En el inicio de este oscuro invierno Verónica se encuentra en estado de shock al observar a su novio con una mujer, pero no es cualquier mujer esa mujer es su madre.
- Qué hiciste madre?
- no es lo que crees Verónica, Lucas solo está aquí para hablar contigo quiere que lo perdones por haberte ignorado tanto tiempo.
- Verónica. .
- no digas nada Lucas, llevo más de media hora en la puerta escuchando todo lo que pasa en el interior de esta habitación y me quieren meter los dedos a la boca diciéndome todas esas ridiculeces...
que Lucas la traicionara no le dolía tanto como que esa mujer fuera su madre, pero sin embargo ahí comenzó a entender de Por qué su madre cada rato le insinuaba que terminara esa relación, ahora todas las cosas comenzaron a tener sentido su madre quería ese hombre solo para ella y si así lo quería lo iba a hacer.
- Mira madre si tú tanto quieres a Lucas Quédate con él.
- Verónica, tu madre solo me estaba aconsejnado.
no le importaba las explicaciones de él
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Mi historia
No sé cómo terminé en esta habitación tomada de la mano de la señora Clara, pero en resumen, me volví a ver con mi madre, aquella persona que me dio la vida, pero al mismo tiempo es el mismo demonio que me quiere ver fracasar, o eso es lo que me da a entender.
"Vero, ¿Te puedo decir así?"
"Sí, señora."
"Ahora que estamos solas, quiero escucharte para no llegar a juzgarte, porque en este momento la única idea que se me viene a la cabeza es que te sentiste decepcionada de Lucas y quieres que pague al verte al lado de su hermano."
En el fondo, sabía que la señora Clara podría pensar esas cosas. Aún no soy madre, pero sé que al ver que alguien estuvo con uno de sus hijos y ahora se encuentra con el otro, da mucho que imaginar. Por suerte, la señora Clara no me está juzgando ni me está ofendiendo, y menos tratándome mal. Al contrario de todo eso, me está pidiendo una explicación de cómo han sucedido las cosas.
"Señora Clara, me alegra que me quieras escuchar, porque otra persona en tu posición me atacaría y no me daría ni el tiempo de explicar nada. Pero para entrar en detalles, debo comenzar con contarte mi historia. Cuando cumplí 20 años, conocí a Lucas. Era un chico extraordinario, simpático y todas esas cosas me comenzaron a deslumbrar. ¿Quién no se deslumbraría con un chico atento y detallista? Pues todas esas cosas me sucedieron. Pasó más de tres meses para que aceptara que fuera mi novio, pero desde el principio le di a entender que para mí era muy importante llegar virgen al matrimonio. En ese momento, él lo entendía, pero como dicen por ahí, en la flor del noviazgo no se mira nada malo. Me cegué al estar enamorada de él. Comenzó a visitarme en la casa, mi madre lo recibió muy atenta, empatizaron rápidamente, cosa que me alegró al saber que mi madre y la persona que en ese momento era mi novio se llevaran bien.
Desde ese día, las cosas comenzaron a cambiar un poco. Tuvieron que pasar más de 6 meses para que yo lo presentara en la casa, porque no iba a presentar a cualquier persona en ese lugar. Tenía que estar segura de que esa persona era buena para mí. Hasta ese momento, lo era. Desde que comenzó a ir a la casa, sus atenciones hacia mí cambiaron un poco, pues no le vi gran importancia, ya que estábamos estudiando y manteníamos algo ocupado en nuestras labores, y a veces no nos quedaba tiempo para vernos. Pero hace meses, se me dio por llegar a la casa sin avisar. Tuve una salida con una amiga que vino del extranjero. Se supone que ese día me iba a quedar en el apartamento en el que ella se estaba quedando, pero decidí regresarme a la casa temprano, ya que tenía más cosas por hacer."
Entré en silencio sin hacer ningún ruido, pues ya eran más de las 6 o 7. Así que deduje que mi madre se encontraba en la habitación descansando. Decidí acercarme a su habitación para asegurarme de que se encontraba bien, pero vaya sorpresa que me llevé en ese momento. En el interior de esa habitación, tenían una charla muy acalorada. No se imagina, señora Clara, lo que sentí en ese momento al oír a mi madre y a mi novio, en aquel momento, jurándose amor.
"Con todo lo que dices, me quedo impactada al saber cómo te ha tratado mi hijo. Ahí me has sacado de una duda. Pero ahora quiero que me expliques cómo llegaste al lado de Derek", dijo la señora Clara.
"Esas fueron una de las cosas más raras del destino. Como te venía contando, en ese momento quedé impactada. Pero, sin embargo, abrí la puerta de la habitación y los encontré dándose un beso. Me puse furiosa, les reclamé y no lo pensé ni un instante en ir por mi maleta e irme de esa casa. Me sentía decepcionada por aquellas personas. Salí de ese lugar con una maleta sin rumbo fijo. En ese momento no pensé en dónde me iba a quedar, qué iba a hacer con mi vida. Solo quería salir corriendo de ese lugar. Llegué a la esquina de una tienda y me compré una botella de tequila. Lo único que recuerdo en ese momento es que me encontraba arrinconada en el tronco de un árbol. Y en el único momento que me di cuenta de que había alguien al lado mío fue cuando las gotas de lluvia dejaron de caer en mi cara. Derek se encontraba al frente mío con una sombrilla", respondí.
"Te salvó mi hijo, vaya", dijo la señora Clara.
"Desde ese día, me llevó a vivir con él. Ha comprado una casa para que estemos más a gusto, pues en el lugar que se estaba quedando solo había una cama y una habitación. No sé cómo terminé al lado de su hijo, pero sea como hayan sucedido las cosas, lo que pasé con Lucas es parte de mi pasado. Con Derek me siento muy a gusto y no cambio esa sensación por nada", dije.
"Ven muchacha, sea como hayan sucedido las cosas. Ahora entiendo que no tienes la culpa de nada. Que lo único culpable aquí ha sido Lucas en mezclar las cosas. Te doy la bienvenida a esta familia y espero que seas muy feliz al lado de mi hijo", dijo la señora Clara.
Gracias, señora.
Juntas bajaron a la sala. Allí se encontraba el señor Lucas con Derek. Al mirarles bajar con una sonrisa, entendieron que las cosas estaban bien. Mientras la señora Clara y Verónica se encontraron en la habitación hablando, Derek aprovechó para contarle la historia a su padre. El señor Lucas quedó impactado al saber que esa pequeña muchacha había despertado en su hijo celos, ganas de proteger a una persona y todos los sentimientos genuinos hacia su amor.
Gracias por haber venido.
De nada, señor. Pronto volveré.
Gracias, Vero.
No tiene nada que agradecer. Ustedes me han recibido como parte de su familia y me siento muy a gusto al lado de ustedes. Lo que sí les voy a dejar claro es que soy una persona muy hogareña, así que me tendré aquí en esta casa en muchas ocasiones.
A la señora Clara le causó algo de gracia. Su hijo no es tan hogareño, pero sabe que con esa muchacha habrán muchos cambios en su vida.
Ojo porque Derek es más de trabajar, dijo el señor Lucas.
No importa. No necesito venir con él para verlos. Se puede quedar trabajando y los tres nos vamos a disfrutar.
Oye...
Ja, ja.
Verónica no se sentía atacada y menos obligada a decir alguna palabra. Todo lo que dijo era lo que le nacía del corazón. Aquella pareja le despertó unas ganas de tenerlos al lado. Sin ser sus padres, le daban el afecto que ella quería sentir. La señora Clara tomó el número de Verónica para escribirle en cualquier momento si necesitaba salir. A lo que Verónica se sintió muy a gusto. Le dijo que no se limitara. Que si todos los días quería verla, le podía escribir. Que ella estaba dispuesta a salir corriendo y dejar botado a Derek.
Oye, tú eres capaz de verdad dejarme botado solo por irte a ver con mi madre.
Sí, si para ti es más importante el trabajo, por mí está bien. Pero no por eso me voy a limitar a salir o quedarme en casa. Ten en cuenta eso. Además, hay que sacar tiempo para las personas que queremos porque no son eternas.
Derek = Edwin.
Lucas = Derek.