Esta Vida ¿Otra Oportunidad?

Al amanecer emprendieron su viaje, el Duque y su hija en un carruaje y el Tercer Príncipe en otro.

Cuando empezó a anochecer montaron un pequeño campamento, Ivy junto con su padre tomaron el primer turno, y así el resto fue a descansar, mientras que Ivy le cuenta a su padre lo que había pasado el día anterior cuando estaba comprando los vestidos.

- Esa niña, como se atreve.

Dice el Duque con bastante molestia, pues si hubiera salido lastimada no perdonaría al Marqués por la mala educación de su hija.

- No se preocupe padre, sabe bien que soy capaz de defenderme sola, ni los dos juntos eran rivales para mí.

Ivy trata de calmar a su padre con esas palabras, pues ambos estaban orgullosos del progreso de ella, y al igual que ella el Duque era un gran peleador.

- Ya que te veo con energía, ¿qué tal un duelo?

Ivy lo piensa y acepta, así que quedaron que el día siguiente cuando se monte el campamento se haría el duelo.

Cuando termino su turno, Ivy se fue a dormir en el carruaje mientras que el Duque duerme en una tienda que supo fuera del carruaje, para evitar que el Tercer Príncipe moleste a su hija.

Al amanecer emprendieron su viaje nuevamente, y así como el día anterior al anochecer montaron un pequeño campamento, pero esta vez un poco más temprano pues todos querían ver el duelo entre el Duque y su hija, incluso el Tercer Príncipe. Ya todos estaban atentos a esperar que salgan y empiecen.

Al empezar el duelo todos decían que los dos se veían muy serios a pesar de ser un duelo amistoso, el líder de los caballeros será el juez y se asegurara que no haya malas jugadas o algún movimiento que los haga salir heridos.

Así empezó el duelo y todos estaban sorprendidos, pues sabían bien que el Duque era un oponente duro, pero para su sorpresa Ivy estaba siendo una oponente difícil de vencer.

- Parece que las clases te sientan bien, aunque te falta mucho para llegar a mi nivel.

- Parece que su edad no es impedimento padre.

Este ríe por lo dicho y sigue pues ya había visto el punto sensible de su hija, o eso creía. Cuando Ivy se dio cuenta por dónde atacaría el Duque, hace un movimiento perfecto y se hace volar la espada, así fue como dictaron que la ganadora era Ivy.

- ¿ qué decía padre?

Duque estaba sorprendido, no pensó que Ivy estaba leyendo sus movimientos.

- Está bien, acepto la derrota.

Dice el Duque riendo.

- Bien ¿quién sigue?

Ivy quería seguir peleando, así que el líder de los caballeros da un paso a frente y ahora sería el Duque quien dirija el combate.

Aunque el líder de los caballeros de nombre Lenin, era un oponente fuerte, al igual que su padre terminó perdiendo su espada.

Todos estaban sorprendidos por la habilidad de Ivy, hasta el Tercer Príncipe estaba sorprendido que Ivy fuera mejor peleadora que él, por eso la empezaron a tratar con aún más respeto que al capitán pues ninguno de ellos habían logrado vencerlo.

Al terminar se sentaron a comer y a hablar de la gran habilidad que tiene la hija del Duque, unos la elogiaron mientras otros estaban al margen. Luego de comer todos fueron a dormir excepto dos que se quedaron haciendo guardia.

Así pasaron los días siguientes durante su viaje, el Tercer Príncipe había estado al margen de todo pues, su padre le dijo que evita cualquier problema con la Señorita Ivy, si la quería como prometida. Al llegar al reino de Aura, se identificaron y siguieron, al igual que ellos otro reino vecino, había llegado, así fue como fueron guiados a la mansión de invitados, les dicen que descansen que al día siguiente sería la ceremonia de compromiso.

El Príncipe Chris se había enterado de que entre la delegación del Reino de Luz, había venido una chica. Aunque quería ir a ver de quien se tratará, su padre no lo dejaba, debía terminar sus deberes pues mañana no tendrá tiempo.

Al día siguiente en la tarde, ya Ivy estaba lista, esperando que su papá la pase buscando para ir juntos, poco tiempo después le tocan la puerta y es su padre quien le dice que ya es hora de irse.

Al llegar fueron anunciados.

- El Duque Smith y su hija Ivy Smith, de la delegación del reino de Luz.

Todos estaban fascinados por la belleza de Ivy.

Cuando estaban al pie de la escalera, fue el mismo Príncipe heredero quien los recibió, Ivy estaba contenta de verlo tan pronto

- Saludos, Alteza, es un gusto verlo bien

Dice esta mientras hace una reverencia.

- Señorita Ivy, es bueno verla, se ve tan preciosa como siempre

Dice el Príncipe Chris, haciendo que Ivy se sonrojara.

El Duque al verlos hablando decide dejarlos mientras va a hablar con el resto de invitados.

- Buenas noches, queridos invitados el día de hoy estamos aquí para celebrar el compromiso entre el segundo príncipe.

Luego del anuncio del rey tanto el segundo príncipe como su prometida fueron al centro del salón y bailaron el primer baile. Cuando estos terminaron pasaron hacia su mesa para hablar con sus invitados.

- Señorita Ivy, ¿me concede esta pieza?

- Será un placer Alteza.

Así pasaron al centro del salón y empezaron el baile, todos quedaron maravillados por la preciosa pareja, que bailaban con armonía.

Al terminar el baile, pasaron a sentarse, muchas chicas murmuraban por la cercanía que tiene el Príncipe con esa chica.