El Eterno Amor Del Fénix

Isael y Dana regresaron de Acapulco, estaban sumamente preocupados por volver, ya que ambos sabían que era peligroso que el niño tuviera fiebre, los dos estaban dispuestos a apoyar a Mónica, el niño no tenía la culpa de eso estaban seguros.

Llegaron a casa de Mónica y esta los recibió con lágrimas en los ojos, lloraba desconsoladamente, se abrazó fuerte a Israel y le dijo.

Mónica: Por favor ayúdame, tiene 40 de temperatura no sé qué hacer, no hay apoyo de nadie.

Isael: Hay que ir al hospital, pronto está ardiendo.

Y juntos fueron al hospital y el médico dijo

Por poco y el niño no llega lo tendremos en cuidados intensivos más tarde saldré a avisar cómo sigue.

Isael: El pequeño Ian se pondrá bien, ya lo veras es un niño fuerte. Por cierto dónde está Aníbal?

Mónica se abrazaba a Isael, y sigue llorando

Mónica: No lo sé no llega desde hace una semana me hablaron sus padres y me dijeron que estaba en su casa de Vallarta, pero él no tiene casa en Vallarta, conseguí una alerta Amber, pero a la fecha nadie lo ha visto. Si gustas puedes seguirlo publicando en tus redes, me ayudarías mucho.

Isael: claro que sí cuenta con ello, verás que pronto aparece, no debe de tardar en aparecer.

Monica finge dolor y frustración, por su hijo y por Aníbal demuestra una falsa preocupación por ellos.

A ella solo le importa el poder y el dinero.

Mientras tanto Danna estaba allí parada como un mueble más del hospital, esperando solamente buenas noticias del niño, pero en el fondo algo no le cuadraba. Aparentemente solo era la fiebre, pero ella sospechaba que algo no estaba bien. así que se quedó pensando y se propuso indagar más sobre el asunto quizás Mónica tenía más que ocultar de lo que aparentaba.

Pasaron algunas horas antes de ver salir al doctor con noticias sobre el pequeño Ian. Mónica corrió hacia el doctor y le dijo.

Mónica: Cómo está mi hijo doctor? se encuentra estable, se encuentra bien, cómo está? por favor hable.

Dr. Gaytán: señora su hijo se encuentra estabilizado, continua en terapia intensiva, la fiebre cede poco a poco pero sigue en observación.

Mónica: Gracias a Dios, y gracias a usted doctor iré a rezar para agradecer.

El doctor se acercó a Isael y le dijo.

Dr. Gaytán: Sobrino tengo que hablar contigo, aquí hay algo que no está bien, el niño llegó desnutrido y con marcas en el cuerpo.

Isael: pero tío el niño tomaba clases conmigo y nunca me dijo que su madre lo maltratara. ¿cómo es posible?

Dr. Gaytán: Hay niños que son amenazados, si hablan les va peor, necesitó llamar a la policía para que investiguen, no puedo pasar por alto una situación de esta magnitud y lo sabes.

Isael: si está bien tío, es lo más prudente que puedes hacer, Se que Mónica no lo tomara bien, pero es lo mejor. ¿no crees eso amor?

De pronto busco a Danna y no la vio, comenzó a llamarla, pero no había respuesta, tomo el teléfono y comenzó a marcar su celular. No sonaba y mandaba al buzón.

Comenzó a preocuparse de pronto, pensó que podría estar con Mónica, pero cuando fue a la capilla no había nadie.

De pronto un mensaje llegó a su teléfono:

Mónica: Si quieres ver a tu adorada, Danna ve a mi casa ya sabes dónde, no tardes o ella se muere...

Isael: Que le hiciste, si le tocas un pelo, Mónica te las verás conmigo.

Mónica: No estás en condiciones de exigir querido, haz lo que te digo o ya sabes lo que pasará, no me obligues a acabar con ella antes de tiempo, te espero y no tardes, ya sabes que no me gustan las personas impuntuales.

Isael: No me amenaces Mónica, tienes las de perder y lo sabes.

Mónica: No se te ocurra llamar a la policía o la mato es en serio y date prisa que no tengo tu tiempo.

Isael: Solo no cuelgues en lo que llegó, quiero asegurarme que no le harás daño.

Mónica: Ella es mi pase, así que no te preocupes por ello, no haré nada mientras cumplas con tu palabra ven pronto y deja de hablar.

Isael salió disparado a casa de Mónica, temía por la vida de Danna, no quería perderla, no lo soportaría, más aún sabiendo como era de vengativa Mónica, se dijo nuevamente lo tranquilo que debía estar, esperaba que Danna estuviera bien.

Isael: Espera amor ya voy en tu ayuda, no te dejes de esa mujer, ya voy por ti. Espera un poco más, ya voy en tu ayuda.

Mientras iba rumbo a la casa de Mónica, se dijo así mismo en que momento bajo la guardia para que esto sucediera, no era tiempo de pensar, sino de actuar, salvaría a su amada.