Alina Alcoser Gales - Fernando Puelo, dos personalidades muy distintas. Ella solo tiene energía, vitalidad y ganas de progresar en sus proyectos. El, una boda frustrada, lo dejo en un estado de depresión y oscuridad.
Ambos son vecinos, ninguno quiere saber del otro. Tendrán la oportunidad de vivir un gran amor?
Acompañenme en esta historia en la cual habrá desencuentros, malos entendidos , enojos. Nada que el amor de una familia no pueda curar.
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Capítulo 23
A la mañana siguiente, Fernando se despierta, y se dirige a ver a Alina, ella todavía está dormida con toda la frazada enredada a su cuerpo, el sonrío, - parece que sos un poco inquieta cuando dormis, aunque pareces un angelito-, va hacia la cocina, toma la matera, - A ver, como era todo esto... primero debo poner a calentar al agua no más de 70° u 80°, mejor pongo 80°, ahora, pongo yerba en el mate, uff, tenes que ser ingeniero de la NASA, para preparar un mate, Ay, mi dulce, espero que después de todo esto te guste tu desayuno-, termina de preparar todo y va hacia el living.
- BUEN DIA...VECINA.. A DESPERTARSE...
Alina abre los ojos, sé sorprende, mira hacia todos lados hasta que se encuentra con Fernando que la miraba desde arriba.
- me quede dormida anoche?
- yo diría que desmayada.
- ay, por Dios, que vergüenza, y porque no me llamaste?, podría ir a dormir a mi departamento...
- ni loco, y perderme esta escena?
- no, Fer, tampoco es así, ya es un abuso de mi parte.
- ay nena tonta cállate, que abuso?, a mi me encanta que hayas dormido aquí. Dale levántate, en el baño te deje un cepillo para dientes nuevo, y ya prepare los mates.
Alina va al baño y vuelve al rato.
- acá tenes tus mates, espero que te gusten.
- gracias, muy amable de tu parte, vos no vas a tomar?
- no, mis mañanas comienzan siempre con café. No te hacia tan dormilona.
- si me encanta dormir, si estuviera en mi cama, seguro me despierto y me quedo un rato hasta que me levanto. No sé qué voy a hacer cuando empiece a trabajar...
- si es como me contas, va a ser dificil pero no imposible.
- Fer, quería pedirte disculpas por lo de anoche.
- otra vez disculpandote?, y ahora por qué?
- por el escándalo que hice con la película, no se que me pasó, me agarro mucha congoja, sentí como que me afectaba directamente...
- que extraño, porque vos no estas viviendo ese tipo de historia, o al menos, no tenes un amor como ese o si?.
- si, digo no.
- si o no?
- si que no me pasa eso, que no, no tengo ese tipo de amor, pero por eso, me puse a discutir con vos como si fueras el protagonista y me estabas haciendo eso a mi, y te obligue a defender al protagonista, y yo que no paraba de llorar, jajajajajaja, me parece que necesito un psicólogo.
- quédate tranquila, yo no lo sentí de ese modo. Eso sí, por experiencia, te digo algo, ojo con los psicólogos, tenes que saber a quien entregas tu mente.
- bueno, igual es un decir, no voy a ir a uno y menos por una película.
- entonces que vamos hacer con el resto del domingo que nos queda?
- todo el domingo?, perdóname Fer, pero vivo más acá que en mi departamento...
- y que tiene de malo, ahí nadie te espera, no tenes mascotas que te extrañen, como yo lo hago cuando no estás.
Alina se queda callada, preguntándose si había escuchado bien lo que le dijo Fernando. Ante el silencio de Alina..
- bueno, como gustes, tampoco voy a obligarte estar aquí conmigo...
- vos lo harías?, si fuese al revés, decime Fer, estarías dispuesto a quedarte todo el domingo, sin importar que tenes que preparar todo, porque al día siguiente , vas a ir a trabajar?. Porque si es así, te invito a mi departamento y pasamos todo el día.
- cuando queres, podes ser cruel Ali. Sabes que yo no puedo, si fuera al revés y pudiera salir de aquí, lo haría, si...lo haría, para mi no es perder el día estar con vos.
- yo nunca dije que era perder el día. Eso lo agregaste vos y fue para victimizarte.
- bueno, da igual, podes irte cuando quieras, tampoco es que te tengo secuestrada.
- Fer, tampoco dije eso..., tengo una idea, queres que probemos de ir a mi departamento?
- no, no puedo, parece que todavía no entendes, no soy un tipo normal.
- pero yo creo que hay una forma, probemos, no perdemos nada.
- se nota que vos no tenes palpitaciones, sudores y temblores.
- Fernando, vos crees en mi?
- hasta hace 5 minutos....si.
- ay, dale no seas malo, me dejas hacer una prueba?
- si me prometes de pasar todo el domingo juntos si.
- ok.
Alina sale para la cocina y vuelve con una servilleta de tela. Hace un torniquete y se lo coloca sobre los ojos tapando a los mismos.
- que estas haciendo Alina?
- vos déjame a mi, decime, ves lo que estoy haciendo?
- seguro que poniéndome una mano enfrente, siempre lo hacen, pero no, no veo nada.
- jajajajajaja, si estaba haciendo eso, entonces no ves.
- no
-ok ahora te tomo las dos manos y empezamos a caminar.
- para donde me estas llevando?
- shhh, vos escucha solo mis palabras...
Alina abre la puerta.
- Ali, estas loca, me estas sacando afuera?
- vos seguime, así seguí caminando.
- Ali me estoy poniendo mal.
- seguí así, muy bien, respira profundo, exhala... ya está, aguardame un segundo. ( abre su puerta), ahora si, seguimos caminando...
- Ali por favor...
- muy bien, un par de pasos más..., listo.
Alina pasa por detrás de Fernando y le desata la servilleta.
Fernando abre los ojos y se encuentra en el departamento de Alina
Se le llenan los ojos de lágrimas y se abalanza sobre ella, abrazándola muy fuerte.
- te amo Alina Alcoser.
Alina se queda helada, por lo que acaba de decir Fernando, y él se da cuenta.
- no quise decir eso, pero si quise decirlo, no sé cómo explicarlo, estoy tan feliz Alina, lograste lo que nadie en 5 años, te amo como amiga, me entendés?
- si Fernando, entendí, no te preocupes.
- estás enojada o me parece a mí?
- no, no estoy enojada, a vos te parece. Yo también te quiero mucho como amigo y me pone feliz tu emoción.
- Ali, en menos de una semana, diste un vuelco a mi vida.
- no es para tanto, ya lo había pensado, solo que hoy se dio la posibilidad.
- y ahora que hacemos?, porque yo solo no puedo volver.
- y ahora nos quedamos aquí, yo aseo y acomodo un poco todo esto que ves desordenado, vos me cebas unos mates en el mientras tanto. Y si te portas bien, te prometo hacerte un estofado.
- ves lo que digo, ya planeaste el domingo perfecto, como no quererte..., como amiga.
- sí... como amiga (susurra para sí misma).
- perdón, no te escuche, dijiste algo?
- no, nada, empezamos?, vaya a preparar mate.
Así pasaron todo la mañana, Alina ordenó todo, Fernando le cebaba mate y también la ayudó un poco, y Alina cumplió con su promesa, le cocino su famoso estofado.
- esta riquísimo, hace años que no como este estofado, lo haces con el mismo sabor del que hacia mi madre.
- en serio?, es una receta de mi mamá. Tengo un par de porciones de brownie, te apetecería con un poco de café, como postre?
- me encantaría.
Luego, juntaron la mesa, lavaron los platos y se pusieron a jugar a las cartas, se pelearon mucho cada vez que alguno ganaba, el otro lo acusaba de tramposo, luego se reían y así llegó la noche.
- ay mi vecina, cuanto hace que no vivo un domingo como este.
- esta vez es en serio, me hace bien, saber que te hago bien.
- te aseguro que me haces mucho más que bien, pero ahora quiero dejarte descansar, mañana te tenés que levantar temprano...
- bueno, te lo acepto, estoy un poquito cansada.
- el tema es que hay que volver...
Alina va en busca de la servilleta, vuelve a colocársela, se toman de la mano y empiezan el camino de vuelta. En este caso, la ansiedad de Fernando se debía en que estaba nuevamente afuera y ya no se sentía mal, apenas 2 metros separaba una puerta de la otra.
Llegaron al departamento, Alina abre la puerta, Fernando entra, y él se saca la servilleta.
- que feliz estoy.
- yo también. Bueno te dejo.
- Gracias, que descanses, bonita.
- vos también gruñón.
- no te olvides de mi beso.
Alina se acerca, apoya sus manos sobre el pecho de el, y le da un tierno beso en la mejilla.
- adiós. ( se va).
- adiós, te amo cada día un poco más mi nena.