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Mi Primera Primavera A Los Cuarenta

Mi Primera Primavera A Los Cuarenta

Status: Terminada
Genre:Traiciones y engaños / Completas
Popularitas:1.1M
Nilai: 4.7
nombre de autor: melissa de Menez

Mi nombre es Carolina estoy casada con Miguel mi primer amor a primera vista.
pero todo cambia en nuestras vida cuando descubro que me es infiel.
decido divorciarme y dedicarme más tiempo y explorar mi cuerpo ya que mis amigas me hablan de un orgasmo el cual desconozco y es así como comienza mi historia.

NovelToon tiene autorización de melissa de Menez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 24

Carolina entró a su habitación con pasos firmes, cerrando la puerta tras de sí. Sin detenerse, comenzó a abrir el armario y a sacar toda la ropa de Miguel, arrojándola sin cuidado sobre la cama. Su respiración era agitada, mezcla de rabia y determinación.

Uno a uno, fue vaciando los cajones donde Miguel guardaba sus pertenencias. Sacó camisas, pantalones, corbatas... Todo lo fue metiendo en una maleta sin molestarse en doblar nada.

La puerta del cuarto se abrió de golpe, y Miguel apareció en el umbral, con el rostro lleno de confusión y preocupación.

—¿Qué estás haciendo, Carolina?

Ella ni siquiera lo miró, concentrándose en cerrar la maleta con fuerza.

—Lo que debí haber hecho desde hace mucho tiempo —respondió con voz firme.

Miguel dio un paso hacia ella, levantando las manos en un gesto conciliador.

—Carolina, por favor, no hagas esto. Podemos hablar, resolverlo...

Ella se giró finalmente para encararlo, sus ojos brillando con lágrimas que no estaba dispuesta a dejar caer.

—¿Resolverlo? —preguntó con incredulidad—. Miguel, ¿cómo se supone que resuelva algo contigo después de todo lo que me has hecho? ¿Después de verte besándote con esa mujer? ¿Después de tus mentiras y traiciones?

Miguel tragó saliva, tratando de acercarse más a ella.

—Carolina, sé que cometí errores, pero todo lo que hice fue por nuestra familia.

Carolina alzó una mano, deteniéndolo.

—¡Basta! Ya no quiero escuchar más excusas, Miguel. Estoy cansada. Cansada de mentiras, de sacrificios, de justificar lo injustificable.

—¿Qué estás diciendo?

Ella tomó la maleta y se la arrojó a los pies.

—Quiero el divorcio, Miguel.

El silencio cayó como una losa en la habitación. Miguel la miró, incrédulo, mientras procesaba sus palabras.

—No... No puedes estar hablando en serio.

—¿No? —Carolina dio un paso hacia él, con una expresión desafiante—. Mira alrededor, Miguel. Mírame a mí. ¿Te parece que estoy bromeando?

Miguel negó con la cabeza, retrocediendo un paso.

—Carolina, no puedes hacer esto... Piensa en nuestra hija.

Carolina apretó los labios, su mandíbula temblando por la furia contenida.

—Eso es exactamente lo que estoy haciendo. Pensando en ella y en el ejemplo que quiero darle. Y créeme, no quiero que piense que está bien soportar lo que yo he soportado.

Miguel abrió la boca para replicar, pero no encontró palabras. Carolina le dio la espalda, abriendo la puerta del cuarto.

—Toma tus cosas y vete, Miguel. No quiero volver a verte.

Miguel se quedó inmóvil por unos segundos antes de tomar la maleta y salir, sintiendo el peso de su derrota y las consecuencias de sus acciones. Carolina cerró la puerta tras él, apoyándose en ella mientras finalmente dejaba que las lágrimas cayeran.

Miguel apoyó la frente contra la puerta cerrada del dormitorio. Su respiración era pesada, y sus manos temblaban mientras sostenía la maleta. Con voz quebrada pero firme, habló a través de la madera.

—Carolina, te juro que resolveré esto. Vamos a estar juntos de nuevo... tú, nuestra hija y yo. Seremos una familia, como debe ser. Te lo prometo.

Al otro lado de la puerta, Carolina estaba sentada en el suelo, con la espalda apoyada contra ella. Sus manos cubrían su rostro, tratando de contener el llanto que ya no podía reprimir. Las palabras de Miguel resonaban en su mente, pero no lograban perforar la muralla que había construido alrededor de su corazón herido.

Miguel, sintiendo que no recibiría respuesta, inhaló profundamente y se enderezó. Su mano tocó la puerta por última vez, como si quisiera transmitir algo que no podía decir con palabras. Luego, con pasos pesados, tomó la maleta y comenzó a bajar las escaleras.

Cada paso resonaba en la casa como un eco de despedida. Al llegar al pie de las escaleras, se detuvo un instante y miró alrededor. Esa casa que había compartido con Carolina y su hija parecía ahora un lugar extraño, lleno de recuerdos que le pesaban más que las maletas en sus manos.

Miguel bajó las escaleras con las maletas en la mano, pero al llegar al último escalón se encontró con su hija, Andrea, esperándolo en el recibidor. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, y su rostro reflejaba una mezcla de dolor y decepción que Miguel no había visto jamás.

—Papá... ¿por qué? —preguntó Andrea, con la voz rota y temblorosa.

Miguel se quedó paralizado. Quiso hablar, pero las palabras se le atoraron en la garganta.

—¿Por qué nos hiciste esto? Mamá te amaba con todo su corazón. Te defendía cuando yo discutía contigo. Te miraba como si fueras su mundo... y tú... —Andrea hizo una pausa, ahogada por el llanto—. Al verte con esa mujer, mi corazón se destrozó en mil pedazos, papá. Nunca pensé verte con otra mujer... nunca.

Miguel dejó caer las maletas al suelo y dio un paso hacia su hija.

—Andrea, yo... no sabes cuánto lo siento...

—¿Lo sientes? —Andrea retrocedió un paso, alejándose de él—. ¿Eso crees que basta? Nos rompiste, papá. Nos destruiste.

Miguel sintió como si le hubieran arrancado el alma. Miró a su hija, buscando algo que pudiera decir para aliviar su dolor, pero sabía que no existía ninguna justificación que borrara lo que había hecho.

Andrea, con los ojos llenos de lágrimas, le dio la espalda y corrió escaleras arriba. El sonido de la puerta de su habitación cerrándose de golpe resonó en la casa.

Miguel se quedó allí, en el recibidor, con las maletas a sus pies y el peso de sus errores aplastándolo. Sabía que no solo había perdido a Carolina esa noche, sino también a su hija. Y ese dolor era más grande de lo que jamás hubiera imaginado

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olga quinteros
siempre el mismo error parece una boda católica y ellos no casan a divorciados ,el ya estaba casado por iglesia y ahora es divorciado bajo ningún punto podría casarse nuevamente por iglesia
olga quinteros
NO PUEDO PERDERLAS !!!!!!!!! e lCreí que la única que le importaba era la hija
olga quinteros
hay cosas que el autor debe cuidar al escribir y es que parece olvidar las acciones anteriores Ellos se conocieron y fueron presentados en la fiesta donde se descubrió la traición,ahora la amante no conocía al anfitrión de la fiesta y tampoco Miguel que fue expresamente porque haría negocios con el ,además está el cambio de apellidos
olga quinteros
solo el hombre que a tenido una relación muy mala con su esposa puede conseguir enamorarse de otra y vivir feliz ,porque si a tenido una buen vida y una buena esposa terminará arrepintiendose ya que ese CON ELLA ME SIENTO VIVO ,en cuanto el sexo se tranquiliza pierde interés se apaga todo el fuego y solo queda el arrepentimiento y añoranza de lo perdido
olga quinteros
ellos ya se conocían de la fiesta y allí parecían verse por primera vez ,aveces hay inconsistencias en el relato pero está muy bueno igual
olga quinteros
que no iba con Eric a tomar helado esa tarde?
olga quinteros
y así es en la realidad siempre tienen una excusa para la infidelidad ,excusa en que ellos están convencidos que por culpa de ellos no fue
olga quinteros
será verdad ese informe médico?
olga quinteros
en casos como estos lo primero que se debe hacer es abrir los ojos ,no permanecer ciega porque cuando el hombre rechaza a su mujer no es por cansancio es porque hay otra que está ocupando su lugar y dándole lo que a ella ya no le pide
olga quinteros
ya van 9 capítulos y la protagonista es la cornuda oficial ya ojalá se acabe esto porque me pone nerviosa verla hacer el papel de boluda tanto tiempo
olga quinteros
estos hombre lo que no quieren perder es a su sirvienta , porque después se dan con que la amante no lava ni un pañuelo menos un calzoncillo y ahí se dan cuenta todo lo que valía su esposa
olga quinteros
que costumbre esa de esconderle a los hijos lo que ocurre,no digo ponerlos contra el padre pero si que vean como se comporta ,eh visto. muchos casos así y después cuando viene la separación los hijos culpan a la madre porque según ellos el nunca demostró ningún problema ni alejamiento
Thibizay Garcia
Excelente
carolina morales
excelente historia muy lindo final feliz
EIOC 23
hermoso
Katiana Rivas
excelente hermosa,gracias autora,por compartirla con todos 😘😘😘😘🤗🤗🤗🤗🇻🇪🇻🇪🇻🇪🇻🇪🇻🇪..
Katiana Rivas
excelente hermosa,gracias autora,por compartirla con todos 😘😘😘😘🤗🤗🤗🤗🇻🇪🇻🇪🇻🇪🇻🇪🇻🇪
Mariela Gonzalez
Santo Dios, yo también caí en su mentira.... ahora q pague
EIOC 23
muy mal, no me gusta el rumbo que esta tomando... Deberían decirle la verdad a Eric una cosa es perder la memoria y otra seguir mintiendole
EIOC 23
ya perdiendo el encanto
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