CREO EN MI

Al día siguiente, Marina se levanta muy temprano y se dirige al comedor, ahí encuentra a Margarita que dirige la preparación del desayuno.

_ Señorita Marina ¡Qué bueno que bajaste a desayunar! _ Dice Margarita muy emocionada.

_ Si nana, hoy me levanté muy temprano, deseaba desayunar con Don Rodolfo y el joven Thiago, además les debo una disculpa, por no cumplir sus normas. _ Dice Marina muy apenada.

_ Ellos aún no han bajado a desayunar, Pero esperamos de seguro que no demoran, mi niña no debe de sentirse mal, ellos son unas buenas personas que de seguro entenderán tu curiosidad. _ Dice Margarita tratando de hacerla sentir bien.

_ Buenos días, dicen Rodolfo y Thiago con una sonrisa en sus labios al ver a Marina desayunando en la mesa.

_ Buenos días, Don Rodolfo, Buenos días, joven Thiago. _ Dice Marina temerosa.

_ Buenos días, Marina que bueno que te levantaste a desayunar, eso demuestra que ya te encuentras mejor, ahora dime ya te encuentras preparada para decirnos que pasó. _ Dice Rodolfo.

_ Don Rodolfo yo… _ Marina intenta explicar a Rodolfo, Pero él no lo permite.

_ Ahora no, hay que desayunar todos tranquilos, como la familia que somos, luego iremos a nuestro despacho a conversar. _ Dice Rodolfo.

_ Marina relájate, nosotros no te vamos a juzgar, solo deseamos saber que te sucedió, ahora desayunemos tranquilos.

* El desayuno resultó ameno, entre bromas y risas, Marina se relajó y empezó a tomar confianza para contarles lo sucedido, ella entendió que si no afloraba su dolor, eso lo iba a perseguir siempre, tenía que decirlo y confiar a las personas que le salvaron la vida.

Acabaron de desayunar,Thiago y Rodolfo se dirigen a su despacho junto a Marina, todos los empleados se miran entre ellos, no entienden nada, algunos murmuran que Marina recibirá un castigo por ingresar sin permiso a la habitación prohibida.

En el despacho

_ Toma asiento hija, deseo que te sientas cómoda y sobre todo relájate, aquí no estamos para juzgarte y mucho menos para tratarte mal. _ Dice Rodolfo.

_ Si Marina, nosotros estamos para ayudarte en lo que tú necesites. _ Dice Thiago

_ Gracias, ustedes fueron unos ángeles para mí, me salvaron la vida y me dieron un techo donde vivir sin conocerme.

Cómo te dije ayer Thiago, recobre la memoria y eso fue muy doloroso para mí, mil disculpas por haberles preocupado. _ Dice Marina.

_ Todo joven es curioso, deberíamos haber prevenido eso, Pero dime Marina, cómo es eso que conoces a la joven del retrato que está en esa habitación.

_ Dice Rodolfo

_ A ella lo conocí, desde cuándo yo tenía diez años, el párroco me rescato de una familia que me había adoptado y me trataba peor que a un perro, me encerraban por semanas y me tenían a pan y agua, ella era una persona que apoyaba el orfanato, su nombre es Alma. _ Dice Marina con tristeza.

_ Dime Marina, conociste a algún hombre de edad que estaba junto a ella, su nombre es Juan. _ Dice Thiago, esperanzado que su abuelo también esté con vida.

_ No, según lo que Alma me contó, fue que a ella la rescataron las mojas del convento, cuando ella estaba muriendo de hambre y frío, en un bosque a las afueras del pueblo en dónde vivíamos.

_ Explica Marina.

_ Dime y tú cómo te llamabas, antes que te sucediera eso. _ Dice Thiago, con un dolor en el corazón, al saber que su abuelo posiblemente haya muerto.

_ Mi nombre era Cristina, Pero ella murió el día que fue atacada por esos salvajes, luego de intentar ultrajarme, me arrojaron al mar, joven Thiago eso fue lo que me pasó, ahora se siente satisfecho. _ Dice Marina por sentirse agraviada, por la forma en que le pregunto Thiago.

_ Perdón Marina, no quise ofenderte, primero deja que te expliquemos, el porqué de tantas preguntas. _ Dice Thiago arrepentido por haberse expresado de esa forma con Marina.

_ Ya cumplí con decirles lo que me pasó y al parecer no fue suficiente para ustedes.

_ Por favor Thiago, puedes salir un momento de mi despacho, deseo conversar a solas con Marina. _ Dice Rodolfo.

_ Si padrino. _ Thiago se retira del despacho muy arrepentido, el dolor por saber que su abuelo falleció, le pasó una mala jugada, ahora Marina piensa que él es una mala persona.

* En el despacho quedaron a solas Rodolfo y Marina, lo que desea saber Rodolfo, es como vivió durante todo este tiempo Alma y cuál fue el motivo de porque no lo busco.

_ Debes preguntarte, porque tanto el interés de saber más de Alma, bueno la respuesta es que ella es mi hija. _ Dice Rodolfo con tristeza.

_ ¡Su hija! Y porque ella vivía en un Orfanato, ella nos cuidaba y jugaba con nosotros, en realidad no entiendo.

 _ Ella estaba embarazada y desapareció junto a sus guardaespaldas, de ella no sabíamos nada desde hace más de dieciocho años, por eso es la insistencia que nos cuentes más de ella. _ Dice Rodolfo.

_ Ella es una gran persona, me cuido como una verdadera madre, a veces era obsesiva Pero en realidad estoy muy agradecida con ella, Pero a veces me hacía pensar que estaba en búsqueda de algo o alguien, la observaba ingresar a los archivos a escondidas de noche, nunca le pregunté que buscaba, nunca lo delate.

_ ¿Dime Alma tenía un hijo o hija?

_ Pregunta Rodolfo.

_ No, ustedes dijeron que ella estaba embarazada, de seguro buscaba a su hijo. _ Contesta Marina.

_ Dios pobre mi hija, de seguro le robaron a mi nieto y durante este tiempo lo estuvo buscando, ahora me toca encontrarla y ayudar a encontrar a mi nieto. _ Dice Rodolfo.

_ No lo sabía, ella jamás me dijo que tenía un hijo perdido, ahora sé que ella jamás confío en mí; sin embargo ella sabía todo de mí, yo sé lo decía todo, le conté cuando me enamore por primera vez, sabía de mi dolor, ahora me doy cuenta que la confianza no era recíproco. _ Dice Marina con disilucion.

_ Marina no te pongas triste, habrá un motivo por que ella no te lo contó, por favor no te entristezcas, mira que nos costó mucho levantarme los ánimos.

_ Dice Rodolfo.

_ Don Rodolfo, yo amaba a Alma como si fuera una madre, me duele saber que ella no confiaba en mí, prácticamente crecí a su lado, si ella me hubiera dicho lo que le estaba pasando, hubiera ayudado en su búsqueda, Pero ella no confío en mí lo suficiente para decírmelo. _ Dice Marina con tristeza.

_ Dime Marina, continuarás con esta identidad o regresarás a la que tenías en Estados Unidos. _ Dice Rodolfo.

_ Cristina Murió, ahora soy Marina, la que el mar devolvió a la vida._ Dice Marina.