Un Juego Peligroso

Familia Donovan:

Son reconocidos en toda Italia, Su empresa se dedica a la moda, sus diseños han llegado a todos los rincones del mundo, siendo una marca reconocida internacionalmente.

Las cabezas y fundadores de la marca Donovan son los esposos y ancianos de la familia; Giorgio y María Donovan, juntos iniciaron con un pequeño negocio en su pueblo natal, Pero la calidad y buena costura de sus diseños enamoraron a las personas, María se encargaba de los diseños y ella a mano los cocia y les daba su toque especial, poco a poco la marca Donovan fue tomando fama y por ende el trabajo se suplicaba, Pero gracias a su amabilidad y esfuerzo, tenían trabajadores dispuestos a todo con ellos, llegando a ser la marca de renombre que es hoy. María con el pasar de los años esperaba tener a su hijo, Pero los médicos no les daban esperanzas de que esto ocurriera, Pero un milagro los sorprendió, la mujer estaba embarazada, los médicos les advirtieron de que era un embarazo muy arriesgado en el que podrían perder la vida tanto la madre como la criatura, Pero el deseo de María era ser madre y no le importaba arriesgar su propia vida, por lo que Giorgio no tuvo más que acompañarla en todo el proceso su esposa era bastante terca.

Todo el proceso de su embarazo fue bastante complicado, Pero logro tener a un pequeño varón, por suerte todo había salido bien, y la mujer junto a su pequeño disfrutaban de buena salud, el pequeño Ricardo Donovan creció en un ambiente familiar cálido y amoroso, rodeado de todas las comodidades y se preparaba para llevar en su cargo el negocio de sus padres.

Ricardo se preparó en administración, negocios e incluso un poco de leyes, se convirtió en un tiburón de los negocios, haciendo la marca reconocida internacionalmente, ya no solo era en Italia, sino que tenían sucursales en distintos países, además, de sus tiendas en línea. Ricardo conoció a Alessandra De Luca, una mujer pelirroja encantadora que le robó el corazón en el momento que la vio, por lo que duro un buen tiempo enamorándola, ya que no era una chica fácil de conseguir, Pero Alessandra conociendo al gran hombre que era Ricardo Le dio una oportunidad, una de la cual no se arrepintió. Ambos se casaron y tuvieron dos hijos, el mayor Niccolo Donovan, un joven curioso por el mundo, Pero responsable en sus deberes y a la pequeña pelirroja Scarlett Donovan, una chica tímida al principio y poco sociable a diferencia de su hermano, era la luz de sus padres.

Siete años después del nacimiento de su última hija, los esposos Donovan y la madre de Ricardo volvían de una reunión que habían tenido fuera de Milán, al regresar venían charlando cuando un camión los embistió lanzándolos fuera de la carretera, esa noche los tres fallecieron sumiendo en tristeza a sus otros seres amados.

Giorgio se encargó de sus nietos, Niccolo tomo las riendas de la empresa a los 20 años y hasta el momento ha realizado un gran trabajo, es igual a su padre, no solo físicamente, en cuanto a Scarlett es un tema que lo tiene tenso, ese prometido que tiene no es de su agrado, Pero su nieta está empeñada en casarse con él, así que decidió que lo mejor era que ella misma se diera cuenta de su error y aprendiera de él, puesto que a veces es necesario sufrir una caída para levantarte y no volver a caer.

El anciano está sentado en su despacho mirando a su nieto Niccolo, quien le marca a su hermana, pero esta simplemente le cuelga.

— Al parecer tu hermana sigue enfadada por querer meternos en su vida — Dice el anciano

— Es demasiado joven para saber cómo es realmente el mundo — Niccolo vuelve a marcar, recibiendo la misma respuesta que la anterior

— Ya déjalo, solo espero que esto no termine en una tragedia —

— Tranquilo abuelo, estaré al tanto de ella, la vigilare si es necesario —

— Hazlo, no quiero sorpresas más adelante —

Sin más el anciano se retiró a su habitación, dejando a Niccolo sumido en sus propios pensamientos.

A la mañana siguiente Scarlett se levantó muy temprano, tomo su bolso y se marchó, debía reunirse con su amiga y conseguir aquel objeto que sabía alegraría a su futuro esposo, además, por la tarde debía ir al salón de bodas a terminar de revisar que todo estuviera en orden, por un momento se sintió triste, ya que su abuelo se había negado a entregarla al altar, Pero ella estaba decidida en casarse así sea que su familia no lo apruebe, ella ama a Gianluca.

Al recoger aquel regalo para su prometido lo guardo y se subió al coche, pensó en ir directamente al salón de bodas, Pero luego pensó que mejor le daba la sorpresa a su prometido así que empezó a conducir hacia el apartamento de él.

Al llegar a recepción, la mujer que siempre estaba sonriente la recibió, Scarlett le dijo que le quería dar una sorpresa a su novio por lo que la joven le dio una llave, ya que conocía a la señorita.

Al ingresar Scarlett vio ropa tirada en la sala, y un ruido proveniente de la habitación de Gianluca la alarmó, se suponía que su novio debía estar en el trabajo, Pero al parecer no había ido, la joven se acercó con paso decidido, Pero lo que escucho la paralizó.

— Scarlett es muy tonta al creer que alguien como tú puedes casarse con una gorda como ella —

Esa voz, Scarlett la reconoció, no era otra más que su mejor amiga Claudia, el corazón le latía muy rápido. No podía creer lo que escuchaba.

— Cada vez que tengo que besarla me da un asco, todo esto ya quiero que se termine — Gianluca fue quien hablo — Solo hago esto hasta que mis abuelos vean que estoy casado y que he sentado cabeza para que me den las riendas de la compañía

— Así es, solo espero que sea pronto, ya no soporto verte con ella. Es tan repulsiva —

— Tranquila mi amor, apenas me entreguen la compañía me desahogo de ella y tú serás mi esposa, Pero por ahora necesito sus apellidos —

Eso fue el detonante para que Scarlett terminara soltando sus lágrimas, ¿Acaso era tan repulsiva para que hablarán así de ella?