Una Extraña Villana

Tenía... no sé... 12 años creo, no era consciente de los días que pasaban, pero aún recuerdo a ella que venía cada cierto tiempo con un pequeño pastel... por lo que recuerdo aún ese último día. Los golpes que esa mujer me dio, era algo habitual que lo haga, le gustaba desestresarse conmigo, asi que cuando la veía sabía para que venía.

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Tenía siete años cuando mi padre murió, aunque antes de eso no podía decir que era feliz, al menos estaba a salvo, mi padre siempre se preocupó de que no me faltara nada... pero ese día aún está grabado en mi memoria, cuando nos notificaron de un accidente, no se a donde iba, que día era o cuando volvería, pero recuerdo que si me dolió, era lo mas cercano que tenía a una familia. El día del funeral el sol brillaba, era la primera vez que salía pero no me importó tanto cuando sabía la razón, solo me había fijado en el sol por que parecía un mal chiste. Sé que mi padre no era la persona mas noble, pero era la única persona que tenía cerca y que no era un sirviente, era frío y no mostraba cariño, pero lo quería por que me cuidaba y enseñaba... era mi padre.

Ese mismo día al regresar, recibimos la visita de unos hombres, que confirmaron que mi padre no tenía una compañera titular, una Condesa, y solo poseía concubinas, por lo que la administración de los negocios la realizaría la mano derecha del Conde y la madre del Heredero debía hacer lo demás, yo me dedicaría a todo cuando tuviera la edad y conocimientos suficientes, pero no llegue siquiera a aprender un poco mas de lo que ya sabía, esa misma noche esa mujer hizo que me encerraran, desde entonces mis días eran oscuridad...

La mujer que dicen me dio a luz, fue precisamente ella la que mas daño me causó, ¿Que era una madre? No entendía nada de lo que me decían las mujeres que de vez en cuando me limpiaban las heridas y se ocupaban de que sanaran mis heridas, pero era por una simple satisfacción todo lo que hacía, me curaban para que después me hirieran otra vez, me alimentaban para dejar que luego tenga hambre, deseaba la muerte... aunque ya me sentía a veces como uno. Algo que siempre me preguntaré es ¿Por qué ella me lastimaba? solo la escuchaba gritar cosas que no entendía: "Eres un maldito error", "no deberías haber nacido", "Te pareces demasiado a ese bastardo", "te detesto", "solo sirves para esto", ¿por qué me odiaba? no sabía ni siquiera quien era hasta hace poco... ¿ella me conoce?, ¿que le hice?

Jamás entendí sus palabras, pero con el tiempo dejé de preguntarmelas...

Deseaba que todo acabara... no quería que me doliera, tenía miedo a esa mirada, a esa furia que siempre mostraba...

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Aquél último día ella vino, Dalha... hace mucho que me contaba de la mujer a la que servía, parecía que la admiraba, que le daba pena, pero que también... le dolía, me contaba de como había llegado a la mansión, del por qué de su suicidio, me contó de su corazón roto, y de que si me hubiera conocido... seguramente me hubiera amado. Con el tiempo quise conocerla, de alguna manera me hacía ilusión sentir como era todo eso... Dalha fue mi única amiga, era la única que parecía que se preocupaba un poco, dijo que le recordaba a su señorita cuando era niña, que tal vez ella no pasó por todo eso, pero ella si sufría, desprecio, golpes, castigos, insultos... ella estaba sola, y se enamoró de alguien equivocado... con el tiempo fue ella quien por su propia mano acabó con su vida.

Lo había pensado por varias noches, ¿Qué era el amor? no lo entendía... pero cada vez que cerraba los ojos, solo podía pensar en ella y mi deseo por verla, pero fue ese día que finalmente terminó todo. Había tratado de convencerla, era demasiado lo que le pedía... tal vez... pero lo necesitaba, y ella lo sabía...

No sabía como pasaba la muerte, no lo entendía bien, pero ella simplemente me ayudó a dormir, sabiendo que quería conocerla, que quería verla... ver si realmente ella me amaría... Pero cuando abrí los ojos parecía que nuevamente estaba en mi vieja cama, como si todo eso hubiera sido solo un mal sueño... me sentía algo mayor, pero no demasiado... mi edad era el doble, al menos en ese sueño...

Cuando vi a mi padre parado ahí me emocioné y solo lo abracé, de alguna forma sentía que estando él mi situación no empeorará.

Traté de seguir todo normal, pero lo que ya había vivido volvía a repetirse y un día ingenuamente le confesé a mi padre lo que pasaba, lo que volvía a pasar, no se si me creyó, no lo se... pero solo me mandó a dormir.

Pocos días después supe que mi padre tendría otra esposa mas, ¿Era ella? quería conocerla... pero no se si lo soportaría, moriría poco después, aunque me sorprendí cuando la vi al día siguiente del que vino, cuando trataba de huir del destino que ya venía para mi, la vi... ella era hermosa... pero... me sonreía de una extraña manera... me curó y abrazó, en ese poco tiempo me dio cosas que nunca me habían dado, y sin darme cuenta le pregunte que era una madre... quería saber para ella que era, quería saber... Al recibir su respuesta, quería que ella lo fuera, deseaba una madre, que me proteja y me ame, que me abrace y cuando tenga frío o miedo, que tome mi mano cuando me sintiera inseguro, o que me sonriera como la primera vez para tranquilizarme... quería sentirlo siempre... tal vez... tal vez teniendome ella ya no estaría sola, y teniéndola yo ya no estaría solo, quería una madre, la quería a ella...

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Estuve feliz por varios días, supe que tenía una hermana, que ni en mi otra vida sabía que existía, Karra... ella igual estaba sola, entendía su miedo y quería hacerle sentir bien, como mi madre me hizo sentir a mi, protegerla y cuidarla, sabía lo que era estar solo, quería que ya no se sintiera así... pero no todo fue bien, ya que poco después el Conde fue de viaje, algo no andaba bien, mi mamá estaba extraña, lo notaba... mas silenciosa, callada, recta. Algo había cambiado en todo esto, lo supe desde que la vi ese día, no se si fue por ella o por mi, pero nada era igual que antes o eso parecía, ya que ella no murió... y el Conde quería tomar una esposa mas.

Estábamos sentados en la mesa mientras que esa mujer proponía algo para obtener el título de Compañera de mi padre, y mi... la mujer que me dio a luz... permanecía en silencio y totalmente molesta, aunque no entendía sus razones, yo también estaba molesto, esa mujer no me daba buena espina, pero mi padre parecía considerarlo, traté de decírselo a él, pero pensando que quería que sea mi madre la Condesa, se molestó y trató de castigarme, tenía miedo, mucho miedo...

No pensé que por algo así mi padre reaccionaría de esa manera, de alguna forma sentía que mi vida sería peor ahora, pero fue ahí donde mi madre llegó... en plena noche apareció e hizo lo que una vez prometió, protegerme... Llorando ahí le agradecí en silencio hasta que de pronto la llevaron a un apartado lugar, desconcertado pregunté y rogué a mi padre por una respuesta, para saber donde o por qué la llevaban, pero a cambio de eso me obligó a ir también...

Permanecí ahí, retenido en la puerta mientras me cerraban la boca, tratando de rogar de que paren, los gritos de mi madre eran demasiado, algo que no esperaba ni quería, ¿la torturaban por mí? No lo sabía y no entendía nada de lo que mi padre decía...

Ahí en la noche, lloraba mientras me regresaban a mi habitación, había visto a mi madre apenas, lastimada... y apenas respiraba pero no me gustó eso... ¿Por qué quería una madre si eso le iba a pasar? no quería... no lo deseaba, pero realmente no podía evitar el estar junto a ella, la necesitaba, necesitaba a mi mamá, pero no quería verla sufrir... no sabía que hacer.

Cuando me llevaron a mi habitación, sentí como cerraban todo con llave, ventanas y puertas, pero no importaba... quería estar solo, solo quería a mi mamá, estar en sus brazos otra vez, sentir que no había pasado nada...

Quería a mi mamá...

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Especial 1 (Terminado)

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