LA VIUDA DE BLANCO

Fernanda y Marco habían pasado varios días trabajando juntos para separar a Bella y Donatello. Pero lo que había comenzado como una alianza para lograr un objetivo común, se había convertido en algo más.

Mientras se encontraban en la habitación del hotel, su pasión y deseo por el otro habían tomado el control. Se habían vuelto amantes, y su relación había evolucionado de una alianza a una conexión más profunda.

Después de hacer el amor, se quedaron acostados en la cama, mirándose a los ojos. Fernanda sonrió y se acercó a Marco.

"Creo que hemos encontrado algo más que una alianza", dijo, su voz suave y sensual.

Marco sonrió también y la abrazó. "Sí, creo que tienes razón", dijo. "Pero eso no cambia nuestro objetivo. Aún queremos separar a Bella y Donatello".

Fernanda asintió. "Sí, aún queremos hacerlo", dijo. "Pero ahora, tenemos una razón adicional para hacerlo. Queremos estar juntos, y no queremos que nada nos separe".

Marco sonrió y la besó. "Estoy de acuerdo", dijo. "Vamos a hacer que suceda. Vamos a separar a Bella y Donatello, y vamos a estar juntos para siempre".

Fernanda se sentía emocionada y satisfecha con la forma en que su relación con Marco había evolucionado. Pensaba que había encontrado a alguien que la amaba y la apreciaba, y que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para estar con ella.

Pero lo que no sabía realmente Fernanda era que Marco la estaba utilizando como siempre lo hace con cada mujer que se cruza por su camino. Marco era un hombre astuto y manipulador, que sabía cómo obtener lo que quería de las mujeres sin comprometerse emocionalmente.

Para Marco, Fernanda era solo una herramienta para lograr su objetivo de recuperar a Bella. La había seducido y la había hecho creer que la amaba, pero en realidad solo estaba utilizando su vulnerabilidad y su deseo de venganza para lograr sus propios fines.

Mientras Fernanda se sentía cada vez más unida a Marco, él estaba planeando su próximo movimiento para recuperar a Bella. No le importaba quién se interpusiera en su camino, incluyendo a Fernanda. Para Marco, el fin justificaba los medios, y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para lograr su objetivo.

Mientras tanto, Bella y Donatello estaban paseando por las calles empedradas de París, disfrutando del romanticismo de la ciudad. Estaban felices, y su amor parecía crecer con cada paso que daban.

Bella se reía y se divertía mientras Donatello la tomaba de la mano y la llevaba a través de los mercados y las tiendas de la ciudad. Donatello, por su parte, se sentía emocionado de ver a Bella tan feliz.

Pero en algún momento, esa felicidad acabaría. Marco estaba a punto de perpetuar el plan con Fernanda, y sería el final de esta bella historia de amor.

Mientras Bella y Donatello se disfrutaban de su día en París, Marco y Fernanda estaban trabajando en secreto para destruir su relación. Marco había planeado un plan astuto y manipulador para hacer que Bella se sintiera celosa y traicionada por Donatello.

Fernanda, por su parte, estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para vengarse de Donatello y recuperar su posición como su esposa. Juntos, Marco y Fernanda estaban a punto de lanzar un ataque devastador contra la relación de Bella y Donatello.

La felicidad de Bella y Donatello era efímera, y pronto se convertiría en un recuerdo lejano. La sombra de Marco y Fernanda se cernía sobre ellos, lista para destruir su amor y su felicidad.