Dos Locos Emanorados

Leonardo

Cuando tenía 13 años viví uno de los episodios más dramáticos y significativos de mi vida... Fue en esa época donde aprendí a luchar y a defender de cualquier manera lo que amo. En Italia se desataron una serie de secuestros en masa de jóvenes de las familias más importantes del país.

Recuerdo que iba saliendo del colegio cuando una camioneta negra se acercó a gran velocidad y es que solo fue un segundo, inmovilizaron a mis guardaespaldas y a mí me sedaron. Cuando desperté estaba en un cuarto con poca luz rodeado de unos 12 niños de mi misma edad la mayoría. Todos aterrados y desesperados por saber qué pasaba y volver a la comodidad de nuestras casas.

Fueron 30 días lejos de casa me bañaron con agua fría, poca comida (Solo unos trozos de pan y agua) si desobedecíamos nos golpeaban, era un verdadero infierno. En ese cautiverio conocí al que se convirtió en mi gran amigo, colega y socio Jordano Lombardo. Él es hijo de un hombre poderoso con raíces en la mafia italiana... Recuerdo que me contó muchas cosas de su vida, de los atentados que había sufrido su familia pues su padre quiso llevar una vida tranquila y se alejó de ese mundo de sangre y dolor que a diario lo perseguía. Pero es bien sabido que de la mafia solo se sale directo a la muerte. Aun así su padre los ha mantenido a raya hasta ese momento.

Nos rescataron un grupo de mercenarios contratados por nuestros padres en conjunto fue un gran enfrentamiento varios de los chicos incluyéndome fuimos directo al hospital a recuperarnos por deshidratados. Después de casi un mes Jordano y sus padres se presentaron en casa y la conversación que tuvieron nuestros padres llevó a que fuéramos entrenados raudamente para aprender a defendernos. Jordano tenía dos hermanos menores Matías y Noelia quienes se mantuvieron al margen de todo esto pues a pesar de todo el padre de ellos seguía queriendo una vida tranquila para sus hijos "Era como un sueño frustrado" pues uno no escoge donde nace.

Con el paso de los años Jordano se especializó en todos los temas de la mafia y yo estaba ahí acompañándolo en todo, la verdad me gusto ese mundo, sin mencionar que tanto él cómo yo teníamos motivación y después de mi experiencia con el secuestro solo quería poder cuidar de mis padres y de mi hermanita. Así que aun con la insistencia de mi padre no me alejé... Aprendí a moverme en ese mundo a tan punto de llevar una doble vida.

Las empresas de mi padre; Es decir, la franquicia hotelera es totalmente legal. Yo aparte cree unas empresas y las manejo de manera anónima y son las que sirven de fachada para mis negocios en la mafia. Jordano en este momento es un mafioso muy importante y temido en el oeste de Italia nos ayudamos mutuamente y justo en este momento lo necesito. Pues es vital mantener a raya a mi querido suegro y a sus socios... No quiero sorpresas.

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Llamada...

— Necesitamos vernos…

— Pon la hora y el lugar… — Así de leal y eficiente es Jordano, sabe muy bien cómo hacer sus movimientos, además de que es un hombre de pocas palabras, el más bien ejecuta y planea en silencio. Es en verdad muy inteligente.

Con él me llevó muy bien, yo soy la cara a nivel profesional y el es él jefe de la mafia, tengo que admitir que él ha sabido manejarse e incluso ir más lejos de lo que llegó su padre o cualquiera que haya estado en la línea antes. Es un verdadero hueso duro de roer.

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Lorena

Hoy el día parecía más tranquilo de lo normal la casa estaba en silencio y yo extrañamente tenía un mal presentimiento como si algo malo fuera a pasar estaba segura de que algo se avecinaba. Hice caso omiso a mis pensamientos y me dispuse arreglarme para enfrentar el día, hoy solo debía recoger unos informes como ya únicamente faltaba mes y medio para mi graduación era muy poco lo que debía hacer en la universidad obviamente igual iba por qué eso mis padres no lo sabían y así iba a poder verme con mi amor sin tener que explicar nada.

Simplemente, aprovechaba el tiempo fuera de casa ya sea estando con las chicas en la biblioteca mientras esperaba la hora en la que iría a almorzar con mi novio.

Baje a desayunar como de costumbre y estaban todos como esperándome pues nadie había tocado su plato. Me miraban y miraban y eso me ponía nerviosa, avance hacia ellos como un animal al matadero, definitivamente algo pasaba y la única que no lo sabía era yo.

— ¿Qué sucede... porque esas caras? — La primera en hablar fue mi madre y pensé *Ohh por dios si sucede algo, esto es nuevo*

— Hija tu papá ha estado recibiendo amenazas… — Todo eso lo dijo tomándome de la mano, hace tanto tiempo no recibía el tacto cálido de una madre. — ¿Qué tipo de amenazas? — Mi padre mira a mi madre y luego a mí.

— Hay un hombre muy poderoso que pidió casarse contigo o destruiría todo lo que hemos construido durante años... tienes que ayudarnos. — Reí irónicamente ante su revelación, por los Dioses

— ¿Conmigo? Esto debe ser una broma, sabes bien que soy tu hija invisible. ¡¡Ustedes están mintiendo!!!! — Yo solo podía pensar en Leonardo, no quería dejarlo imaginarme sin él me volvía loca.

— No es una broma estúpida, el tipo no específico con quien quería casarse, pero obvio no voy a ser yo… — Opina mi hermana con todo su veneno.

— ¡¡Cállate Paula!! — Le grita mi padre.

— Querían engañarme... primero muerta, ustedes son los peores padres del mundo quieren deshacerse de mí y ¿esto fue lo mejor que se les ocurrió? — Me sentía angustiada y molesta, prefiero irme a la calle antes que aceptar esto, no ahora que hay alguien en mi vida.

— No voy a discutir más, la prioridad es la empresa!!! Voy a organizar una cena y que sea él quién decida con cuál de las dos se quiere casar... y lo siento por ustedes, es esto o quedar en la calle!! *Levantándose y yendo a su despacho* — Mi Madre llora sin decir nada, la miro y niego, cada vez está peor.

— Mamá di algo por favor... no puedo creer que solo tengas palabras para apoyar a papá!! — Le reclamo a mi madre luego de pensar un poco, o sea ella es mi madre, como es capaz de permitir tal cosa.

— En la cena más te vale que aceptes casarte con ese hombre... porque si lo hago yo ten por seguro que tendrás tus días contados. — Y así fue como mi corazón empezó a latir con tanta fuerza y desenfreno del miedo... mi mente empezó a pensar tantas maneras de escapar de esta situación y a mandarme tantas preguntas... tenía que encontrar una solución y debía hablar con Daniel. Agarré mis cosas y salí desesperada de la casa directo para la universidad... tenía que encontrar a Alejandra.