La historia de Alexandra Maxwell, es un testimonio de valentía, resiliencia y solidaridad. Cuando fue víctima de violencia de género, se sintió tan pérdida que se aisló emocionalmente, y gracias a un ángel terrenal que luego se ascendió al cielo, encontró refugio en una fundación que le abrió las puertas permitiéndole tener la oportunidad de enfrentar sus demonios y comenzar a reconstruir su vida.
En la fundación Esperanza, que fue su salvavidas, ella encontró su propósito, y decidió dedicar parte de su tiempo y energía a ayudar a otras mujeres que están pasando por situaciones similares, brindándoles apoyo emocional y legal, asesoramiento y orientación, haciéndolas visibles contando sus historias y mostrándole que es posible salir adelante y construir una vida libre de violencia.
LOS/ AS INVITO A LEER ESTA HISTORIA QUE CUANTA LA REALIDAD DE MUCHAS MUJERES QUE SON VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO. ESPERO LA DISFRUTEN. GRENM@
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CAPÍTULO XIX VIOLENCIA VICARIA
“Es aquella que el hombre realiza contra la mujer a través del maltrato infame hacia los hijos e hijas, muchas veces llegando a causarles la muerte”
ALEXA
¿Sabían ustedes sobre esta forma de violencia? ¿Sabían que esta forma de violencia puede tener graves consecuencias para la madre y los hijos, tanto a nivel emocional como físico? La exposición a esta violencia puede causar traumas a los niños y también dificultar la capacidad de la madre para buscar ayuda o escapar de la situación de violencia.
Y el motor que conduce a el hombre a ejercer este tipo de violencia, es la obsesión por mantener el control extremo y posesión sobre la mujer, a través del abuso emocional, manipulación, amenazas o maltrato físico hacia los hijos…
La parte visible de esta violencia extrema, es el asesinato de los hijos por parte de su propio padre, destruyendo para toda la vida a la mujer, porque perder a un hijo, es un dolor insuperable…
En este momento, estoy acompañando y apoyando tanto a Madeleine como a su amiga Jennifer en la audiencia del juicio en contra de su esposo… Su caso fue catalogado como violencia vicaria, ya que quedó demostrado, que el agresor asesino a su propio hijo con el objetivo de ejercer control sobre su esposa…
. – Jamás pensé que fuera a cumplir su amenaza, era su hija… le obedecí, me quedé, soporté lo que quiso, y aun así provocó la muerte de mi bebita... era una niña, él sabía, le dije, Stella mi estrella, solo faltaba un mes para tenerla en mis brazos, le dije, le supliqué, no le hagas daño… ¡Dios! creo que la escuché llorar mientras recibía todas esas patadas que le quitaron la vida… ¿Por qué? ¡Me iba a quedar con tal de que no la lastimaras, era tu hija Marlon, era nuestra niña, mi niña!
Imposible no ser afectada, al escuchar ese desgarrador testimonio, me llevé una mano a la boca al igual que muchos allí presente… Con cuanta ilusión esperar a tu bebé y perderlo así, a manos de su propio padre, y por querer castigar a su esposa, algo imposible de creer y menos aceptar…
. – Señor juez, solicito para el acusado ser condenado por homicidio intencionado en primer grado contra su primogénita, y homicidio en grado de tentativa contra la madre de su hija, su esposa…
Por supuesto, así debe ser, todo el peso de la ley para él. Ethan, el testimonio de la esposa y demás testigos fueron tan contundentes, que el mismo acusado se declaró culpable, y ahora nos toca estar atentos a la pena que le otorgarán… Nos acercamos cuando el juez dio por concluida la sesión, él no paraba de pedirle perdón a Jennifer y de llorar como una magdalena…
. – Lo lamento tanto… - Le dije al abrazarla – Pero ya todo terminó, Dios te otorgará la resignación y la fortaleza para seguir avanzando – Sé que es muy difícil por lo que implica su pérdida, porque ciertamente ella está atravesando por un duelo que será bastante largo, esto nunca será un trauma fácil de superar. Por lo menos lo que tiene que ver con respecto a él, estoy segura logrará la justicia que merece.
. – ¿Por qué llora? – Me preguntaba como perdida e incrédula de lo que veía - ¿Por qué lloras infeliz? – Le gritó - No tienes derecho, tú la mataste, no le permitiste nacer, y me mataste con ella, ¡Ay!
Se quejó e inclino del aparente dolor que sintió, y la sostuvimos, antes de que se llevaran definitivamente a ese hombre, pude ver que la miraba hasta preocupado intentando incluso acercarse… No lo sé, pero después de tanto daño, es difícil creer que realmente lo este. Quien sabe qué circunstancias del pasado pueden haber contribuido a su comportamiento violento hasta llegar a este extremo…
. – Jennifer – Se acercó una mujer de mediana edad… - No sabía, lo siento tanto, mi nietecita… - Comenzó a llorar.
. – Aléjese de mí, lárguese con su hijo, y no llore a mi hija, ella no es su nieta, ella es solo mía, ella era solo mía… - Lloraba con profundo dolor mientras la sosteníamos – Te dije lo que él hacía y que hiciste, normalizaste todo su maldito comportamiento… Dejaste que matara a mi hijita… mi niña, ¡por favor quiero a mi niña! – Su voz se fue haciendo más débil - ¡Por favor Dios, devuélveme a mi hija! Por favor… Stella, aquí está mami mi amor, hija… me quiero morir...
. – Señora por favor… - Le pedí con mucho respeto que se fuera y la dejara… me dio pena, porque yo no la conozco, pero por ahora es necesario que se aleje.
Esto es sumamente difícil, a Jennifer sin duda le toca recorrer un largo camino de recuperación, aun las heridas físicas y emocionales de su perdida están frescas. Ese es el dolor que tiene y la ha hecho desmayarse. A su bebé se la sacaron sin vida a través de una cesárea, claro que está adolorida esta pobre mujer, esa es una cicatriz que permanentemente le recordará su pérdida…
Y cuando le digo “pobre” no lo hago con la intención de victimizarla, obviamente ella es una mujer valiosa que tiene mucha fortaleza y aquí lo ha demostrado, pero está viviendo una tragedia que en este momento la hace una mujer frágil, y eso por supuesto no es malo, es sencillamente parte del duelo.
. - ¿Dónde la llevan? – Escucho la pregunta de la que sabemos en su madre…
. – A la clínica para que la revisen, luego si no es molestia me gustaría invitarlas a que nos acompañen a pasar una temporada en la fundación, hasta que ella se sienta mejor… - Ya ellas han estado allá acompañando a su hija, y esa invitación la hecemos con el propósito de que Jennifer reciba la asistencia médica y psicológica que necesita, además se relacione con otras personas…
Ethan la lleva en brazos hasta el auto de él, donde la recostó en el asiento de atrás…
. – Vaya con ellos tranquila, yo la cuido – La animo cuando duda si dejar a su otra hija, que es una chiquilla de unos 16 años, más o menos, que dicho sea de paso, tampoco ha parado de llorar al ver a su hermana en ese estado de indefensión en el que se encuentra… - Intenta respirar profundo, eso muy bien nena, y trata de calmarte, ahora debes ser más fuerte, porque tu hermana te necesita más que nunca para que la ayudes a superar todo este dolor ¿Si?
. – Si… señora… - No podía contenerse y la abracé…
. – Sé que eres muy joven, pero eres con tu mamá lo más importante que ella tiene en este momento…
Todos vamos a contribuir con garantizarle la seguridad y bienestar que Jennifer necesita en este momento para seguir adelante, pero su familia, es el pilar fundamental que la ayudara a sostenerse…
¡Definitivamente, la violencia en cualquiera de sus formas, no debe ser tolerada!