Sinopsis: "La Felicidades No Está Hecha Para Mí" es la desgarradora historia de un joven que lo pierde todo. Después de que su familia muriera en un trágico accidente automovilístico, su mundo se derrumba por completo. Sumido en la desesperación y el dolor, el joven lucha por encontrar un sentido a su vida. Sin embargo, en medio de su sufrimiento, el joven encuentra un rayo de esperanza cuando conoce a alguien que logra despertaren él un sentimiento que creía perdido: el amor. A medida que su relación avanza, el joven comienza a vislumbrar un futuro más allá del abismo de la tragedia. Pero la felicidad que parecía al alcance de su mano se ve truncada cuando, de forma inesperada, su nuevo amor es brutalmente asesinado. Devastado por este nuevo golpe del destino, el joven se enfrenta a la dolorosa realidad de que la felicidad tal vez no esté hecha para él.
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Una Nueva Oportunidad
Capítulo 15: Una Nueva Oportunidad
Conforme pasan los meses, Lucía y yo continuamos avanzando en nuestro proyecto de hacer crecer la empresa de nuestra tía Mariana. Juntos, hemos implementado cambios estratégicos que han permitido consolidar su presencia en el mercado y expandir su alcance.
A pesar de lo demandante que puede ser este proceso, me siento cada vez más realizado y motivado. Saber que estoy honrando el legado de mi tía Mariana me brinda una sensación de propósito y significado que me impulsa a seguir adelante.
Lucía y yo nos hemos convertido en un equipo inquebrantable, complementando nuestras habilidades y perspectivas para lograr los objetivos trazados. Nos mantenemos en constante comunicación, discutiendo cada decisión y asegurándonos de que cada paso que damos refleje la esencia de nuestra tía.
Más allá de nuestras responsabilidades laborales, hemos logrado encontrar un equilibrio en nuestra vida personal. Nuestro hogar se ha convertido en un refugio lleno de recuerdos y calidez, un espacio que nos permite desconectarnos del ajetreo diario y reencontrarnos con nosotros mismos.
Una noche, mientras revisamos algunos informes en la comodidad de nuestro apartamento, Lucía me mira con una sonrisa suave y me dice: "Sabes, Martín, creo que tía Mariana estaría muy orgullosa de ver cómo hemos logrado reconstruir nuestras vidas."
Asiento en silencio, sintiendo cómo el recuerdo de mi tía llena mi corazón de calidez. "Tienes razón, Lucía. Estoy seguro de que ella estaría radiante al ver que hemos encontrado un equilibrio y que estamos honrando su legado."
Lucía se acerca a mí y toma mi mano, apretándola con cariño. "Y no solo eso, hermano. También creo que estaría feliz de ver que has comenzado a abrir tu corazón de nuevo."
Siento cómo mis mejillas se sonrojan ante sus palabras, y una sensación de nerviosismo se apodera de mí. "¿A qué te refieres, Lucía?"
Ella sonríe con complicidad y me mira con esos ojos llenos de sabiduría que tanto me recuerdan a los de nuestra tía. "Bueno, no sé si te has dado cuenta, pero últimamente has estado un poco más distraído de lo normal. Y tengo la impresión de que cierta persona podría estar captando tu atención."
Siento cómo el calor sube a mis mejillas, y de pronto me siento como un adolescente siendo descubierto por su hermana menor. "Yo... Bueno, la verdad es que..." Suspiro, rindiéndome ante la mirada penetrante de Lucía. "Está bien, sí, hay alguien que ha llamado mi atención últimamente."
Lucía sonríe ampliamente y aprieta mi mano con emoción. "¡Lo sabía! Cuéntame, ¿quién es ella? ¿Cómo la conociste?"
Sonrío tímidamente y me tomo unos segundos para ordenar mis pensamientos. "Su nombre es Nicolle. La conocí hace unas semanas, cuando fui a recoger unos documentos a la oficina de uno de nuestros proveedores."
Lucía se inclina hacia adelante, escuchando atentamente. "¿Y? ¿Qué pasó?"
"Bueno, al principio fue solo un encuentro casual, pero luego comenzamos a cruzar algunas palabras en los pasillos y a entablar pequeñas conversaciones", explico, sintiendo cómo una sensación cálida se instala en mi pecho al recordar esos momentos. "Ella es una mujer encantadora, Lucía. Inteligente, divertida y con una sonrisa que ilumina cualquier espacio."
Lucía me observa con una expresión de ternura y aprobación. "Me alegro mucho por ti, Martín. Suena como una persona muy especial."
Asiento, sintiendo cómo una sonrisa se dibuja en mis labios. "Lo es. Hemos ido conociéndonos poco a poco, y siento que hay una conexión que me hace sentir... diferente."
Lucía me mira con complicidad y sonríe. "¿Diferente en qué sentido, hermano?"
Suspiro y me rasco la nuca, sintiéndome un poco abrumado por mis propias emociones. "No lo sé, Lucía. Es como si, después de tanto tiempo, mi corazón volviera a latir con una intensidad que creí que había perdido. Con Nicolle, me siento... vivo. Pleno."
Lucía me observa en silencio por unos instantes, y luego me envuelve en un cálido abrazo. "Me alegro tanto de escucharte decir eso, Martín. Tía Mariana siempre quiso que volvieras a abrir tu corazón y a encontrar la felicidad."
Correspondo su abrazo, sintiendo cómo una mezcla de emociones me inunda. "Lo sé, Lucía. Y creo que, de alguna manera, ella ha tenido algo que ver con esto."
Nos separamos y Lucía me mira con una sonrisa radiante. "Estoy segura de que así es. Tía Mariana estaría tan feliz de ver que has encontrado una nueva oportunidad para ser feliz."
Asiento, sintiendo una calidez reconfortante en mi pecho. "Sí, lo creo también. Y sabes, Lucía, me gustaría que la conocieras. Creo que ella y tú podrían llevarse muy bien."
Lucía aplaude emocionada y me mira con una sonrisa traviesa. "¡Claro que me encantaría! Quiero saber todo sobre ella y cómo se conocieron. ¿Cuándo podemos organizarnos para que nos conozcamos?"
Río ante su entusiasmo y le doy un suave empujón. "Tranquila, pequeña. Primero tendré que hablar con Nicolle y ver si está de acuerdo en conocerte. No quiero apresurar las cosas."
Lucía asiente con comprensión y me sonríe. "Entiendo, Martín. Tomate tu tiempo, pero no olvides que cuentas con todo mi apoyo. ¡Estoy ansiosa por conocerla!"
Asiento y le doy un cariñoso abrazo. "Gracias, Lucía. Significa mucho para mí saber que tienes mi espalda en esto."
Tras esa conversación, comienzo a pasar más tiempo con Nicolle, encontrando momentos en los que podamos conversar y conocernos mejor. Siento cómo poco a poco, esa conexión que surgió entre nosotros se va fortaleciendo, llenando mi corazón de una emoción que creí haber perdido.
Nicolle es una mujer brillante, con una personalidad cautivadora y una sonrisa que ilumina cualquier espacio. Nuestra amistad se ha ido desarrollando de manera natural, y a medida que pasamos más tiempo juntos, siento cómo una chispa especial comienza a encenderse entre nosotros.