Para escapar de las abrumadoras responsabilidades heredadas de su difunto hermano, Bitte, de 19 años, viaja a un remoto pueblo de Tailandia. Allí conoce a Estoico, un chico de 13 años abandonado por sus padres, quienes lo utilizaron para pagar una deuda de juego. Conmovida, Bitte decide adoptarlo a pesar de la mínima diferencia de edad, cargando así con una nueva responsabilidad. Sin embargo, lo que comenzó como un acto tierno y loable, pronto comenzó a oscurecerse.
NovelToon tiene autorización de ciel labrinth para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 8:Continuación...
Aquella situación le parecía de lo más extraña, la mujer estaba tomando una taza de café con una expresión de cansancio al parecer no tenía mucho tiempo de haber despertado, varios pasteles pequeños podían verse visualizados en un plato que llevaba en la mano, mientras su ahora compañero de clases y de trabajo en conjunto se encontraba tan cerca de aquella mujer tan joven, sosteniendo su rostro como si fuera a escapar de su lado.
‐Puedo saber a qué se debe este repentino cambio de apetito... No has comido nada en todo el día y ahora bienes a preparar dulces y tomar café, ¿Sabes siquiera la hora en la que estamos? ‐preguntó alejando un poco, pero aun sosteniéndola ahora con expresión de reproche.‐No quiero tener que volver al hospital de nuevo Bitte.
‐Estoy bien, no ha pasado nada ‐respondió alejando la mano que la sostenía. ‐Deja de actuar de está manera; cualquiera que nos viera pensaría mal y no creería que somos madre e hijo‐dijo refiriéndose al comportamiento de este. ‐Y por favor te agradecería si dejaras de entrar a mi habitación cuando estoy cambiándome para mí es incómodo.
* ¿Madre?, cómo qué madre... ahora que la veo mejor se ve o más bien es la chica de la foto, sí ella es, pero como puede ser posible esto estoy seguro de que no deben de llevarse muchos años.
‐Que piensen o que hablen ¿por qué te interesa tanto?, o es que ¿has vuelto hablar con James?.‐dijo con tono cargado de disgusto.
‐Él no tiene nada que ver con esto, simplemente cada vez que salimos juntos actúas como si fuera un simple objeto, una propiedad y no soy parte de tus compras. Creó que deberías salir más, tener amigos una pareja‐ opinó acercándose y al mesón y depositan el plato en él para posterior llevarse la taza a los labios nuevamente y disfrutar de aquel café de tarde.
‐Tan pronto quieres deshacerte de mí.‐dijo con fingida tristeza, ya que sabía por donde iba la situación y a que se refiere, no era que lo quisiera lejos.‐Y con respecto a verte cuando te vistes, ágamos un trato; tú me ves tienes todo el derecho a entrar a la habitación en cualquier momento incluso ese y yo te sigo viendo como asta ahora no es como si lo hiciera todo el tiempo... solo ha pasado pocas veces que falta de confianza me tienes. Si él pudo verte ¿por qué yo no?.‐preguntó refiriéndose al ex.
* Que hago escuchando esta conversación de locos, No soy chismoso solo estaba pasando por aquí, pero esto va de mal en peor es demasiado turbio para mí. Esté chico en serio que está demente.
‐Lo digo por tú bien, no es que quiera que te vayas solo espero que puedas llevar la vida de una manera más sociable con los demás.‐dijo con sinceridad ‐Y que trató ni que trato, porque quería verte mientras te vistes o te bañas. ‐respondió con escalofríos de solo recordar la primera vez que paso lo de verla mientras se vestía.
‐Eso quiere decir que lo del trato no va, pero sí puedo seguir viéndote ‐respondió él sin vergüenza alguna.
‐En ningún momento dije que estaba permitiendo que siguieras con esto. ‐replicó indignada.
Y eso fue lo último que escuché. Luego de esto decidí que antes de que me encontrarán y tacharan de fisgón chismoso preferiría volver a esa habitación de la que no debía haber salido.