¿Qué harías si por venganza terminas enamorada del hombre menos indicado? Esa es mi historia.
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Testamento
Era increíble como ellos trataban de darme órdenes. Se supone que yo soy la hija de Aurelio y me tratan como si fuera una empleada más en esta casa.
___ Está es la peor estupidez qué escuchado en toda mi vida.
____ ¡Lárgate, ahora mismo de mi casa! No los quiero ver más. __ Señalé la salida con mi dedo índice.
____ Nos iremos de esta mansión en cuando usted nos entregué la llave. ___ Dice otra vez el abogado.
Estaba a nada de salir corriendo de esta casa, sin embargo, tanto misterio, tantos secretos me atan aquí. No, me puedo ir y dejar todo así.
Quiero saber toda la verdad y la razón por la cual me tuvieron sedada por tres días, evitando así que pudiera ver el cuerpo de Aurelio antes de ser enterrado.
____ Y, sí me niego a entregar la llave, ¿qué pasaría? ____ Dije con valentía, ya que dentro de ahí, se esconden tantos secretos.
_____ Por su bien, señorita Verónica, entréguenos la llave del despacho del señor del Villar. ___ Dice el hombre más viejo.
Cansada de ver sus miradas encima de mí. Les muestro la llave en mis manos, juego con ella, dibujando una sonrisa burlona en mis labios.
____ ¿Quieren esto?
____ Vayan por ella. ___ Arroje la llave hasta el otro extremo del pasillo, haciendo que corran por ella.
Ver a Teresa ir por la llave, me causa risa... No, tengo duda de que aquí hay gato encerrado y lo voy a descubrir.
Doy la media vuelta queriendo salir de ahí. Cuando escuchó al abogado decir.
___ Hay algo más, señorita Verónica. Usted no puede quedarse en esta casa. Debe salir de esta mansión mañana a más tardar al medio día, después de que se lea el testamento que dejó el señor del Villar.
Me detengo, mi alma salía despacio de mi cuerpo. Sin embargo, no volteó a verlos. Mis puños se aprietan y me trago todo el dolor que sentía.
Aunque tuviera unas inmensas ganas de romper en llanto, jamás suplicaría para que me dejen quedar aquí. Si así lo quiere Aurelio, no rogaré por quedarme.
Continuó subiendo las escaleras despacio. Al parecer seré una vagabunda más en la ciudad. El poco dinero que tengo; en mis cuentas, será, rápidamente.
No tengo a donde ir, mis cuentas bancarias siempre estuvieron a nombre de Aurelio. Él era quien me daba mensualmente una cantidad de dinero, para cubrir mi sueldo como empleada de la empresa del Villar.
Jamás dije nada, ya que siempre lo consideré como a un padre. Ahora que todo ha cambiado, solo lo consideró como el hombre que me ayudó a sobrevivir todos estos años, y siempre le estaré eternamente agradecida.
Continúe caminando hasta llegar a la habitación, cerré la puerta detrás de mí. Quería dejarme caer y llorar hasta que no hubiera ninguna lágrima dentro de mis ojos.
Sin embargo, no era el momento para ponerme sentimental. Necesitaba descubrir toda la verdad, los misterios detrás de todo esto.
Me alejé de la puerta y fui hacia la ventana. El viento golpeaba ligeramente mi rostro, era una sensación agradable. Metí mi mano por debajo de mi vestido y saqué el documento y lo dejé sobre el sillón, luego, fui a traer una maleta y acomode gran parte de mi ropa.
Las horas pasaron rápidamente. En toda la noche no logré dormir ni un poco. Antes de que amanezca escuche que llaman a mi puerta.
______ ¡No está nadie! ___ Grité.
Sin importar lo que yo diga, Teresa entró a la habitación. Caminó hasta donde estaba yo sentada en el viejo sillón.
_____ Señorita Verónica, los abogados ya están afuera. Baje para que se lea en testamento del señor del Villar.
Como si a mí me importará eso. Era evidente que Aurelio me corrió de esta casa.
____ No me interesa saber nada de ese testamento... Por mí, quédate con todo. ___ Dije con determinación.
Me levanté del sillón; agarró mi maleta y la jaló hacia fuera de mi recámara. Al pasar a un lado de Teresa, ella agarra mi brazo, evitando que continúe caminando.
___ Te conviene quedarte, Verónica... Muchas dudas dentro de tu cabeza, pueden encontrar una respuesta.
____ Querida Teresa. No me interesa saber nada de Aurelio, de ti, o de Vanessa. Para mí todos ustedes están muertos. ___ Contesté, sacudiéndome la mano de Teresa de mi brazo.
____ ¿Estás segura? ¿No quieres saber de tu padre biológico y la razón por la que Aurelio te odio tanto los últimos días de su vida?
Me detuve, girando mi cabeza hacia atrás. Ver esa sonrisa en los labios de Teresa, me llenan de furia, aun así, relajo mi cuerpo y forzó una sonrisa.
____ Mi padre biológico no tiene nada que ver con Aurelio. ____ Contesté con seguridad.
Teresa solo sonreír y me confunde aún más.
____ Vete, y no escuches la última voluntad de tu padre. ____ Dice antes de irse.
Me quedé callada. Solté la maleta decidida a descubrir toda la verdad. Salí corriendo de la habitación, dirigiéndome a la sala de estar.
Ahí estaban los dos abogados de Aurelio. Teresa servía una taza de café a cada uno de los hombres y luego dejó una encima de la mesa, me imaginó que para mí.
__ Buenos días, señores. Ya he preparado mi equipaje, así que dense prisa.
Tomé asiento, recorriendo la taza de café a un lado.
____ Señorita Verónica, no le quitaremos mucho tiempo.
Me quedé observando cada movimiento de parte de los dos hombres, en especial miraba a Teresa.
El abogado reproduce un vídeo en donde aparece Aurelio sentado detrás de su escritorio.
___ Querida Verónica. Me puedo imaginar que a estas alturas, tienes miles de preguntas dentro tu mente. Preguntas que solo vas a poder contestar cuando te vayas a vivir con Vanessa por un año. Al terminar ese año, podrás regresar a la ciudad y quedarte con todas las empresas del Villar y todo lo que un día me perteneció. El abogado Xho, te dará un boleto de avión y tu vuelo saldrá a las 7:00 pm a Europa.
Todo parecía estar demasiado bien planeado, para creer que Aurelio estuviera muerto.