Xiuhtcoatl

Mientras esté tipo acaba de proponerle cosas indebidas a Ania, Ania lo mira con algo de asco, solamente limitándose a ignorarlo y darse la vuelta, los otros 6 héroes están con una expresion neutral, aunque las heroínas se ven algo molestas.

-Oye, no me ignores, no ves que te estoy hablando, muchas chicas quisieran que uno de nosotros, los 7 héroes, las preñaran o incluso tuviésemos una aventura con ellas, te estoy hablando niña tonta-

Procedió a querer tomarla de la muñeca, pero bueno, aquí es donde entro yo, sostengo el brazo del héroe apartandolo hacia un lado, mientras me poso entre Ania y este tipo,  quiero golpearlo, pero necesito la excusa.

El me mira con arrogancia, después sonríe de manera estúpida, mientras quita su mano de mk agarre, los otros héroes se acercan a tratar de calmarlo, yo simplemente me interpongo entre Ania y ese tipo, de verdad que es un idiota, y peor aún, un idiota arrogante, se nota que es fuerte, pero esa fuerza es inútil, no tiene entrenamiento.

-Supongo que es inútil desperdiciar mi gran fuerza en un imbecil como tu, además de ello, no necesito a esa estúpida niña, cualquier mujer mataría por estar con alguien como yo-

Ignore totalmente sus palabras, mientras me acercaba a Ania preguntándole si estaba bien, ella se repego a mí, diciendo que estaba muy asustada, pero me doy cuenta que ella está fingiendo cinicamente, ¿De donde vino tanto cinismo de repente?

El heroe se enoja al ver esto, y al ver que ni siquiera poníamos atención a lo que decía, por ende, desenfunda su gran espada, me pongo en guardia, mientras saco mi Sable listo para pelear, guardias reales se acercan a saber la situación, mientras yo estoy en guardia y el heroe está a punto de atacar, lo sé porque esta juntando mana en su espada.

-ALTO, ESTAN EN PRESENCIA DEL REY, PAREN CON ESTA FALTA DE EDUCACION-

En ese momento el rey se acerca con nosotros, varios caballeros con sus espadas desenfundadas están detrás de el, mientras el heore simplemente sonríe con un gran aire de grandeza y superioridad.

-Majestad, este maldito acaba de insultarme, yo solamente quería tener una pequeña charla con esa joven, pero ambos se han portado muy groseros-

Que hijo de puta, en serio tengo ganas de meterme un disparo en el culo, el rey me mira, pero al ver a Ania esta algo sorprendido, mientras se dirige a ella con un tono respetuoso y con clase.

-Señorita Ania Von Lecler'c,  es un gusto verla a salvo, ¿Que ha pasado?-

-Majestad, es bueno ver que tiene buena salud, este "heroe" me hizo una propuesta indecente de tener relaciones carnales fuera de matrimonio, a mi, la hija del Vizconde Lecler'c,  es una total falta de respeto, una total deshonradez querer mancillar el cuerpo de una joven noble pura-

Lágrimas salían de sus ojos mientras sus expresiones faciales eran de dolor y vergüenza,  espera, lo peor es que le están creyendo, ¿Soy el único que se da cuenta que esta fingiendo de manera descarada?, en serio esta niña es más aterradora de lo que deja ver.

-Santo heroe, esto es inaudito, si no fuese por tu posición, ya habrías sido ejecutado, ¡Disculpate ahora mismo!-

-¿Y si no lo hago que?-

-¿Como osas hablarle así a su Majestad?, tu fuiste enviado especialmente para protegerle y servirle-

-Tch, ni siquiera quería ser traído aquí, nos trajeron sin nuestro consentimiento, no me disculpare,  esa chica está mintiendo, jamás hice tal cosa-

Se armo un alboroto en la sala, mientras observaba todo, tone unos bocadillos, después de todo tengo hambre, mientras comía plácidamente viendo el desmadre que se estaba armando, una voz intervino, es ese estúpido niño.

-Majestad, yo vi lo sucedido, doy fe que ese caballero actuó de manera mal educada y agresiva contra el heroe, dejémonos de tonterías, esto debe solucionarse con un duelo entre el héroe y ese tipo-

-Bueno, poniéndolo de esa manera, será lo mejor, se celebrara un duelo entre el héroe y el caballero de la Señorita Lecler'c-

De pronto cuando me di cuenta ya estaba a punto de tener un duelo con ese tipo, si bien se que puedo ganar, aun debo tener cuidado, ya que me he dado cuenta que tiene un absurdo poder, en serio si ese tipo estuviera bien entrenado podría incluso matarme.

-Me opongo, no apruebo este duelo, es absurdo poner a un héroe enviado contra un caballero-

-Oh, ¿La señorita Ania cree que su caballero no podrá sobrevivir?- el mocoso imbecil dijo con voz burlona.

-Tal vez si acepta mi propuesta de matrimonio, podríamos hacer uso de nuestra influencia para evitar el duelo-

Ania estaba entre la espada y la pared, por un momento volteo a verme, sus ojos se posaron en mi, tenía lágrimas en ellos, mientras volteo a ver a ese mocoso, el cual tenía una sonrisa burlona y una mirada asquerosa hacia Ania, esta última estuvo a punto de decir algo, pero no la deje, ya acabe de comer, así que hagamos esto.

-No hace falta mocoso idiota, llevare a cabo este duelo-

-¡¿Como me has llamado maldito insolente!?-

-Hagamos una apuesta, ¿Que te parece?, si pierdo este duelo, tendrás mi lealtad y seguiré cualquier orden que tengas por el resto de mis días-

-Ja, eso sí sobrevives, oye héroe, asegúrate de no matarlo-

-Pero, si pierdes, Ania ganará automáticamente el duelo por las tierras del bosque maldito, y además de eso, me pagaras mil monedas de oro blanco-

-Ja, acepto-

-Has hecho una apuesta frente al rey, ¿Estas loco?, si pierdes tendrás que cumplirla pase lo que pase-

-Jaja, tranquila pequeña, por algo hice esa apuesta, ¿Acaso no confías en mi?, he demostrado muchas veces que, aunque no soy invencible, no es fácil ganarme-

-Eso, eso no lo dudo, pero, es diferente con un héroe Invocado, ellos tienen un poder absurdo capaz de destruir ejércitos-

-Y yo, yo tengo un poder capaz de destruir reinos entonces-

Así, todos se enteraron del duelo, guiándonos hacia la arena donde sería el enfrentamiento, todos los altos mandos y varios nobles estaban presentes, querían ver de primera mano el poder de un héroe Invocado.

Estoy en la sala antes de entrar en la arena, me siento como un gladiador, ahora entiendo un poco como era para esos tipos antes de salir a la pelea, Ania esta detrás de mi, tiene los ojos llorosos, mientras sigue suplicandome que no vaya a la pelea.

-Por favor, debes parar esto, si te rindes ahora, todavía puedo usar mi influencia para evitarte problemas-

-No voy a parar, esto es una apuesta que yo hice, y que pienso seguir, no soy un cobarde-

-Ese maldito orgullo, ¿¡Al final de que te sirve si estas muerto eh!?, deja de ser un macho estúpido y deja de lado el honor y el tonto orgullo que nada te van a traer, YO NO QUIERO PERDERTE-

-Vaya, entiendo tu punto, pero escúchame, soy un soldado, y como tal, me entrenaron para retirarme cuando no se puede ganar, me enseñaron que antes de morir por mi patria, debo vivir por ella un día más, si hice esta apuesta, es porque se que puedo ganar, es porque se que la retirada no es la mejor opción, debes aprender que no puedes bajar la cabeza siempre, que no puedes siempre esconderte detrás de tu cobardía, la cobardía nos mantiene vivos, pero también nos esclaviza-

Un cuerno sonó en señal de dar inicio al combate, sin decir más, me dirijo a la entrada, saliendo a la arena, no voltee atrás, Ania no me dijo nada más, solo sentía como me miraba, aunque no vi su mirada, sentía que me miraba de otra manera.

Salí a la arena, y vi a una multitud grande de personas viéndonos, expectantes, de la puerta contraria vi al héroe, traía una armadura color oro muy llamativa, al verla, noto muchas runas en ella, deben tener varias funciones, pero según mi visión magica, muchas de estas runas ni siquiera están activas, ese tipo ni siquiera sabe controlar bien su mana.

Su espada también tiene muchas runas, y al parecer esta hecha de oro, si es de oro, me pregunto ¿Cuanto se habrá gastado este país en hacer ese equipo?, es estúpidamente caro, si eso existiese en mi anterior mundo valdría miles de millones.

-PELEADORES, PRESENTENSE-

-¡Mi nombre es Richard Willington, titulo de Héroe Invocado!-

-¡Mi nombre es Azrael, titulo de Apostol del Dios de la Muerte!-

-Un apostol...-

-Blasfemia, esto no es posible...-

-Del dios de la muerte y la destruccion...-

-Es, es inaudito, ha ofendido a un apostol...-

Muchas personas se sorprendieron, mientras que otras más me veían con terror, algunas ya no me miraban con el mismo desdén de antes, el rey ahora tenía una expresion de miedo y preocupación, mientras me miraba con algo de incertidumbre, debo averiguar el peso de ese título.

-QUE EMPIECE EL DUELO-

El heroe se lanza con todo su poder, lanzando un tajo de su espada hacia mi, es rápido, y ese tajo bien podría destrozar un muro como el de la ciudad sin problemas, incluso hizo temblar la densa barrera de mana que nos rodea, pero yo lo esquive sin problemas.

Después lanza otro corte, el cual también esquivo, este tipo es lento, al menos a mis ojos, su siguiente movimiento será un tajo vertical de arriba a abajo, lo sé no por mi visión mágica, si no porque este imbecil es demasiado predecible, es obvio lo que hará.

Me hago a un lado y cuando su espada cae hacia abajo me pongo en su costado, lanzó un corte con mi Sable pero es repelido por la armadura de este tipo, es de esperarse, el lanza un corte desde el suelo a mi posición, yo simplemente pateo su brazo envolviendo mi pierna en mana, haciendo que su ataque se desvíe.

Su impulso hace que gire quedando de espaldas a mi, es un total novato, reúno mana junto a mi espada, la hago vibrar en frecuencias de ultra sonido, osea, muy rápido, mientras hago que el mana se caliente a alta temperatura, el oro tiene una propiedad, es fácil de fundir, y muy moldeable.

Al lanzar el corte en su espalda, su armadura se derrite como mantequilla,  una patada mía envuelta con mana hace que se parta en dos, dejando al descubierto su torso, me sorprende que no se haya quemado, debe ser porque su ropa también tiene runas de protección en ella, molesto.

El se sorprende, todo el público está en silencio, bueno, no se porque se sorprenden tanto, es obvio que deben saber que el oro es así de fácil de fundir, bueno, supongo que aquí no existe ese juego que llegue a jugar alguna vez, donde te enseña que las herramientas de oro son una mierda, aunque son buenas para encantar.

El me observa con total preocupación, ya no tiene esa mirada arrogante, si, ahora es el momento de que yo ataque, me acerco, y paso a paso el empieza a retroceder, aunque tiene su espada en alto, esta temblando, pobrecillo, está asustado, me sigo acercando, sin inmutarme, tiene un gran poder, pero eso es lo que le falta de entrenamiento.

El decide lanzar otro ataque cargado de mana, yo simplemente repelo su espada con mi Sable, vuelve a atacar, y yo vuelvo a repeler, no me inmutó, después vuelve a lanzar un corte, esquivo, y su impulso expone su brazo, lanzó un corte justo en el tendón del codo de su brazo derecho, el grita de dolor, retrocede y se mira.

Ah es obvio que sus runas no sirven de nada, la razón es simple, yo puedo manipular el mana, y simplemente hago que el mana que hace funcionar sus runas se disperse, no entiendo entonces por qué las runas son tan costosas, son inútiles ahora que se esto, el se mira la herida, lágrimas empiezan a salir por sus ojos.

-Eh, ¿No me digas que el estúpido niño descubrió que este no es un cuento de hadas?-

El me mira con enojo, pero el miedo es más fuerte, es obvio, esa herida no es nada para mí, ni las heridas más fuertes me causan mella, porque me entrenaron en el mismo infierno, pero el es un civil común, no sabe lo que el cuerpo puede sufrir en un combate, y menos ha experimentado el dolor de uno.

-Esto es un combate real estúpido niño, ahora si entendiste tu lección, llora lo que quieras, ve a que te sanen y rindete, es simple, no puedes ganar-

Se enoja aún más y se abalanza contra mí lanzando un ataque fuerte de arriba a abajo, me hago a un lado esquivandolo, no me esperaba eso, pero la estupidez viene acompañándo a la valentía, así que doy un corte en su estómago con mi Sable, lo hago con la hoja caliente para cauterizar la herida al tiempo que la hago, porque, es sencillo, cuando pasas por el entrenamiento de fuerzas especiales, desarrollas esa parte oscura, donde hacer sufrir a tu enemigo también es divertido.

El heroe se retuerce de dolor, esta en el suelo agarrando su estómago con dolor, ahora esta llorando,  me acerco, y le susurro al oído, mientras una sonrisa se dibuja en mi cara sin darme cuenta.

-Te di una oportunidad, me atacaste, y ahora estoy muy encabronado, ahora, no te dejare rendirte, te voy a dar la educación que tus papas no te dieron-

Así, saque de mi inventario un fuete, o lo que viene siendo una especie de latigo muy corto que se usa para hacer que los caballos se muevan más rapido, la razon por la cual tengo uno es porque en el desfile del colegio militar iba a montar a caballo, esa cosa puede herir la piel de los caballos, los cuales tiene un cuero muy grueso, la piel humana sufre más.

Y sin dudar, comienzo a golpearlo una y otra vez con el fuete, haciéndole cortes en la espalda, brazos, el pecho, mientras una y otra vez le repetía que debía ser respetuoso, que no por tener una posición alta puede hacer que los demás le obedezcan contra su voluntad, que debe respetar a las mujeres, porque estas son damas pase lo que pase, y muchas cosas más.

Después de darle la paliza de su vida, el heroe lloraba casi desmayado en la arena, sucio y lleno de sangre, mientras se abrazaba a sí mismo hecho bolita, me dio en cierto punto lastima, pero si no quiso entender a la buena no quedaba nada más que enseñarle a las malas.

-...Y bueno, pues debes aprender eso, échele ganas mijo-

Así me di la vuelta, cuando vi que los otros 6 héroes salían a encontrarme, con sus armas en alto, mientras se formaban para atacarme, tienen arcos, espadas, y algunos son magos, al parecer no escarmientan en cabeza ajena,  al parecer también hay que educarlos.

CONTINUARA...