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La Pobre Viuda, Y El Magnate Cruel

La Pobre Viuda, Y El Magnate Cruel

Status: Terminada
Genre:CEO / Completas / Maltrato Emocional / Venderse para pagar una deuda / Amor-odio / Mujer despreciada / Casada con el millonario
Popularitas:1.9M
Nilai: 4.8
nombre de autor: Angie de Suaza

"UNA MADRE DESESPERADA, UN SALVADOR AMENAZANTE

¿Qué límites cruzarías por salvar a tu hijo?

Adelaida, una madre desesperada, hará cualquier cosa para proteger a su hijo, incluso si significa sacrificar su orgullo.

Pero cuando Kento, un misterioso y poderoso hombre, se convierte en su única esperanza, Adelaida se encuentra atrapada en una red de rencor y pasión.

Kento, su redentor y verdugo, no sabe que Adelaida es la clave para desentrañar su propio pasado.

¿Podrá Adelaida salvar a su hijo y descubrir la verdad detrás del enigmático Kento?

Descubre esta historia de amor, venganza y redención."

NovelToon tiene autorización de Angie de Suaza para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

ℂapítulo Uno

Tocan la puerta de la descuidada mansión, que en sus mejores épocas fue un ícono en la majestuosa Versalles. Adelaida, con pasos cansados, se dirige a la puerta para encontrarse con dos agentes de policía.

—¿La señora Adelaida DuPont? —dice uno de ellos con voz baja.

—Sí, ¿qué pasa, señor agente? —Adelaida lleva la mano a su pecho temiendo lo peor.

—Necesitamos que nos acompañe a medicina legal. Encontramos un cadáver en un accidente de auto en la carretera entre París y Versalles, y en sus pertenencias hallamos estos documentos con su nombre y dirección —Uno de los agentes le hace entrega de unos papeles.

Adelaida los recibe con mano temblorosa y lo primero que lee al abrir el sobre es: “Sentencia de divorcio entre los ciudadanos François Pinault y Adelaida DuPont”. Sus ojos se llenan de lágrimas, incrédula.

—Sí, al parecer es mi exesposo —les contesta de manera irónica.

—En ese caso, es necesario que vaya a reconocer el cadáver a la sede de medicina legal —un agente le entrega un documento con la dirección a la cual debe dirigirse—, o si prefiere, la llevamos en la patrulla.

—No se moleste, señor agente, yo voy por mis propios medios —dice esto pensando en ganar tiempo para procesar la información y mirar como avisarle a su familia.

Cierra la puerta e inmediatamente apoya su espalda en ella. Trata de recordar en qué momento firmó la petición de divorcio, hasta que recuerda que hace una semana había ido su ahora difunto ex esposo, después de un mes de ausencia en la mansión, y le hizo firmar un documento argumentando que era para autorizar un nuevo tratamiento a su hijo Francis, el cual ni siquiera lleva su apellido.

Sí, esa es la realidad, una realidad que Adelaida quería ignorar, pero que ahora debe enfrentar obligada ante la repentina muerte del padre de su hijo.

Entra al despacho y busca entre los escasos documentos de François un papel que tenga el número telefónico del abogado de su esposo. Un rato después lo encuentra y llama desde el teléfono fijo que hay en el despacho. Luego de dos repiques, el abogado contesta apurado.

—¿Ya le entregó la anulación del matrimonio a la señora DuPont ¿Qué dijo?

—Sí, ya la tengo en mi mano, pero no me la entregó su cliente, me la entregó la policía, pues, al parecer, François murió en un accidente en su auto al venir a traérmela.

—Oh, señora Adelaida, cuánto lo siento.

—Pero yo no. Abogado, lo llamaba, ya que hay que ir a identificar el cadáver, puesto que al yo estar divorciada no tengo nada que ver con él. Y es necesario que le avise a su familia.

—Claro, señora, eso haré.

Al terminar la llamada, Adelaida se dirige a donde el ama de llaves de la mansión, doña Josefina, y le avisa que tiene que salir a hacer una diligencia encomendandole el cuidado de su hijo.

Al llegar al departamento de medicina legal, el abogado ya la está esperando y juntos, en silencio, sin darse ni un saludo, entran a donde reposa el cadáver de su, hasta hace una semana, marido.

Allí, en una fría y lúgubre plancha metálica, está aquel que le prometió el cielo y después de aislarla del mundo y encerrarla en una jaula de oro, simplemente se olvidó que existía. Frío como siempre, y con la cara desfigurada por el golpe que se dio en el accidente. Le muestran las marcas de nacimiento y un tatuaje que tiene en su mano derecha, que se hizo cuando se graduó de la universidad de la Sorbona, la más elitista de toda Francia.

—Sí, es él —es todo lo que contesta, pues ni siquiera es capaz de mostrar algún sentimiento al ver al hombre por el cual alguna vez daba la vida, irónicamente sin vida.

Llena los documentos legales como si fuera la viuda, sin ser la viuda, y sale de ese lugar con la certeza de que por primera vez en muchos años sabe dónde va a estar su esposo.

El abogado queda con los documentos para iniciar los trámites del funeral y de la lectura del testamento unos días después.

Camina por las calles de una solitaria Versalles, llegando frente a su famoso palacio y allí, ante su majestuosidad, se siente perdida. ¿Qué será de su vida ahora que François murió? Era claro que la reconocida familia Pinault nunca la aceptó, mucho menos ahora lo van a hacer que él no está y hasta divorciados sin ella saberlo.

Su hijo es lo único que tiene en su vida y por él es que soporta el abandono y el olvido al que la sometió su esposo. Pues aunque le duele admitirlo, su enfermedad no le permitió despegarse de su niño y buscar otras formas de ganarse la vida sin esperar las migajas que su propio esposo y padre de su hijo le daba.

Ahora solo queda esperar a que el tiempo le indique qué le deparará el destino a ella y a su pequeño Francis.

No tiene ni idea en qué posición la dejó François, pero lo que sí sabe es que nunca dejará de luchar por su hijo y encontrar la cura a su enfermedad.

Sigue su camino hasta la mansión que es su prisión y allí se prepara para ir al funeral de su exesposo. No va a darle la razón a esa nefasta familia de que ella no es nadie en la vida de François, pues así no lo quieran, ella fue legalmente su esposa y es la madre de su único hijo. Un hijo que dejó a un lado por nacer enfermo, y no autorizó ni siquiera darle su apellido. Al estar hospitalizado desde que nació, argumentó que si la prensa se enteraba que era su hijo iba a descuartizarlo por ser famoso y no quería que su esposa e hijo sufrieran de acoso por sus shows mediáticos y lo que ello conllevaba.

¡Qué considerado de su parte! Hace tiempo Adelaida entendió el porqué no le dio su apellido, pero nada ya puede hacer.

Al saber por medio del abogado de su ex esposo dónde se llevará a cabo el funeral, se viste con su mejor traje negro. De manera elegante y con su alabastrina belleza, camina con paso firme hacia la sala de la funeraria donde está siendo velado. Hasta que un grito irritante irrumpe el silencio sepulcral que hay en la sala.

—¿Qué hace esta zorra en el funeral de mi hijo?

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Judith Bocanegra
querida escritora se que quizás mi comentario no tenga la fuerza y el éxito que deseo pero lo hago con mucha sinceridad, esta obra mereció el primer puesto por lo maravillosa del relato de sus protagonistas y por el esmero que vi en cada capítulo y frase redactada, para mi es una de las obras más hermosas que he leído y gracias a Dios son varias,solo me resta enviar mis más sinceras bendiciones para ti y tu familia 👪
Yanira Pineda
😡😡😡😡😡😡
Adela Ruiz
Muy linda novela, bien escrita con la emoción necesaria. Buen ritmo. Me encantó.
Yanira Pineda
😳😳😳
Mercedes Tibisay Marin
hay Dios es triste uno perder a un hijo
John Jairo Morales
gracias fue muy buen libro
𝓐𝓷𝓰𝓲𝓮 𝓭𝓮 𝓢𝓾𝓪𝔃𝓪 🦋: Gracias a ti por leerme ☺️
total 1 replies
Mara Castillo
apa!!mamadera !!que Desiderio está..como jamón del medio che eh!? hay Desi Desi usame como quieras o llámame Marta si no te sirvo.jajaja
Mercedes Tibisay Marin
puede ser un gran empresario pero no puedes tratar a la gente como perro somos seres humano
Mercedes Tibisay Marin
ese hombre no merece ser llamado papá
Yuranzi Vasquez
Madeleine anda acelerada no veo en ésa parte él cambio su hermana a pesar de haberse criado sola es mas sensata más sería
Yuranzi Vasquez
falta por conocer a los hermanos por parte de padre
Yuranzi Vasquez
este capítulo es muy emotivo
Yesse Camacho
Excelente!!!
Yuranzi Vasquez
que bello reencuentro de Adelaida y franci su hijo a mi también me sacaron las lágrimas
Yuranzi Vasquez
hay que emoción como se pondrá el
Lucia Feliciano Falcao
Ahora ese desgraciado cobarde viene dá la cara,a fuera Francis todos los hombres que aparecieron en la vida de Ade fueron unos cobardes y solo le causaron sufrimientos y su padre fue el peor de todos, pues el tenía el deber de protegerla y no lo hizo.😡😡😡
Lucia Feliciano Falcao
Que lástima para Ade que ama a su hijo por encima de cualquiera ,perderlo estando solo sin el apoyo de nadie.🥲🥲🥲
Lucia Feliciano Falcao
Autora gracias por las fotos, principalmente las de los Japoneses.👏👏👏
Ibeth Aguero Ramos
Me encantó esta novela felicidades a la escritora por tan hermosa historia llena de alegrías pero también desabores amando y odiando a ciertos personajes ❤️
Yuranzi Vasquez
hay que tristeza éso es lo peor que le puede pasar a una madre perder a su hijo /Sob//Sob//Sob/
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