*Actualizo Diariamente* ... Alessia Betancourt, es la hija de un Vizconde , para evitar que su padre la venda a un viejo asqueroso, pasa la noche con un hombre guapo y da a luz a un hermoso niño, Fabián. Años más tarde, su padre la vende a un Duque, quien se dice que es un monstruo asesino. Alessia quien había entrado a una depresión silenciosa, se sorprende al ver que su esposo, es nada más y nada menos que el padre de su hijo. El Duque, sin embargo, no logra reconocer el rostro de Alessia, solo sabe que se siente atraído por esta triste mujer y su hermoso niño.
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Capitulo 15- El pasado.
Alessia sentia que todo era oscuro, quería detener las voces que la acechaban, odiaba sentirse de esa manera.
-¿De qué sirve ser un noble?
-Tu madre solo actuaba descuidadamente.
-Que pecado para una niña.
"Por favor... detengase... ¡Alguien, ayúdeme!"
Noah: Alessia, aquí estoy.
Alessia abrió los ojos y se encontro con los ojos profundos de Noah.
Alessia: ¿Noah...?
La máscara de Alessia cayó al suelo, mirar a Noah así de preocupado, hizo que su corazón latiera de una forma diferente...
Noah: Alessia, por favor, respira ¿puedes escuchar mi voz?
Alessia no paraba de temblar, estaba en un estado de Shock, estaba intentando con todas sus fuerzas respirar y concentrarse en Noah.
Noah: Eres quien protegió a Fabián, así que ahora mira hacia adelante.
Fabián: Mamá...
Alessia volvió en si al escuchar esas palabras, Noah se dió cuenta y la abrazo.
Noah: Te lo prometo, mientras esté a tu lado, nadie podrá lastimarte nunca más..
Alessia: Está bien.
Noah le sonrió, ambos se miraron a los ojos "animate, caminemos juntos de nuevo"
Fabián: Mamá.
"Para Fabián... y por una nueva vida."
Noah: ¿Puedes moverte?
Alessia: Si.
Fabián se acercó y jalo suavemente el vestido de su madre, estaba al borde, un poco más y lloraba. Alessia agarró su mano y le sonrió.
Fabián: Mamá ¿estás bien?
Alessia: Pues... ahora mamá está bien.
El niño sonrió feliz de ver qué su madre se encontraba mejor, caminaron despacio y Noah compro unos pinchos asados.
Noah: Toma esto, son verduras asadas.
Alessia: ¿verduras asadas?
Noah: Si, es un manjar aquí.
Tanto madre cómo hijo se miraron a los ojos, no les gustaban las verduras, pero ver a Noah tan feliz por darles a probarlo tan emocionado, no pudieron negarse. Asi que sin muchas ganas, ambos lo probaron al mismo tiempo, esperando lo peor, pero al probarlas, se dieron cuenta que tenía un sabor demasiado delicioso.
Alessia: Está delicioso.
Fabián: Si, delicioso.
Noah: ¿Estaba en lo correcto? Fabián, come más despacio.
Fabián: Es delicioso.
Alessia: ¿Ya terminaste de comer? ¿Quieres un poco más del mío?
Fabián: No, mamá lo está comiendo.
Alessia: Mamá está llena ahora...
Fabián: Fabián también está lleno.
Alessia: Yo no lo creo.
Noah los miraba a los dos, era obvio que Fabián queria más, pero no quería comer el que tenía su madre, ya que aunque era joven, se preocupaba por su salud. Además que Fabián no quería pedirle otro a Noah por medio al rechazo.
Noah: ¿Cuál es el problema? Si no es suficiente ¡te compraré más! No tienen que preocuparse por el dinero. Hablando de dinero... Tu ropa Luce demasiado pequeña, no creo que los gastos de manutención que les estoy dando sean cortos.
Alessia: Está bien, mandaré a hacer unos cinco más o menos, eso es suficiente.
Noah: ¿Cinco o seis son suficientes?
Alessia: Hay un nível de moderación.
Noah: Ya veo, lo mandaré a buscar.
Alessia: ¿A quién?
Noah: Es un diseñador errante autoproclamado. Es un tipo divertido que deambula por el mundo a su antojo.
Alessia miro a Noah, él estaba sonriendo como un niño tratando de mostrar que podría lograrlo todo.
Alessia: ¿cómo se llama alguien tan libre?
Noah: Vino al imperio hace una semana.
Alessia: ¿De verdad? Eres muy afortunado.
Noah: Fabián ¿vamos a ver los juguetes?
Fabián: vamos.
Fabián iba cogido de ambos lados de la mano por sus padres y sonreía felizmente.
...****************...
2 meses después.
Fabián: Mamá ¡Estoy en casa!
Dijo corriendo, a abrazar a su madre quien estaba tomando una taza de té junto a Noah.
Alessia: Bienvenido.
Fabián: ¡oh! Estás con él ¡Estoy de vuelta tío!
Noah: Si, Fabián. Ve a lavarte y ven.
Fabián: ¡Si!
Fabián salió de la sala dando pequeños bronquitos, tanto Noah cómo Alessia lo miraban sonriendo. Luego Noah miro a Alessia y hablo.
Noah: Alessia...
Alessia: ¿eh?
Noah: Creo que en los últimos tres meses nos hemos acercado bastante.
Alessia: ¿si?
Noah: ¿Cuando vas a hacer que me llame padre?
Alessia quien acababa de tomar un poco del té que tenía delante, sin querer terminó escupiendo cuando escucho sus palabras. Avergonzada, agarro una servilleta y comenzó a limpiarse.
Alessia: ¿Quieres que te llame padre?
Noah: Sería bueno.
Alessia: Pensé que odiaba a los niños... ¿No es por eso que no querías tocar a una mujer?
Noah: Eso es... Eso es cierto, pero... Alessia ¡tú no me desagradas, yo no te odio!
Alessia lo miro sonriendo y respondió.
Alessia: También me agrada ser tu amiga.
Noah: ¿Amiga?
Por un momento Noah no entendió a qué se refería, luego recordó que él le había dicho eso, dijo que quería que fueran buenos amigos.
Alessia: Eres mi primer amigo, pero me agrada que lo seas.
Noah: ¿Eh?
Noah no entendía porque se sentía raro, eso era lo que él esperaba desde el inicio, pero que se lo dijera, lo hacía sentir raro.
Alessia: Me alegro que estés aquí,en realidad no hablo solo de eso ahora. Si no fuera por ti, me habrían vendido a otra persona.
Noah: ¿Te habrían vendido?
Alessia: Conoce al conde Acosta?
Noah: Ah, el que parece como una rana.
Alessia: Si, esa persona.
Noah: ¿Qué pasa con él?
Alessia: Pues casi me venden a él.
Noah: ¿QUÉ?
No podía describir como me sentía en ese preciso momento, el conde Acosta, era un hombre sucio que siempre andaba alardeando que tenía tres concubinas.
Noah: El Vizconde Betancourt está loco por el dinero.
Alessia: No quería que me vendieran a él, ni siquiera si me moría. Entonces mientras estaba pensando en eso, decidí tener un hijo.
Noah: Entonces ¿Fabián?
Alessia: ¿Te estás sorprendiendo? Fue una decisión estúpida, ahora lo lamento, principalmente por Fabián, siento que he pecado mucho. Siempre lo siento por él. Debí haber usado otro método, debí haber arruinado mi rostro, pero en ese entonces no pude pensar en otra manera. Entonces, gracias por darme todo este tiempo, por darme no solo a mi sino a Fabián una nueva oportunidad.. Eres nuestro querido benefactor Noah. No quiero hacer nada que pueda dañarte ni un poquito, entonces... Pensaré un poco más acerca del título.
