"El precio del poder" es una historia de poder, ambición y deseo en un mundo donde la lealtad familiar y la estrategia son las reglas de juego. Lucía Álvarez, heredera de uno de los clanes más poderosos del país, y Iris Espinosa, la hija de un despiadado líder mafioso, son obligadas a unirse en un matrimonio arreglado. Ambas, atrapadas entre sus propios sueños y los oscuros intereses de sus familias, deben navegar un mundo peligroso lleno de intrigas, sacrificios y traiciones.
A lo largo de esta apasionante novela, las protagonistas luchan por encontrar su lugar en un mundo que las quiere como piezas en un tablero de ajedrez, pero ambas tienen planes propios. En el proceso, descubrirán que el amor no siempre es blanco o negro, y que el precio que deben pagar por el poder puede ser mucho más alto de lo que imaginaban.
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Operación en Cubierta
Capítulo 11: Operaciones en cubierta
Preparativos
Lucía revisaba el mapa de la mansión Chagoya, extendido sobre la mesa de su oficina. Sus dedos seguían las rutas de seguridad marcadas en rojo, cada línea una posible entrada o salida. Frente a ella, Iris bebía un café, tranquila pero con la mirada fija en los planos.
Lucía: "La reunión será en el salón principal, pero lo que buscamos estará en las oficinas privadas de Alejandro Chagoya. Tienen un servidor allí, conectado a la red principal. Si logramos acceder, podremos descargar todo lo que necesitamos."
Iris: "Los documentos están bien, pero lo más importante es la lista de contactos. Si descubrimos quiénes más están colaborando con ellos, podemos adelantarnos a sus movimientos."
Lucía asintió, pero no pudo evitar notar la frialdad en el tono de Iris. A pesar de haber trabajado juntas antes, todavía había una barrera entre ellas. No se trataba de desconfianza, sino de una distancia emocional que ambas mantenían por hábito.
Lucía: "Yo iré por los documentos. Tú mantén distraídos a los guardias y a cualquiera que sospeche."
Iris: "¿Y si algo sale mal?"
Lucía sonrió, aunque sus ojos no mostraban humor. "Entonces improvisamos. Pero eso no pasará si hacemos esto bien."
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Camuflaje y llegada
El evento social en la mansión Chagoya era el disfraz perfecto para la operación. En teoría, Lucía e Iris eran una "empresaria interesada" y su "guardaespaldas" en busca de alianzas. Un contacto anónimo les había proporcionado invitaciones falsas y una lista de asistentes.
Horas más tarde, ambas se encontraban en un auto negro estacionado en una calle discreta a unas cuadras de la mansión. El cielo nocturno parecía más oscuro de lo normal, como si anunciara el peligro que estaban a punto de enfrentar.
Lucía se miró en el espejo retrovisor, ajustando la peluca castaña que cubría su cabello negro. Su vestido negro era sencillo, pero lo suficientemente elegante como para no destacar. Iris, por su parte, llevaba un traje oscuro y gafas que le daban un aire profesional y distante.
Iris: "Recuerda, no necesitamos enfrentarnos a nadie. Entramos, conseguimos lo que necesitamos y salimos. Sin riesgos innecesarios."
Lucía: "Lo sé. Pero no siempre puedes prever lo que pasará."
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La mansión Chagoya era impresionante, una mezcla de arquitectura colonial y modernidad ostentosa. Las luces iluminaban los jardines y la música de fondo llenaba el aire, creando la atmósfera perfecta para una noche de lujo. Al llegar a la entrada principal, se encontraron con un guardia vestido de traje.
Guardia: "Nombres, por favor."
Lucía sonrió con confianza. "Carla Montenegro y David Ruiz, invitados de Alejandro Chagoya."
El hombre revisó la lista, frunciendo el ceño por un momento antes de asentir. "Bienvenidos. Pasen, por favor."
Ya dentro, Lucía e Iris intercambiaron una mirada rápida antes de separarse según el plan. Iris se dirigió hacia el bar, donde un grupo de guardias estaba relajándose, mientras que Lucía comenzó a explorar el lugar.
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Distracción en el bar
Iris sabía que su papel era mantener ocupados a los guardias para que no sospecharan de Lucía. Se acercó al bar con paso seguro, pidiendo un whisky mientras estudiaba a los hombres que estaban a su alrededor.
Iris: "¿Siempre están tan tensos, o es una noche especial?" preguntó, adoptando un tono despreocupado.
Uno de los guardias la miró con desconfianza. "Depende de quién pregunte."
Iris sonrió, levantando su vaso. "Solo un curioso más. Aunque, si me preguntan, un poco de relajación no le haría daño a nadie."
Los hombres rieron suavemente, aunque seguían observándola con cautela. Iris sabía que no podía bajar la guardia, pero por el momento, había logrado su objetivo.
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Búsqueda de Lucía
Mientras tanto, Lucía había encontrado un pasillo que conducía a las oficinas privadas. Las cámaras de seguridad eran un obstáculo, pero gracias a un dispositivo que Iris le había proporcionado, logró desactivarlas temporalmente.
Cuando llegó a la oficina principal, se encontró con una puerta cerrada con un sistema de seguridad avanzado. Sacó sus herramientas y comenzó a trabajar en el bloqueo, su corazón latiendo con fuerza mientras escuchaba cada pequeño sonido a su alrededor.
Finalmente, la puerta se abrió, revelando un despacho lleno de documentos, dispositivos electrónicos y una caja fuerte. Lucía sabía que no tenía mucho tiempo, así que comenzó a revisar los archivos rápidamente. En uno de los cajones encontró una carpeta con contratos, nombres y transacciones que confirmaban la conexión de los Chagoya con las traiciones recientes.
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El peligro se intensifica
En el bar, Iris notó un cambio en el ambiente. Uno de los guardias recibió un mensaje por radio y comenzó a mirar a su alrededor con desconfianza.
Guardia: "¿David Ruiz?"
Iris mantuvo la calma, pero sabía que no podía quedarse más tiempo. Con una excusa rápida, se alejó del bar y comenzó a buscar a Lucía.
En el despacho, Lucía estaba descargando información del servidor cuando escuchó pasos acercándose. Apagó la luz y se escondió detrás de un mueble justo cuando dos hombres entraron en la habitación.
Hombre 1: "Alejandro quiere que revisemos este lugar. Dice que hay movimientos sospechosos."
Lucía contuvo la respiración, su mano lista sobre el arma oculta en su pierna. Sabía que disparar sería su último recurso, pero no podía dejar que la descubrieran.
De repente, la puerta se abrió de nuevo, y los hombres se giraron hacia la intrusa. Era Iris.
Iris: "Perdón, estaba buscando el baño. ¿Podrían ayudarme?"
Los hombres la miraron confundidos, pero antes de que pudieran responder, Iris lanzó una mirada sutil a Lucía, indicándole que saliera.
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El escape
Aprovechando la distracción, Lucía salió del despacho con los documentos en mano. Ambas se movieron rápidamente hacia la salida, esquivando a los guardias y mezclándose de nuevo entre los invitados.
Cuando finalmente llegaron al auto, soltaron un suspiro de alivio.
Lucía: "Eso fue demasiado cerca."
Iris: "Pero valió la pena. Ahora tenemos lo que necesitamos para contraatacar."
El peligro no había terminado, pero por primera vez en semanas, sentían que tenían el control. El juego estaba lejos de terminar, pero esa noche habían ganado una batalla importante.
