Natalia es obligada a casarse con el amante de su hermana gemela. Si no lo hace verá a sus padres morir delante de ella.
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Días después
...Días después...
Los días comenzaron a pasar muy rápido. En un abrir y cerrar de ojos, transcurrieron una semana.
Durante esa semana, Lawrence logró ponerse de pie, sin la ayuda de nadie a, demás, logró caminar, sin caer ni una sola vez.
Cada uno de sus esfuerzos, estaba siendo recompensado. Día con día, sus piernas comenzaron a hacerse más fuertes.
En muy poco tiempo, volvería con mucha más fuerza, sería el mismo hombre que era antes. El mundo entero volvería a estar a sus pies.
Parado junto a la ventana, con un libro entre sus manos. Lawrence tenía la mirada puesta en cada una de las letras que estaban escritas en cada una de las hojas...
La fecha de la boda con Lorett, estaba escrita en la hoja que, Lawrence, miraba con tanto odio...
_ Buenos días, Señor Wlod. _ Natalia saludo a Lawrence, con una dulce sonrisa entre sus labios.
De inmediato, Lawrence, cerró el libro y lo dejó a un lado... Toda su atención se colocó en Natalia, que no usaba el uniforme de sirvienta.
Lawrence no pudo alejar su mirada de Natalia, por mucho tiempo, su corazón y su mente se volvieron a confundir... La chica se miraba tan diferente a la Lorett, que conoció meses atrás.
Natalia tenía algo que la hacía muy diferente a Lorett, aunque, físicamente, eran exactamente iguales. Natalia tenía una mirada mucho más dulce, una mirada que ocasionará que Lawrence se volviera obsesionar con ella.
Natalia, que se había convertido en la criada personal de Lawrence. Solo ella, era la que se encargaba de dejar todo en su lugar dentro y fuera de la habitación de Lawrence.
De cuidar cada detalle de la habitación de su jefe, de cocinar cada una de las comidas que Lawrence comía durante el día.
_ ¡Qué haces sin el uniforme!... _ Preguntó Lawrence furioso.
_ Estaba sucio y lo tuve que lavar... La señora Catalina, me regalo esta falda y la blusa... _ Natalia no terminó de hablar, cuando Lawrence la interrumpió.
_ ¡Lárgate a quitar esa ropa... No eres quién para usar algo tan fino!..
El fuerte, gritó de Lawrence, ocasionó que Natalia por poco dejara caer la bandeja de comida al suelo.
Natalia bajó la cabeza con miedo, solo los primeros días había presenciado la furia de Lawrence. Sin embargo, los demás días, él se había notado menos agresivo con ella.
_ ¡Lárgate, ahora mismo, a cambiarte esa ropa por el uniforme, que debe estar pegado a tu piel!...
Inmediatamente, Natalia dejó la bandeja con la comida a un lado, y se apresuró a salir de la habitación.
Lawrence, furioso, agarró la bandeja con la comida y la arrojó al suelo. Odiaba sentir ese sentimiento tan fuerte por la mujer que le había destrozado la vida.
Un poco más tarde, Lawrence salió de la habitación, en el pasillo, encontró a su madre hablando con Natalia.
Las dos mujeres se encontraban paradas fuera de la habitación de Lawrence. La chica ya usaba el uniforme de sirvienta.
Mientras que Catalina, se notaba molesta... Lawrence, ya no tenía ganas de discutir, pasó a un lado de las dos mujeres, escuchando las palabras de su madre.
_ Si mi hijo, no te sabe valorar, tú serás mi nueva dama de compañía. Me vas a acompañar a cualquier lugar, y a demás, te voy a comprar muchas cosas hermosas, ¡Qué van a hacer lucir mucho más tu belleza!...
Lawrence se detuvo de golpe, no había llevado allí, a Natalia, para que su madre se enamorará de ella, y quisiera tenerla como una reina.
_ Basta, madre... _ Lawrence volteó a ver levemente a su madre.
De inmediato, Catalina hizo una mueca, apretó sus labios como si se trataran de un puchero.
_ Lawrence, todavía estas a tiempo de retroceder las palabras. _ Contestó Catalina.
Lawrence, no estaba de buen humor para disculparse con su madre. Tomó la mano de Natalia, y cerró la puerta de su habitación.
Catalina se quedó afuera, furiosa por la manera en que Lawrence me cerró la puerta en las narices.
Natalia se alejó de Lawrence, lo más que puedo. Tenía miedo, que en un arranque de furia, él intentara abusar de ella, para castigarla.
_ Déjame salir... He hecho todo lo que me has pedido, ¿No ha sido suficiente para ti?... _ Natalia fue retrocediendo cada vez más.
Lawrence cerró la puerta por dentro; deseaba asustar tanto a Lorett, que ella, le pidiera piedad.
_ No me digas, qué no recuerdas las noches de placer, que vivimos en esta habitación...
Lawrence fue caminando lentamente a donde estaba Natalia parada. Lawrence, disfrutaba ver el cuerpo de la chica temblar de miedo.
_ No recuerdo nada, por qué, yo no soy Lorett, mi nombre es, ¡Natalia Montenegro!... _ Natalia volvió a insistir.
Lawrence se acercó a Natalia, la agarró del cuello y la fue levantando poco a poco por la pared.
Su mano, cada segundo, ejercía más fuerza, como si quisiera arrancar la cabeza de la chica de su cuerpo.
Natalia trató de luchar, sus manos golpearon ferozmente el brazo de Lawrence... Unos segundos más tarde, Lawrence soltó su mano de golpe, dejando caer a Natalia de golpe.
Natalia tosió violentamente por un corto tiempo. Para después ser levantada del suelo, por Lawrence.
_ ¡Dices que no eres hija de Marcelo, ahora vamos a saber si es verdad o no!...
Lawrence sacó a Natalia de la habitación a jalones, bajó las escaleras, sin importarle que todavía no estaba bien de sus piernas.
Natalia fue llevada al jardín, donde Lawrence tenía una habitación privada. Fuera de ella, estaban dos guardias, que no se miraban peligrosos.
Al ver a Lawrence llegar, uno de los hombres abrió la habitación, para que su jefe entrara. Lawrence metió a Natalia a empujones, para que ella mirara a su padre.
La llevó hasta la última celda, el lugar era horrible. Muy poca luz, llegaba a entrar al interior, el olor era insoportable…
Natalia no pudo evitar derramar lágrimas de tristeza, su corazón latía con mucha fuerza. Al llegar a la celda, donde tenían a Ernesto, Lawrence, ordenó abrirla.
Al abrir la celda, se notó una sombra al final, el hombre se encontraba arrinconado, sus brazos abrazaban sus piernas, su cabeza se encontraba clavada en medio de su cuerpo...
Aquella escena ocasionó que el corazón de Natalia se partiera en mil pedazos. Natalia se soltó de las manos de Lawrence, y corrió al lado de su padre.