La esposa humana del vampiro
¿Qué harías si, después de una vida plena, reencarnas como la esposa de un vampiro? Y no cualquier vampiro, sino uno poderoso, con dos hijos y una mansión que mantener, ¡justo como en la última novela que leíste! Nuestra protagonista, una anciana del mundo moderno, se encuentra en este hilarante y peculiar aprieto.
Ahora, con su espíritu vivaz de octogenaria atrapado en el cuerpo de una joven esposa, deberá navegar las excentricidades de su nuevo hogar inmortal. Entre hijos colmilludos, sirvientes peculiares y un esposo misterioso, descubrirá que la vida eterna puede ser sorprendentemente divertida y, quizás, incluso le ofrezca una segunda oportunidad para el amor y la aventura. Prepárate para un romance fresco, lleno de risas y con la dosis justa de acción en un mundo donde lo sobrenatural se encuentra con lo inesperado.
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Capitulo:14
Desde un rincón, Mariana Larris observa como su exesposo, sus hijos y la nueva zorra bajan con elegancia como si el mundo fuera de ellos.
Ella clava los ojos en esa Laura y mira como sostiene el brazo de Víctor con familiaridad, al parecer los informes que le han dado son falsos, ella se mira muy feliz y Víctor se mira muy cómodo a su lado, cosa que nunca logró con ella.
—¿Estás bien?
Escucha la voz de su molesto esposo y rueda los ojos, se escapó con él por qué pensó que obtendría la corona y pronto sería emperatriz, pero el muy imbécil tiene muy poco probabilidades de llegar al trono cuando el rey tiene tantos hijos y todos son una competencia.
—Estaría mejor si ya fuera emperatriz.
Dice con enojo y el hombre la abraza por la espalda.
—Al parecer tu esposo y tus hijos están muy felices con otra mujer.
Le susurra al oído haciendo que ella comience a temblar de rabia, nunca debió dejar a Víctor, debió drogarlo otra vez y darle más hijos para que él la amara.
...
Por otro lado desde una esquina, el barón Harrison observa a la dulce familia y sonríe con malicia.
—Pronto los destruiré y el ducado será mío.
Dice con envidia y codicia, mientras ese asqueroso monstruo ocupa un puesto muy alto en la nobleza, él es solo un simple barón que no vale nada.
Laura:
—Yo sé que estoy hermosa, pero no entiendo por qué nos miran tanto.
Le susurro cuándo llegamos abajo y él me mira con media sonrisa.
—No te miran por hermosa... Hay muchos rumores sobre ti, y ninguno son buenos.
Arrugo el ceño un poco mientras caminamos hasta llegar frente a los emperadores que nos miran con una sonrisa.
Víctor hace una reverencia, yo le sigo y los niños siguen el mismo ejemplo.
—En nombre de la familia Cortes saludo al sol y a la luna del imperio agradecemos enormemente que nos hayan invitado a esta honorable fiesta.
Dice Víctor con sumo respeto y los emperadores corresponden a nuestros saludos.
—Es un honor tenerlos aquí, Señora Cortes es un gusto volver a verla, espero poder reunirme con usted antes de que vuelva a su hogar.
La emperatriz dice con amabilidad y sonrío al escuchar varios murmullos de que tengo el favor de la emperatriz.
—Sería un honor para mi majestad.
Ella asiente y el emperador toma la palabra.
—Muy hermosa familia duque Cortés, les deseo prosperidad y felicidad siempre.
Hacemos otra reverencia y la emperatriz hace señas y unas criadas se acercan a los niños.
—He preparado un jardín especialmente para que los niños disfruten, ellos los guiarán.
Los niños miran a su padre y este asiente.
—Recuerden portarse bien.
—Si papá.
Dicen ambos mientras comienzan a seguir a las criadas.
El emperador nos da permiso para retirarnos y nos colamos en medio de todas las personas que solo nos miran sin disimulo alguno.
—Es incómodo que estén mirando tan fijamente.
Digo molesta en un tono bajo.
—No le prestes atención, tú eres una reina y ellos meras piedras de tropiezo ¿Una copa?
Siento mi garganta seca al ver una copa de vino y quiero saltar de emoción.
—Por supuesto que sí, tenía siglos que no bebía.
Mi esposo me pasa la copa de vino y con gusto le doy un sorbo y saboreo esta delicia.
—Está delicioso.
Murmuro, pero somos interrumpidos por una voz que me llama.
—Oh hija, pero que alegría verte.
Una señora con el cabello rojo se acerca a mí, y me da un abrazo. Junto a ella se acerca un señor panzón que tiene los ojos igual que los míos y una joven con cara de amargada.
Por los recuerdos de este cuerpo esos dos son mis padres y la joven amargada mi hermana menor, nunca nos hemos llevado bien.
—Buenas noches.
Mi tono sale seco y carente de emoción, por mis recuerdos estos no son buenas personas y solo se cuelgan del que más tiene.
—Pero que bella estás hija, eres toda una princesa ¿Verdad Luciana?
Ella mira a mi otra hermana y esta solo asiente de mala gana.
—Tu hermana Luciana quiere ir a visitarte ¿Qué te parece si en la otra semana alisto todo para que vaya durante una temporada?
Le sonrío con falsedad y me pego más a Víctor.
—Lo siento madre, en estos últimos meses estamos resolviendo asuntos de importancia y no podemos recibir visitas... Lo siento hermana.
Digo lo último con drama como si de verdad me doliera.
Mi querida hermana me mira con mala cara y luego con una sonrisa dulce y cara de boba mira a mi esposo.
—¿Eso es cierto cuñado? ¿No puedo ir a visitarlos?
El vampiro deja caer su brazo para luego sostenerme de la cintura.
—Ya escuchaste a mi esposa, por ahora no podemos recibir visitas.
Ella hace un ridículo puchero y mi padre me mira amenazante pero no le presto ni la más mínima atención.
—Disculpen señores Petro, pero mi esposa y yo debemos saludar a más personas.
Dice llevándome con él y luego susurra.
—Lo lamento, pero no soporto a tu familia.
—Descuida, yo tampoco los soporto, así que el sentimiento es mutuo.
Detenemos nuestra caminata cuándo anuncian el primer baile de los emprendedores y ellos caminan hasta la pista para luego comenzar a bailar al ritmo de la música.
—Que lindos se miran, al parecer se quieren mucho.
—Así es, ambos se entienden muy bien.
Murmura y cuándo el baile se termina el emperador da paso para que otras parejas bailen.
—Hermosa dama ¿Me concedes esta pieza?
Con una sonrisa tomo su mano y menciono.
—Por supuesto.
Autora sólo recuerda que la culpa y el arrepentimiento nos van a acompañar siempre pero has seguido tú camino y continuas de pie. Eres una sobreviviente enorgullecete de ti.
Un abrazo y bendiciones!