Un Bebé Oculto

...**Secretaria Moore**...

El invierno ya se acercaba

el viento ya se estaba tornando frío

y en las mañana el café ya era necesario

en lo personal amaba el café, no podía vivir ni funcionar sin el y si no tomaba aunque fuera una taza, el día se pasaba lento, aburrido y no lograba avanzar en mis tareas

era como un motor para mi

pero tomarlo en mi condición no era lo mejor

el café podía afectar al crecimiento del bebé, y yo no quería eso

yo quería que creciera lo más sano posible

--Buenos días, secretaria Moore -me saludo Nicole- ¿Cómo está hoy?

--Yo estoy bien señorita Brown -sonreí- Estoy más feliz que nunca

--¿Puedo saber por qué?

--Ayer tomé una decisión que me cambiará la vida por completo, pero me siento feliz por ese cambio

me sentía llena de vida

y con justa razón

tenía una pequeña vida creciendo dentro de mí como una plantita

pero mi plantita no necesitaba ni de sol ni de agua para crecer, pero lo que si necesitaba era amor y cariño para hacerlo

--¿Y tu como estás? -pregunté con cortesía

--Yo también estoy muy feliz, con mi primer sueldo pude pagarle a mi hermana un ultrasonido donde le dijeron que generó eran los mellizos

--Dejame adivinar -pedí- ¿Son dos niños?

--No -rió- Es una niña y un niño

--Al menos estuve cerca -comencé a reír también

--Sabe algo, tanto yo como todo el personal la extrañamos, usted es quien le da vida a la empresa

--¿Cómo así?

--Su ausencia de tres días fue una eternidad para nosotros, el ambiente no era el mismo -se acercó a mí lo suficiente para susurrar- En realidad, notamos más su ausencia que la del vicepresidente

ambas nos soltamos a reír de nuevo

--Me alegra que el embarazo de tu hermana vaya bien. Cualquier cosa que necesites no dudes de decírmelo, incluso si necesitas dinero para algo dímelo y yo te ayudaré

--Ay secretaria Moore -sus ojos comenzaron a cristalizarse- ¿Puedo abrazarla?

yo asentí al mismo tiempo que me levantaba de mi asiento

los brazos de Nicole rodearon mi cuerpo y casi al instante un par de lágrimas cayeron sobre mi hombro

--¿Por qué lloras?

--Porque... -da un sollozo- Estoy muy agradecida con usted. Usted salvo de la miseria a mi familia

--Eso no es cierto, tú eres quien está salvando a la familia, gracias a todo tu esfuerzo estás logrando salir a adelante

--Pero sin usted yo no seguiría trabajando en esta empresa, realmente estoy muy agradecida

Nicole se alejó de mi y luego seco sus lágrimas teniendo el cuidado de no arruinar sus perfectas y largas pestañas

las pisadas fuertes de alguien aproximándose llamó nuestra atención

era el vicepresidente

--Buenos días, vicepresidente -lo saludé

él levantó la mano y con un ademán me ordeno que lo siguiera

--Sigue trabajando -le ordené a Nicole

ella sólo asintió

caminé siguiendo los pasos apresurados del vicepresidente y luego entre a la oficina

cuando él se sentó detrás de su escritorio pude ver que, debajo de sus ojos, se dibujaban unos grandes círculos de ojeras

--Ni se te ocurra ir por compresas frías para aliviar esto -señaló sus ojeras

--¿Cómo supo que haría eso?

--Te conozco muy bien -dijo mientras comenzaba a trabajar

--¿Puedo preguntar algo? -cuestione tímidamente

--Dime

--¿Por qué tiene esas ojeras?

--No logre conciliar el sueño durante toda la noche

--Cancelare todas sus reuniones de hoy para que pueda dormir un poco

--No lo hagas -se negó- Puedo trabajar perfectamente aunque haya dormido 0 horas

--Bien -me acerqué a él- En ese caso, le hago entrega de la agenda de hoy

el vicepresidente tomó la agenda y comenzó a hojearla

--Este día tiene que asistir a seis reuniones

--Dime el horario para cada reunión -pidió

--La primera reunión es a las 10am, la segunda a las 12pm, la tercera a la 1:30pm, la cuarta a las 2:30pm, la quinta a las 5pm y la sexta y última a las 7pm

--Cancela la quinta y la sexta reunión -ordenó

--Enseguida lo hago -obedecí

--También prepárate para acompañarme a la reunión de las 10, tú presencia es importante

--Claro que sí, prepararé los documentos que necesita para la reunión -informe- ¿Necesita algo más?

--No, puedes retirarte -autorizó

sin más me di media vuelta y salí de la oficina

comencé a buscar los documentos que el vicepresidente iba a necesitar entre todas las carpetas que tenía sobre el escritorio

necesitaba siete documentos en total

no me podía faltar ninguno pues todos era igual de importantes

además, si me faltaba alguno, sin duda sería despedida

y, en estos momentos, con mi decisión de continuar con el embarazo y convertirme en madre, no podía darme el lujo de ser despedida

la llegada del bebé será muy costosa

los pañales, la cuna, los extractores de leche, la ropa para el bebé, las cosas para la hora del baño, las toallitas húmedas, los juguetes que necesitará, las citas al pediatra, entre otras cosas, tendrán un costo sumamente elevado

--Secretaria Moore -me llamó el vicepresidente al salir de su oficina- ¿Ya están listos los documentos para la reunión?

--Así es -sonreí

me acerqué a él y, casi al instante, note que su corbata estaba mal atada

no podía permitir que el vicepresidente fuera a una reunión de esa forma

deje a un lado los documentos y me acerqué lo suficiente a él para acomodarla

mientras lo estaba haciendo pude sentir la mirada del vicepresidente sobre mi

--Lo siento -puse mis manos sobre su pecho y lo miré- Tenía la corbata mal atada, no podía dejarlo así

una ligera sonrisa se formó en los carnosos labios de mi jefe y luego, por completa sorpresa, él me abrazo

¿qué sucedía?

el vicepresidente no solía hacer ese tipo de cosas

las muestras de cariño y afectó no eran su fuerte

--No sé que haré sin ti -dijo- Ya casi se acerca la fecha en la que te tienes que ir de la empresa y, si soy sincero, me aterra que te vayas

--Vicepresidente -lo llamé- Ya casi comienza su reunión -avisé- Será mejor que se empiece a preparar

él se alejó de mi y asintió

en realidad aún faltaban varios minutos para que la reunión comenzará

pero ya no podía seguir escuchándolo

tenía que detenerlo

era extraño que mi propio jefe dijera ese tipo de cosas

...*9:00pm*...

El día en la empresa había sido agotador

entre reuniones, juntas directivas, prepararle los snacks al vicepresidente, organizar la agenda del día siguiente, revisar y organizar una pila entera de documentos, atender y rechazar las llamadas destinadas al mi jefe y muchas más cosas, no tuve la oportunidad de sentarme y tomar un respiro

me dolían las plantas de los pies y lo único que quería era que mi sopa instantánea estuviera lista para cenar e irme a la cama

ya se que la sopa instantánea no era buena para el bebe, pero, por una vez que la comiera, no pasaría nada

saque mi sopa del microondas y me senté en el sofá

cuando mi trasero toco el sofá, alguien llamó a la puerta

--¿Quién es? -pregunté

--Soy yo -escuche- Tú vicepresidente

abrí los ojos como platos

¿qué carajos hacia aquí el vicepresidente?

--¿Piensas dejarme aquí afuera? -escuche

entre en pánico

no sabía que hacer

no podía dejarlo afuera de mi departamento, sería de mala educación

pero tampoco podía abrirle la puerta he invitarlo a pasar

suspire y me aproxime a abrir la puerta

--Vicepresidente...

--El frío afuera es horrible -me interrumpió- Voy a pasar a tu departamento o sino mi trasero se va a congelar

mi jefe me hizo a un lado con su mano y entró a mi departamento sin importarle lo que yo pensará o dijera

--¿Que lo trae por aquí? -pregunté

--¿Aqui es donde vives? -ignoró mi pregunta

--Asi es -respondí

--Es algo...

--¿acogedor?

--No realmente -dijo haciéndome sentir mal- Más bien es algo pequeño y, por lo mismo, algo incómodo

--Ya dígame que lo trae por aquí -pedí algo molesta

el vicepresidente ignoró por completo lo que le dije y, en lugar de contestar, camino hacia el sofá y se sentó en el

--Ven aquí -ordeno

yo obedecí y me senté a su lado

repentinamente, el vicepresidente se recargo sobre mi hombro y luego suspiro

--¿Qué está haciendo? -cuestione

--Salgamos juntos -respondió- Tengamos una cita...