Una Vida Que No Quiero Vivir

ADA.

Al llegar tenía nervios, miedo, temor de lo que en breves momentos le intentaría explicar, no sé cómo reaccione ante esta abrumadora explicación, sé que él me nota diferente porque la verdadera Ada era una mujer mala en toda la expresión de la palabra.

Y eso lo supe por boca de las trabajadoras, dándome el amplio panorama de una mujer tan arrogante que discriminaba a toda persona inferior a ella, ellas me miraban extraña al preguntarles y pedirles que no omitieron nada, de primero tenían miedo a represalias, pero jamás haría nada en contra, ni de una mosca.

Mientras Ramsés trabajaba tenía curiosidad sobre saber más de ella, encontrando evidencias de que le fue infiel, pero como se atrevió hacerle eso y a él, siendo un hombre tan cariñoso, romántico y tan atento, me dolía porque aunque yo no lo hice, yo me encuentro en él y como dijo Frani ya no soy Zaidane sino Ada, Ada King...

Seguía perdida en mis pensamientos sin darme cuenta que Ramses seguía parado junto a mí esperando que bajara del auto, solo lo vi tome su mano hasta bajar.

Camine con titubeos hasta entrar a la casa, sentí la mano de él llevándome al despacho, mientras él cerraba la puerta me senté en la silla y nuevamente el movimiento involuntario de mi pierna me delataba que estaba nerviosa y demasiado estresada.

- ¿de que quieres hablar conmigo?, ¿por qué estás nerviosa?, ¿recuerdas algo?- suspiré y solo negué, el tomo mi mano apretándola ligeramente.- entonces, ¿que sucede?.

- Ramses nunca recordaré nada y sí, estoy muy nerviosa, es por lo que hablaré contigo es, es sobre mí, sobre el ahora y el pasado, mi pasa…- me interrumpe viéndome directo a los ojos.

- Ada, cariño, tú me pediste que no hablará de eso- asentí.- ¿por que sacas eso ahora?

- si lo sé, pero no hablo de ese pasado, sino de mi pasado, mi vida pasada- él me vio más que confundido- solo necesito que me escuches a lo que te diré, de verdad necesito decírtelo.

- está bien,- suspiré nuevamente él siguió tomando mi mano.

Y solo comencé a relatarle desde que llegué al mundo, mi infancia hasta mi adultez, todo lo que sucedió, mi nombre y de donde era, pero para cerrar con broche de oro fue cuando le dije que él siempre estuvo en mis sueños, sin saber que en verdad él era real, él solo tenía sus ojos tan abiertos que parecían que se saldrían de su cavidad.

Agarre valor para decirle que cuando lo vi por primera vez fue en el centro comercial, dándole el nombre y que él me sonrió al verme, él se impresionó tanto que me soltó de las manos dejándose caer por completo en el asiento, sus manos las restregaba en su rostro hasta que se levantó.

Era la primera vez que lo veía más que estresado, tomó un vaso de licor tan rápido que ya se estaba sirviéndo otro, sabía que su comportamiento era por esto, me levante acercándome a él, toque su hombro y él solo me vio dándome cuenta que tenía sus ojos rojos.

- Ramsés, sé que no lo entenderás, pero solo sucedió, mi terapeuta me dijo que si necesitabas ayuda, ella estaría lista para recibirte- él asintió sin volver a verme.

En una parte entendía su reacción, pero me lastimaba que no quisiera dirigirme ni una mirada, suspire intentando tocarlo de nuevo, pero él se alejó tomando su saco.

- discúlpame, en verdad, en verdad necesito salir- yo solo asentí con un gran nudo en la garganta.

Viéndolo salir del despacho, me quede unos cuantos minutos tratando de tranquilizarme, tome un libro del estante y salí directo al jardín, necesitaba poner mi mente en otra cosa y olvidar por un momento de la crisis que se avecinaba.

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RAMSÉS.

Al escucharla decir que ella no es ella y contarme lo que dice que vivió, dándome toda una gran información, pero lo que aún más me impacto fue decirme del que nos vimos en Dubai en el centro comercial, dándome fechas tan precisas, que me hace dudar, llegando a la teoría de que a recuperado la memoria y quiera jugar con esa historia y conmigo.

Pero antes de enredarme más de lo que ya estoy llame de inmediato a Francia, necesitaba saber que pasaba en realidad con Ada, por fortuna aún no se iba de su consultorio y quince minutos después ya estaba estacionando mi auto en el edificio.

Prácticamente, bajé hasta correr para ir a su consultorio, subí el ascensor y apenas abrieron sus puertas ella estaba al pie de ellas esperándome, me indicó que la siguiera hasta entrar al consultorio, me indicó que me sentará y antes de que pudiera hablar ella lo hizo.

- entiendo su reacción señor King, pero antes que piense que ella miente o que está mal de su cabeza, permítame y le muestro- asentí mientras la vi salir de la habitación, hasta que volvió a entrar- ¿reconoce este rostro?.

Tomé la fotografía y al verla me quedé estático, que sin decir palabras solo asentí.

- bueno, sé que es más que difícil de entender, hasta se podría decir que es más que descabellado, pero la historia que le contó a usted la sé yo y en esta carpeta está toda la información desde que ella estaba pequeña- tome la carpeta abriéndola- adelante leala con detenimiento aquí estaré para ayudarlo a despejar cualquier duda.

- está bien- y comencé a leer cada hoja, siendo tal cual me la dijo ella.

Pero ahora no eran simples palabras irreales, en mis manos tenía la gran y descabellada evidencia de que ella no es ella sino la mujer de mis sueños, pero, ¿por qué haría eso la vida?, ¿será que era nuestro destino?, o ¿simple casualidad que sucedió?, no lo sé, mi cabeza está a mil intentando entender y procesar todo esto.

- señor King, sé que lo que acaba de ver es tan impresionante, yo estuve en su postura, pero al leer sobre la reencarnación es tan fascinante, como la vida misma puede darte oportunidades hasta de rehacer tu vida y reencontrarte con tu alma gemela- asentí, más que confundido- permítame ayudarlo dígame ¿que siente en este momento?, seré su terapeuta por las circunstancias.

- gracias, solo que todo esto es tan, tan, de verdad no encuentro la palabra exacta para describirlo- ella asintió, tomando un tabloide y se sentó frente a mí.

- bueno es muy prematuro para dar la definición a lo que vive y siente en este momento, primero necesita entender y entenderla a ella- asentí acomodándome- dígame, ¿que siente al enterarse de todo esto?.

-suspire profundamente- me sorprendí enterarme que Ada no es Ada sino Zaidane, pero lo extraño de todo es que no me dolió, ni experimente ningún cambio, ni sentimientos por la noticia solo fue asombro e impresión- asintió escribiendo en el tabloide- yo en el fondo sabía que algo había cambiado, su manera tan distinta de ser.

- bueno señor King, dígame, ¿que noto de diferencia?- asentí desajustando mi corbata.

- el primer día que la volví a ver después del accidente, su mirada era distinta era más cálida- ella seguía anotando- luego fue el trato a todas las personas, era tan amable, sonriente, generosa y amorosa- suspiré, cubriendo mi rostro y mis ojos se llenaron de lágrimas.

- ¿que sucede?, señor King, podemos parar un momento ¿si usted quiere?- negué incorporándome de nuevo.

- estoy bien, es solo que me enamore de ella, sabía que esto era tan distinto a cuando conocí a Ada, su manera tan sencilla de ser en cuestión de días me cautivo tanto que solo estoy tan perdido en ella, que ahora con esto, me da miedo perderla- ella sonrió viéndome fijamente.- sé que no podré comprender del todo está situación, pero y si ella, ¿quiere alejarse para ahora ser libre completamente?.

- sabe entiendo su postura y su sentir, pero créame no sucederá, lo que yo sé no me corresponde a mí decírselo es anti ético divulgar lo que diga mi paciente, solo le daré este consejo, si usted está enamorado y la ama más que a la pasada, créame hágalo sin restricción, pero dele una vida nueva en donde comiencen los dos desde cero- asentí levantándome del asiento.

- gracias, me a servido de mucha ayuda platicar con usted- asintió estrechando mi mano- considero que en la próxima sesión vendré con ella.

- perfecto, yo encantada de ayudarlos a ambos- camine a la puerta para salir de la habitación- señor King, creo que en este momento no sería conveniente tocar el tema, deje que pase el tiempo y mañana hable con Ada.

- gracias, tomaré su recomendación- nos volvimos a despedir y salí hasta subir a mi auto.

Y solo manejé hasta un hotel, necesitaba descansar y poder pensar que haré mañana, tenía que rebuscar las palabras exactas para hacerle entender que yo aun así la apoyaré aunque no sea la misma persona, la amo más que a nada y lucharé por ella si es necesario.