir.—
Será divertido tenerlos con ellos, tal vez los puedas atar a un árbol y usarlos de carnada. Todos suben a sus caballos, incluso Lune y Alessandro, iniciando así su marcha, Gael no tiene de otra que subir a Madison a un caballo y subirse con ella para seguirlos, al igual que los pocos guardianes que aún están heridos.
— ¿nos llevarán a la capital? — pregunta Madison.
— no, ellos van a otro pueblo, como cazadores deben limpiar las zonas de arpías.—
Madison se abraza al príncipe mientras su cuerpo tiembla, del solo recordar lo de anoche, se asusta, ella jamás podría pelear contra esas cosas, pero recuerda como Lune las combatía sin temor. Gael por su parte, luce molesto al ver como Lune y Alessandro van platicando a gusto, así que de acerca a Reynold.
—¿que clase de relación tienen lady Blanche y el Archiduque?—
Reynold se molesta por esa clase de pregunta, el príncipe actúa como si fuese un novio celoso.
— digamos que son muy cercanos desde que se conocieron.— sonríe con burla Reynold.
Es más que obvió que el príncipe, no soporta ver que Lune no le presta atención como alguna vez lo hizo, ese cambio ha sido beneceficioso para Lune.
— increíble, acaba de romper su compromiso y busca otro hombre.—
— me disculpo por esto alteza pero ¿usted no hizo lo mismo? Cuando la santa llego olvido que era un hombre comprometido y poner de excusa que es diferente porque usted es hombre, es absurdo, ella merece encontrar un buen hombre ¿o pretende que viva enamorada de usted toda su vida? —
Ante esa palabras, Gael no encontraba la forma de defenderse.
— deje que haya haga su vida como usted hace la suya.— Reynold tira las riendas de su caballo para apresurar el paso.
Gael estaba molesto por las palabras de Reynold, y Madison podía ver su expresión, aunque no dice nada, solo voltea hacía Lune y Alessandro. El viaje duro algunas horas hasta hacerse de noche y esta vez se han detenido en medio de la llanura, Madison estaba temerosa, porque sabe que las arpías salen de noche, el campamento fue puesto y Gael se acerca a Reynold para preguntarle cual sería la tienda para Madison.
— ¿que? Las tiendas son completas para nuestro equipo, pero le daremos algunas colchas y pueden quedarse cerca de una fogata.— responde Reynold.
— no pueden hacer eso, lady Madison es una señorita, no puede quedarse a la intemperie.— se queja Gael.
— lady Blanche también lo es y ella se queda fuera cuando quiere.—
Gael molesto busca a Lune, quien ayuda a preparar la cena.
— necesito que compartas tu tienda con lady Madison, pero no se te ocurra molestarla.—
—¿tienda? ¿Por qué debería compartir? —
— deja tu absurdo resentimiento, ella es una dama, no puede dormir fuera.—
— bien, que la use, pero no me quedaré en la misma, si le pasa algo, no quiero que me culpen. Compartiré con alguien más.— mira hacía Alessandro.
Gael la sostiene del brazo con fuerza.
— vaya que aprovechas la oportunidad para andar de ofrecida.—
— ¿ofrecida? El Archiduque es libre y yo también, no soy ofrecida, simplemente nos gustamos.— sonríe ladina.
— aléjate de él y pórtate como una dama decente.— tira se brazo.
— de acuerdo, seré decente. ¡NO! YA LE DIJE QUE NO SERÉ SU AMANTE, USTED YA TIENE A LA SANTA— grita Lune.
Todos voltean a verlos, notando que Gael le sostiene el brazo, Alessandro se acerca y aprieta la muñeca de Gael para que suele a Lune.
— aleja tus manos de ella. Desde anoche la estas molestando, ¿no te es suficiente con tener a una?— le regaña Alessandro.
Gael intenta liberar su mano pero no puede, aun así, Alessandro le suelta y lo empuja.
— déjala en paz.—
Alessandro la lleva lejos, mientras que Gael se pone de pie y piensa ir a alcanzarlos, pero los cazadores le impiden el paso.
— siga acosando a nuestra señorita y nos olvidamos que usted es el príncipe.— menciona uno de ellos.
A Gael no le queda de otra que apartarse, pero estaba molesto, detesta la idea de que Lune ya no le preste atención. Antes ella siempre buscaba llamar su atención, incluso no dudaba en conseguirle regalos costosos y decir cuanto le amaba, pero ver que ese supuesto amor se fue tan rápido, es lo que realmente le enoja.
Como actúan los gemelos van a parecer siempre los más peques