Quiero El Divorcio

Al día siguiente, cuando Max se levanto tenía un desayuno caliente esperándolo.

Dahlia: no supe que te gustaba, asi que preparé de todo un poco.

Max: gracias, pero no era necesario.

Dahlia: después de desayunar saldremos a buscar al mago.

Max: bien… ahora dime ¿Quién eres? y responde con la verdad, sabré si me estas mintiendo.

Dahlia: bien… soy Dahlia Allen

Max: ¿Por qué estas en la frontera? ¿de quién huyes?

Dahlia: soy la hija ilegitima de un conde, por eso tengo magia, que no se usar.

Max: ¿es tu padre quien estaba ayer en la posada?

Dahlia: no, por supuesto que no, solo usan su emblema.

Max: ¿Por qué te quieren llevar?

Dahlia: porque mi padre me vendió a un Barón amigo de él, que tiene su edad, para casarme

Max: mmmm

Dahlia: es cierto, puedes averiguarlo…

Max: ¿y huiste de tu casa por eso?

Dahlia: hui del internado

Max: ¿internado?

Dahlia: asi es, como soy una hija ilegítima, me dejaron en el internado cuando tenía seis años, hace algunas semanas el conde fue a decirme que me tenía que casar

Max: ¿y por eso huiste?

Dahlia: asi es…

Max: entonces huiste de ese matrimonio arreglado y tu único plan para seguir huyendo fue casarte con alguien más…

Dahlia: eh… si lo dices así, no suena tan inteligente, pero ayer con unas copas de más, tu rostro bonito y el miedo de ser atrapada, era un buen plan para mí.

Max la miraba buscando algo de mentiras en sus palabras, pero no lo pudo encontrar.

Dahlia: me puedes prestar ropa militar.

Max: ¿para qué?

Dahlia: no quiero que me reconozca el malvado que me busca

Max: solo usa la capa, mandare a que lo interroguen, eso te dará unas horas para salir

Dahlia: ¿puedes hacer eso?

Max: solo por unas horas, no se puede arrestar por mucho tiempo a alguien solo por sospechas

Dahlia: wow eres inteligente, me gusta

Max: vamos Dahlia…

Cuando algunos soldados vieron a Dahlia salir de la casa de Max, los miraron sorprendidos y extrañados.

Dahlia: mientras buscamos al mago, ¿puedo saber de ti?

Max: pregunta

Dahlia: ¿tienes novia?

Max: no

Dahlia: ¿novio?

Max: ¿Qué?

Dahlia: esos hombres se sorprendieron al verme salir contigo

Max: ¿Qué estas pensando?

Dahlia: era solo una pregunta… no me mires asi, que miedo… ¿puedo seguir preguntando?

Max: bien…

Dahlia: ¿tienes hermanos? ¿alguna familia malvada?

Max: no

Dahlia: eso es bueno… ¿te gusta lo que haces aquí?

Max: si, amo lo que hago

Dahlia: wow, eso es bueno… a mi me gustaria aprender magia

Max: ¿no tuviste tutores?

Dahlia: no, claro que no, muy pocas personas saben que tengo magia, en el pueblo que yo vivo solo el Conde Werner tiene magia de madera, además nos parecemos con sus otros hijos, por supuesto nos relacionarían… eso… él jamás lo aceptaría…

Max: lo lamento…

Dahlia: bueno fue una vida difícil, pero esta bien… no es mi primera vida…

Max: espera que…

Dahlia: nada olvídalo… ¿Dónde crees que este ese viejito?

Max se detuvo y se puso frente a Dahlia, con una expresión de ansiedad, enojo y duda.

Max: ¿tienes una marca de alma?

Dahlia: ¿una qué?

Max: mmmm ¿recuerdas cosas de tu vida pasada? ¿de otro mundo? ¿de un mundo sin magia?

Dahlia no respondió, pero su expresión mostro su respuesta de inmediato.

Max: ¡maldición!

Dahlia: ¿espera tú también?

Max: no, pero… las mujeres con marca de alma… son difíciles de tratar

Dahlia: espera… ¿hay más?

Max: ¿Qué?

Dahlia: mujeres con marca de alma

Max: eh… si…

Dahlia: wow, ¿y donde se juntan? ¿somos un club o algo asi?

Max: no, claro que no… la mayoría oculta esa información

Dahlia: entiendo…

Max y Dahlia siguieron conversando, mientras buscaban al mago por todo el pueblo.

Casi al anochecer volvieron a la casa.

Max: el mago debe haberse escondido premeditadamente

Dahlia: es un ancianito muy travieso, ahora estoy cansada…

Max: iré a comprar algo de comer…

Dahlia se fue mientras a dar un baño…

[¡vamos! que tan difícil puede ser que ese ancianito nos dé el divorcio!]

Al salir del cuarto de baño, Dahlia no tenía mucha ropa, por lo que decidió usar una de las camisas de Max.

Cuando él llego entro a su habitación y la encontró solo usando su camisa blanca que cubría un poco más arriba de sus rodillas, mientras su cabello aun goteaba débilmente.

Dahlia: ¿Qué haces aquí?

Max: es mi habitación

Dahlia: asi es cierto jajaja ¿Por qué me miras asi?

Dahlia se acerco a él, para jugar un poco, ciertamente no pensaba en nada mas.

Max: ¿Qué haces?

Dahlia: no puedo creer que un soldado se ponga nervioso, por tenerme cerca…

Max: Dahlia…

Dahlia: ¿Qué? ¿te molesta que acaricie tu rostro?

Max: mmmm

Dahlia: jajaja

Dahlia se acercó a él y le dio un apasionado beso en los labios y retrocedió…

[es un hombre tan grande, pero tiembla como un adolescente, adorable… ahora me terminaré de vestir y…]

Max tomo su mano y la acercó más a él besándola con fuerza casi desmedida

Dahlia toco sus pectorales y acaricio su rostro, luego le dio un ultimo beso… o eso creía ella… sin embargo, se sorprendió, cuando él la levanto y la cargo hasta la cama…

Max: ¿estás segura?

Dahlia no respondió, solo le dio un suave mordisco en el lóbulo de la oreja y le lamió suavemente el cuello… lo que desató toda pasión del soldado.

Max comenzó a tocar a Dahlia y a recorrer con sus manos su cuerpo, ella no sabía cómo responder, su conciencia le gritaba que saliera de ahí... lo que inicialmente era un juego para molestarlo, comenzó a hacer que su cuerpo reaccionara al toque del soldado y comenzó a participar del encuentro... ya sin pensarlo demasiado… Después de que ella perdiera todo el pudor y que su cuerpo fuese cubierto completamente de besos, Max aun en ese momento de lujuria, la miró, como si buscase una aprobación para continuar, Dahlia perdida completamente en el deseo, asintió entre gemid0s…

 Al principio para Dahlia fue doloroso acostumbrarse a las dimensiones del soldado, aunque fue una experiencia única para ella, pero después de eso ni siquiera recordaba cuántas veces gimió su nombre, no recordaba en cuántas posiciones estuvo y ni siquiera sabía que podía estar casi desmayada de placer...