AHORA SOY ISABELL La Fría Y Olvidada Emperatriz

Era el emperador bueno ahora príncipe heredero otra vez lo mire de pies a cabeza tenía un traje blanco con una corbata rosa pálido y detalles gris y blancos en su traje me gire otra vez sin y sin tomarme mucha importancia le pregunté.

-Isabéll- que se le ofrece?.

-Lorenzo- y-yo quería disculparme por como me comporte antes, pero Isabell debes entenderme fui inmaduro y estúpido y estoy muy arrepentido de mis acciones.

-Isabell- primero que nada soy señorita Isabell para usted, no somos tan cercados y segundo...

Me di la vuelta para dejarle bien en claro las cosas, pero cuando lo mire como estaba me quede estática unos segundos, estaba arrodillado en el suelo con un anillo.

-Lorenzo- Mi quería Isabell se que no me comporte como el mejor esposo y tuve un desliz pero quiero que me des otra oportunidad prometo no defraudarte esta vez solo me deje cegar de el dolor de tu desinterés y me refugie en la concubina pero ahora entiendo que fue un error que jamas volveré a cometer Isabell

¿Me considerias el honor de ser mi emperatriz otra vez?.

Cubrí mis rostros con ambas manos mientras sollozaba.

*Lo sabía, sabía que no podías dejar de amarme de la noche a la mañana Isabell, ahora vuelve a mí para que así mi madre me de el puesto de emperador otra vez*

Lorenzo tenía una sonrisa victoriosa que se borró al ver que no estaba llorando sino riéndome de su estupidez.

-Isabell- JAJAJAJAJAJAJA DIOOOSS MIO CUANTAME OTRO CHISTE.

-Lorenzo- no es un chiste es de verdad Isabell.

Note su rostro de molestia mientras me limpiaba una lágrima de tanto reír.

-Isabell- y que pensaste que sucedería que me lanzaría a tus brazos para decirte que si?

Dije de forma irónica mientras notaba como se le acababa la paciencia a Lorenzo.

-Lorenzo- Isabell yo sé que aún me amas y solo hiciste esto por mi atención y ya la tiene ahora vamos con mi madre para decirle que todo esto solo fue un capricho tuyo me regrese mi puesto.

-Isabell- ya le dije que para usted soy señorita Isabell no somos cercanos, no gracias no cometería en error de volver a casarme contigo la Isabell que te amo esta muerta y ¿acaso no te lo dije?, por si olvidas déjame recordártelo.

Me acerqué a el hasta quedar a pocos centímetros los suficientes para que me escuchara susurrarle.

-Isabell- Fue gracias ami poder que llegaste a ser emperador sin mí no eres nada más que un inútil que solo sabe estar entre las piernas de una cualquiera y dime de qué te sirvió tu preciada concubina?, solo te llevo a perder tu puesto y por como iba a terminar el imperio si no hubiera intervenido dudo mucho que el pueblo deje que te regresen a ser emperador y menos ahora de que no soy la emperatriz.

Pude ver como apretaba los puños con furia me aleje de el con una sonrisa regrese a disfrutar de la fiesta en mi honor.