Tu Sonrisa

Esa noche en la discoteca me llegaron a la mente las fotos de ella en casa de sus padres y ahí fue donde me di cuenta que era Julianna Carucci.

Quien había puesto a mi amiguito como soldado era nada más y nada menos que la hija de quienes fueron mis terapeutas.

Que si la vida es irónica? Si, si lo es. Y es que esa mujer es una bomba! Me giro y veo a mi primo Daniel y le digo que me investigue todo de ella, porque espero con todo mi ser que esté soltera o que algún niñato de esos de hoy en día haya metido la pata con ella para que yo un hombre unos cuantos años mayor que ella tenga aunque sea un chance de enamorarla...

Cuando salimos de la discoteca ya mi primo me tenía noticias de ella... Primo me llama Daniel, están aqui celebrando que ella y los chicos que andaban con ella se graduaron y ella fué la mejor. Eso me hizo sonreir. Así que aparte de hermosa es inteligente por demás.

Después de saber de ella y de esos detalles, comencé a ir a su casa con la esperanza de verla por allí, pero cual fue mi sorpresa que la señorita se había ido de vacaciones ¡sola! Yo estaba impactado de saberla tan arriesgada y aventurera.

Habían pasado varios dias, casi 2 semanas y nada, sentí eterna la espera, pero si no somos nada, ¿que puedo hacer? Nada! Hoy vine porque quiero comentar con la doctora Willier sobre mis hijos y las dificultades que están teniendo, ella me estuvo explicando las medidas a tomar y era que debía buscar ayuda personalizada para ellos, cosa que no había pensado así que lo haré.

Mientras estoy hablando con ella, me entra una llamada de la empresa, asi que pido permiso y salgo a contestar la llamada.

Cuando vengo entrando a la casa después de haber solucionado la situación, veo a mi gordita sexy hermosa con una bota y caminando toda cojita hacia la sala...

De la impresión y con toda la preocupación del mundo le digo ¿Bebé que te paso?...

Me di cuenta de que se me había salido eso en voz alta y aunque ella pareció no oirlo, los Doctores si, y la Doc Willier es demasiado astuta y me miró con cara de ¡tenemos que hablar! a lo que asentí y me le acerque y queriendo ser caballeroso y respetuoso le dije: Señorita que me le pasó?

Igualmente creo que metí la pata y ¡De que manera!

Me sentía mal por todo el sermón que le pegó el Doctor. Ella estaba sonrojada y se ve aún más hermosa que el día de la disco... Traté de concentrarme pero la mirada de la doctora Willier sobre mi me tenía ya nervioso.

Ella se excusó y se retiró a su habitación, mientras yo me quedé a enfrentar a quien espero sea mi suegra.

Ella se me quedó mirando y me dice ¿con que bebé? Yo solo le dije, pues bueno, lo primero que quiero que sepas Doc es que me gusta, me encanta y me fascina su hija. Es hermosa, es inteligente, pero quiero saber ¿hay alguien en su vida? Yo no soy del tipo de personas que voy a destruir una relación, pero si está libre ¡voy con TODO!

La Doc me mira y me dice, no hay nadie, a lo que yo sonrío, pero de inmediato ella me devuelve a la realidad, pero te recuerdo que tienes 2 hijos y no estoy diciendo que por eso no vallas a poder conquistarla, pero asegurate que para ellos no sea traumático y para mi hija mucho menos...

Yo me quedé callado pensando en cuanta razón tiene ella. Nos quedamos charlando otro rato más, me despedí y emprendí el camino a casa con mis hijos, los llevé por nuestra comida favorita e intenté hablar con ellos.

Cuando ya estabamos esperando que nos trajeran la comida, les hablé: Niños, ustedes saben que yo los amo ¿cierto? me miraron y Kevin que es el más maduro para ser el menor, me dijo papá dime que mi abuela Cristina está bien, ¡dime que ella no nos dejó también! Se me partió el corazón cuando dijo eso y de una vez le contesté, NO mi pequeño, claro que no, es solo que ustedes saben que ya su mamá está en el cielo desde hace un tiempo, y a mi me gustaría buscar una novia para mi. Ellos siendo tan diferentes como lo son el día y la noche me dieron su opinion.

Cristopher me dijo que por Él estaba bien, y que el sabía que yo no me iba a quedar solo toda la vida.

Kevin por su lado me dijo que por nada del mundo le iba a decir mamá y que si yo lo obligaba a hacerlo, se mudaba con su abuela para siempre! Lo miré con ternura y le dije que eso jamás pasaría porque el tenía a su mamá, en el cielo, pero ella era su mamá y siempre lo sería.

Terminamos la charla, comimos y nos fuimos directo a casa. Para mi es vital la opinion de mis hijos, y su estabilidad, ¡lo es todo!