Amor Forzado.

Así transcurrieron varios días en los que Alessandro no dormía regularmente en su casa. Isabella, por su parte, dejaba a los empleados sorprendidos, ya que en numerosas ocasiones se levantaba temprano, se dirigía a la cocina y comenzaba a preparar el desayuno como si fuese algo habitual para ella. Además, también se dedicaba a arreglar el jardín, mostrándose siempre amable y conversadora con el personal, hablándoles de manera cordial y familiar, como si fuera una más de ellos.

Dante, el padre de Alessandro, estaba muy atento a lo que sucedía entre su hijo e Isabella. No pasó mucho tiempo antes de que se enterara de que los jóvenes no estaban durmiendo en la misma habitación. Preocupado por esta situación, una mañana decidió ir a la casa donde se encontraban ambos para abordar el asunto directamente.

Señor Kim lee bienvenido_ dijo rosa nerviosa pues no era muy habitual que el padre del novio visitara a la pareja durante la luna de miel, pero era ya algo de esperarse pues ellos ni siquiera toman como una pareja no se hablaba ni siquiera se miraban y Alessandro no pasaba mucho tiempo en la casa.

Dante subió las escaleras preguntándole a Rosa dónde es que dormía Alessandro, y enseguida entro a la habitación, Alexandra estaba con el terso descubierto tumbado en la cama la habitación olía licor.

Alessandro.!_ dijo Dante enojado mirándolo.

Alessandro se despertó espantado al ver a su padre enfrente de el, sabía que esto le traería muchos problemas.

dime qué es lo que estás haciendo aquí porque no estás en la habitación principal con tu esposa dijo Dante enojado mientras las empleadas abrían las ventanas.

Padre yo regrese muy tarde anoche y no quise molestar a Isabella eso es todo por eso no dormí ahí.!_ dijo Alessandro intentando ocultar la realidad.

Alessandro, jamás me has mentido así que no comiences ahora sé muy bien que tú y Isabella no están durmiendo en la misma habitación también sé que no pasaron la noche de bodas juntos y te lo ordeno Alessandro dormirás con ella me darás un nieto en pocos meses te quedó claro, todo este tiempo he luchado para que tú seas un Kim Lee, respetable, esa chica es hermosa así que yo no le veo ningún problema para que cumplas con tu palabra, así que deja de visitar esos lugares de mala muerte y pasar la noche con otras mujeres y hazlo con tu esposa, o me veré en la penosa necesidad de quitarte todo mi ayuda tendrás que buscar trabajo por tu propia mano al igual que te quedarás sin un centavo_dijo Dante enojado.

padre por favor ni siquiera nos conocemos no me puedes pedir tal cosa dijo Alessandro.

si no pasas tiempo con ella como piensas conocerla Yo me casé en un matrimonio arreglado igual con tu madre con el paso del tiempo nosotros dos nos enamoramos como unos locos la vida decidió no darnos hijos y fue ahí cuando te encontramos a ti y decidimos compartir nuestra felicidad así que por favor deja de poner pretextos y no me decepciones.!_ dijo Dante saliendo de la habitación dirigiéndose rápidamente a la puerta.

Isabella lo vio marcharse ella estaba entre un montón de tierra y rosas, rojas que plantaría en el jardín.

El quien es.!_ pregunto Isabella mirando a Dante entrar al auto para irse.

Es el señor Dante Kim lee, el padre del señor Alessandro.!_ dijo rosa nerviosa.

cuando de repente se escucharon los gritos de Alessandro, y rosa entró de inmediato a la casa mientras Isabella sacudía su vestido de la tierra del jardín y entraba ala casa escuchando a Alessandro.

Dónde está Isabella.!_ grito Alessandro a los empleados.

Aqui estoy.!_ dijo Isabella mirandolo enojada por la manera, en la que estaba gritando y regañando a los empleados.

Vamos a la mesa a desayunar.!_ dijo Alessandro mirando de arriba abajo a Isabella quien llevaba un vestido rosa pastel ceñido a su cuerpo que dejaba ver sus curvas y sus senos.

Ya desayuné, exclamó Isabella, sin mover un solo dedo. A pesar de su afirmación, hacía un esfuerzo consciente por no fijar la mirada en Alessandro, quien estaba sin camisa, y era evidente que su cuerpo era atlético y musculoso.

No me importa, ven a la mesa. A partir de ahora, desayunamos juntos, respondió Alessandro, visiblemente enfadado.

Si no te levantases tan tarde y no llegaras a casa en la madrugada, no tendría que soportar tus gritos resonando por toda la casa y sentarme frente a ti para verte desayunar, replicó Isabella con tono de descontento, subiendo ala habitación.

No me dejes hablando solo, Isabella, exclamó Alessandro mientras la seguía hasta la habitación.

Isabella, visiblemente molesta, respondió: Eres verdaderamente un maleducado. Le gritas a tus empleados sin ninguna justificación, simplemente porque tu padre estuvo aquí y te encontró durmiendo después de haber estado en no sé dónde y con quién. ¡Es inaceptable!

Alessandro, sin tomar en cuenta su reproche, replicó: Ese es el verdadero problema, ¿verdad? Tú estás celosa. Se acercó a ella con determinación, rodeando su cintura con un brazo y acercándola a su cuerpo.

¡Déjame ir, Alessandro! Yo estar celosa, te as vuelto loco.!exclamó Isabella, nerviosa, mientras observaba el rostro de Alessandro tan cerca del suyo y sentía el contacto de su piel desnuda.

No lo haré. Eres mi esposa y yo soy tu esposo, y ambos debemos comportarnos como tal, respondió Alessandro, apretándola contra él con más intensidad y besándola con fervor. Fue un beso cargado de pasión y anhelo, un intercambio en el que Isabella sentía la misma necesidad que él. Los instintos de ambos estaban en ebullición; había una atracción mutua que los envolvía.