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El Alfa Quiere Redimirse

El Alfa Quiere Redimirse

Status: En proceso
Genre:Romance / CEO / Posesivo / Omegaverse / ABO / Fantasía LGBT
Popularitas:14.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Alexa_san❣

—Divorciémonos.
La voz de Alessio Albrecht cortó el silencio como un bisturí, precisa y sin emociones. Ni siquiera se dignó a mirar al hombre que había sido su esposo durante ocho largos años. Frente a él, Enzo Volkov entrecerró los ojos, cruzándose de brazos con frialdad.
—¿Quieres separarte mi ahora?
Ocho años atrás, Alessio, quien no era el verdadero villano. Solo era un hombre que despertó atrapado en el cuerpo del antagonista de una novela BL escrita por su compañera de oficina. En ese mundo ficticio, su personaje era cruel, obsesivo y dispuesto a cualquier cosa para separar al protagonista de su verdadero amor.
Se enamoró de Enzo Volkov y lo obligo a comprometerse y contraer matrimonio con él. Finalmente, después de 8 años, su amor no fue correspondido, Y así, un día, harto del eco de su propia culpa y su amor no fue correspondido, solicitó el divorcio.
Un día sucedió un accidente. Un segundo de descuido. Un camión. Y entonces, la segunda oportunidad.

NovelToon tiene autorización de Alexa_san❣ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

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No entendía por qué Enzo insistía tanto, por qué buscaba esa afirmación una y otra vez, ¿No era evidente? ¿O acaso no le creía? Esos fueron los pensamientos que cruzaron por la mente de Alessio mientras mantenía los ojos fijos en el suelo, apretó los dientes con fuerza, el pecho ardiendo con una punzada amarga. ¿Por qué necesitaba escuchar que ya no lo amaba? ¿Por qué lo hacía sentir como el villano cuando había sido él quien, en su vida pasada, lo había dejado con el corazón hecho trizas?

Y aun así… aún lo amaba.

Maldita sea, aún lo amaba.

A pesar del dolor, de la regresión, del peso, del recuerdo. A pesar de todo.

Apretó los labios, tragándose el temblor que amenazaba con quebrarlo.

—Sí, ya no siento nada por ti —dijo al fin, con una frialdad ensayada—. ¿Vas a seguir preguntándome?

Enzo abrió la boca, titubeante.

—Yo…

Pero no pudo continuar. Alessio no le dio la oportunidad.

—Pronto te presentaré a la persona con quien estoy saliendo —soltó Alessio, como si cortara un hilo invisible entre ambos.

Enzo quedó inmóvil, con los labios entreabiertos, como si las palabras hubieran sido un golpe que le arrancó el aire. Lo miró, los ojos levemente abiertos, húmedos, temblorosos, como si una parte de él se acabara de romper.

Pero Alessio no le dio ni una mirada. Se puso de pie lentamente, cuidando cada movimiento como si cargar con el peso de esas emociones lo volviera frágil.

—Si ya te sientes mejor, puedes irte. Deja la taza en la mesa, la recogeré luego —dijo sin mirar atrás.

Dicho eso, se giró con firmeza, dándole la espalda. Pero justo antes de dar el primer paso, la voz de Enzo volvió a surgir.

—Alessio.

La voz de Enzo lo detuvo como un ancla. El aire se volvió pesado en sus pulmones. Su espalda permaneció recta. Apretó los puños con fuerza, los nudillos pálidos, el pecho aun ardiendo con esa mezcla de rabia y tristeza que solo él entendía.

—Solo vete —dijo con la voz tensa—. Necesito dormir, y tú también.

Pero al mirar por la ventana, notó lo oscuro que estaba el cielo. Era tarde. Demasiado para echarlo a la calle. Tal vez dejarlo ir en ese estado solo era otra forma cruel de herirlo. Dudó. Se debatía entre el deseo de alejarlo y la necesidad de cuidarlo, aunque más no fuera en silencio, desde la distancia de su orgullo.

Suspiró, cansado.

—No… puedes quedarte. Ya es muy tarde —murmuró, casi más para sí que para Enzo, antes de empezar a subir las escaleras.

Sin esperar respuesta, caminó hacia las escaleras. Cada paso se sentía como si subiera un recuerdo más. Su mente era un caos, un torbellino de emociones encontradas, y su corazón latía con una fuerza absurda, como si se negara a aceptar la calma que su boca fingía, como si quisiera recordarle que seguía ahí, que no importaban las veces que fingiera que no dolía.

Sabía lo tonto que había sido en el pasado. Sabía que se había aferrado a alguien que nunca lo miró con los mismos ojos. Pero, aun así, lo amaba. Como un idiota. Como alguien que no aprendía.

Realmente la mente humana es compleja de entender, pensó mientras subía.

Porque cuando uno se enamora, te interesa todo de esa persona, desde su sabor de helado favorito, hasta cómo se le iluminan los ojos al hablar de lo que ama, el sonido de su risa entre sueños, o la forma en que gira el tenedor cuando come pasta.

Y esa era la forma de amar de Alessio. Completa, sin límites, sin condiciones. Un amor que lo envolvía todo y que, incluso herido, no dejaba de latir.

Sonrió amargamente, como si se burlara de sí mismo, sosteniéndose de lo poco que quedaba de ese ardiente amor que aún sentía por Enzo.

—Tendré cuidado la próxima —dijo la voz de Enzo desde abajo, al levantarse lentamente del sofá.

Alessio ya estaba por desaparecer al final de la escalera cuando respondió con simpleza.

—Claro. Descansa. Puedes usar una de las habitaciones libres —respondió Alessio sin mirar atrás.

Entró a su habitación, cerrando la puerta con suavidad. Se quitó el abrigo, dejándolo caer en el sillón sin cuidado, y se dejó caer en la cama. Levantó un brazo sobre su rostro, cubriéndose los ojos, respirando hondo, como si así pudiera apagar el fuego que le quemaba el pecho.

Susurró apenas, recordando la letra de una canción que había oído hace poco.

—I was good at feeling nothin, now I’m hopelees what a drag to love you like I do

Se cubrió con la manta hasta los hombros, buscando en el calor una sensación de consuelo que sabía que no llegaría. Sus ojos, aún brillantes por la conversación anterior, miraban al techo con resignación.

—Necesito ver quién es ese omega que mencionó Ignat… —murmuró con voz baja, casi inaudible.

Tal vez, si se lo mostraba a Enzo, si ponía un rostro, un nombre, algo concreto… tal vez entonces se tranquilizaría. Tal vez dejaría de mirarlo con esa mezcla de culpa y esperanza, como si aún tuviera derecho a preguntar.

Se frotó los ojos con cansancio, los párpados pesados por la noche tensa y las emociones sin resolver. Soltó un bostezo, largo, arrastrado, y dejó que su cuerpo cayera más profundamente sobre la cama, hundiéndose en el colchón como si quisiera desaparecer.

—Mañana… pensaré en eso mañana —murmuró una vez más, cerrando lentamente los ojos mientras su respiración se volvía más tranquila, y el peso del día lo arrastraba al sueño.

Alessio revisaba la carpeta de información con una concentración fría y meticulosa, como si estuviera evaluando una adquisición millonaria. No había nada que escapara a sus ojos afilados. Reconocía el rostro. ¿Quién no? La celebridad del modelaje, el llamado “príncipe del cine”, un omega cuya fama cruzaba fronteras.

Observo la foto del documento. El omega tenía una belleza llamativa, etérea, como sacado de una portada de revista. Cabellos dorados, cejas ligeramente más oscuras que acentuaban sus expresiones, ojos celestes como un cielo de invierno y labios naturalmente rojos, de esos que no necesitan maquillaje para atraer miradas.

Podría decirse que era un omega dominante, de presencia fuerte, casi desafiante. Alessio arqueó una ceja, cruzando una mirada con su amigo Ignat.

—¿Qué? —dijo Ignat encogiéndose de hombros—. Es un buen candidato, ¿no?   —Se acomodó con familiaridad en el sofá, cruzando una pierna sobre la otra

Alessio no respondió enseguida. Volvió la mirada al documento, repasando una vez más la información: edad, logros, premios… Era perfecto en el papel. Demasiado perfecto. Justo el tipo de persona que causaría una reacción en Enzo.

Pero su lectura se vio interrumpida cuando Evans cruzó la habitación. Alessio lo observó, su presencia era tan imponente como las fotos mostraban, pero había algo más. Una confianza natural que desbordaba con cada movimiento. No era solo belleza lo que poseía Evans Keller, sino una seguridad que rozaba la arrogancia encantadora.

Evans se sentó con naturalidad junto a Ignat, como si la sala fuera suya. No esperó a ser invitado. Sonrió ampliamente, esa sonrisa que había encantado al público una y otra vez, y sus ojos celestes se dirigieron al alfa pelirrojo, Ignat.

—Si hubiera sabido que usted era con quién tenía que fingir —dijo con tono coqueto, mirando a Ignat con descaro—, lo haría gratis. Y no fingiría.

Alessio tosió suavemente, mientras sonreía, viendo la reacción de su amigo.

—Disculpa —intervino con tono suave—. Yo soy la persona con quien tienes que fingir.

Los ojos de Evans se desplazaron hacia él, una expresión de sorpresa cruzando su rostro antes de que una risa ligera brotara de sus labios. Se llevó una mano a la boca, divertido.

—Oh… vaya. Supongo que debí leer mejor los detalles del contrato —respondió, aunque su tono despreocupado dejaba en claro que no se arrepentía del comentario inicial.

Alessio, por su parte, volvió a tomar la carpeta. Sus ojos pasaron de Ignat a Evans.

Ignat seguía estático, todavía procesando lo que acababa de ocurrir. Como alfa dominante, estaba acostumbrado a imponer presencia, a que los demás bajaran la mirada antes de sostener la suya por demasiado tiempo. Su actitud descomplicada y su humor ligero solían crear una barrera cómoda entre él y los demás… pero ese omega la había cruzado con una naturalidad que lo dejó sin palabras.

Evans Keller no solo no se intimidaba. Lo estaba provocando.

Ignat lo miró de reojo, tratando de disimular su turbación, pero sus ojos se encontraron con los del omega. Evans le guiñó un ojo descaradamente, acompañado de una sonrisa que tenía todo menos inocencia. Las orejas de Ignat se tiñeron de un rojo vivo.

Alessio, notando la escena con una mezcla de diversión y leve desconcierto, aclaró la garganta para recuperar el control de la situación. Tomó la carpeta sobre la mesa y la giró con calma, sus dedos señalando una de las cláusulas mientras dirigía una mirada afilada a Evans.

—Entonces, señor Keller… — comenzó, su voz formal y pausada. — ¿Está dispuesto a cumplir todas las condiciones, incluso las que exigen discreción absoluta y confidencialidad?

Evans asintió sin dudar, su sonrisa aún presente.

—Sí —dijo con soltura—, pero también tengo algo que pedir.

Ignat lo miró con desconfianza, mientras Alessio alzaba una ceja.

—Después del contrato… ¿Me daría a su secretario?

La sala quedó en silencio por un par de segundos.

Ignat abrió los ojos ligeramente, escandalizado, mientras Evans volvía a mirarlo con esa sonrisa suya, como si acabara de hacer un comentario sobre el clima. Alessio reprimió una risa, bajando la mirada un segundo, antes de clavarla en su amigo, disfrutando de lo incómodo que se veía.

—Bien —respondió Alessio con una sonrisa ladeada, divertida, como si acabara de aceptar un trato en la bolsa—. Entonces estamos de acuerdo.

Ignat gruñó por lo bajo y desvió la mirada. Evans, sin perder su expresión encantadora, se recostó en el sofá como si ya hubiera ganado mucho más que un simple contrato.

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Lluvia lunar
el trasmigro al cuerpo del hermano del prota y se enamoro de el otro prota asiendo que se separa del el hermano .
la pregunta es el es el de la novela cundo hizo que se separen o era el hermano original el que hizo que se separen ?
Elvira Vega
alguien mas piensa que Alessio no es el unico que tuvo una regrecion lo digo por el comportamiento de Enzo a hora y ese miedo de volver a perderlo
Maru19 Sevilla
Me quedo con ganas de más capitulos, gracias por actualizar /Good/
Maru19 Sevilla
Se ve a desenmascarar Artem
Yansuk*
Muchas gracias por los capítulos 😘
Cherry Blue Sound~
me está desagradando este hermano
Cherry Blue Sound~
pensar que comencé a leer esto un 17 de agosto skshs/Doge/
vicky bw
Por que eres tan coqueto Enzo /CoolGuy/
Yansuk*
Enzo regreso igual que el, mi pregunta como rayos terminaron así porque enzo no estaba enamorado de artem.
Yansuk*
Enzo regreso igual que el, mi pregunta como rayos terminaron así porque enzo no estaba enamorado de artem.
Maru19 Sevilla
Que habrá pasado que Enzo ahora lo quiere /Slight/
vicky bw
Oh quiere hablar de amores, hablemos de amores
vicky bw
Me está poniendo muy nerviosa el norteño, que pasó no escuchás que te está diciendo que no es cierto, si no siquiera eres capaz de creer en sus palabras de qué tanto te quejas
✿~Celeste~✿
Aaaa bueno andamos sacando los trapos sucios jjajajja
moon_jabami03
Es una historia muy buena..todo se lleva con calma se profundiza al personaje y sus motivos...en general muy bien ¡me encantó!
YOONMIN 💜
ja le atiné, está enamorado de Alessio 😍
YOONMIN 💜
aquí si creo que Artem esté enamorado de Alessio,,,,
Maru19 Sevilla
Cómo manojo de rábanos todos juntos jajaja
✿~Celeste~✿
~Esos celos que me matan~
✿~Celeste~✿
Quede loca el capítulo pa locooo
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