Te obligan a casarte con la hija del socio de tu padre, por alianzas entre la mafia, ninguno se conoce, ni se ama; Pero ella lleva con sigo un secreto que podría cambiarle la vida. ¿Qué podría salir mal?
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Cena De Compromiso
...Stefani...
Llegamos a casa, miro a mi alrededor y ha cambiado muy poco, al entrar me recibe mi nana —Mi niña bienvenida —la abrazo y le doy un beso en la mejilla
—Gracias Nana, me alegra estar aquí, solo por ti —ella sonríe y entra conmigo, sin soltar mi brazo, otra empleada, toma el saco de Stefano y el de papá
—Suben las cosas de la niña a su habitación —les da la orden Stefano y todos asienten, agachan la cabeza y salen por mis maletas y cajas, miro a mi alrededor, y veo casi todo igual, me entra una nostalgia estar aquí, después de 6 años, en eso oigo una voz
—Bienvenida Stef —me dice Venecia, mi hermana mayor, la abrazo y ella a mi.
—Me alegra verte, y Victoria —se encoge de hombros y sonríe
—A de estar por ahí, metida en un libro —dice ella con una sorisa, yo solo asiento
—Quiero descansar —dijo y mi Nana sube conmigo hasta mi antigua habitación, que está igual que hace años, miro todo a mi alrededor
—Tu papá dijo que nadie tocaba tu habitación, solo me dejaba entrar a mi para mantenerla limpia mi niña —sonrió y me siento en la cama, suelto un suspiro —mi niña no lo hagas, si no quieres —me encantaría creer que tengo otra opción
—Hay Nanita, ojalá pudiera volver a Nueva York y dejar que Venecia o Victoria se casen, pero sabes que no se puede, no tengo opciones, sabemos cómo es esto —le dijo y siento como se me corta la voz, extraño a Angel, solo el sabe que hacer cuando me siento sin salida, pero ahora nos separa mucho, suspiro y mi Nana me da un beso en la frente antes de dejarme sola, me levanto y lleno la tina, y tomo una toalla, y me meto a la tina, ahí me quedo como por 3 horas creo, después me meto a la ducha, y cuando salgo veo una charola con comida, me doy cuenta que no he comido desde ayer, tomo el sándwich y me lo como, junto a la fruta y el jugo, después miro entre mis cosas, y busco un vestido, al entrar a mi closet, veo vestidos lujosos y de marca, suspiro y tomo el mío, está nuevo, me pongo un conjunto de lencería de encaje negro, y después mi vestido en corte corazón, pegado a mi abdomen, con una abertura, hasta el muslo, me pongo unos tacones altos, me resaltan mis piernas, me hago un maquillaje natural, y solo marco mis ondas, dejándolas caer en cascada por mi espalda, tomo mi celular, y miro que Angel solo vio el mensaje, me da tristeza, siento un nudo en la garganta, tengo 22 años y me voy a casar, no me lo creo, deje al dueño de mi corazón, solo por ser una Grecco, a veces quisiera haber sido yo la.... Escucho la puerta, haciendo que salga de mis pensamientos
—Mi Niña solo faltas tu allá abajo —asiento, tomo mi cartera, guardo mi celular y salgo de tras de mi Nana, ella baja primero y después yo, veo a un tipo de espaldas, con el cabello medio despeinado, y volteo, hasta parece que lo hace en cámara lenta, y a si siento que bajo la escaleras, sus ojos azules, se clavan en lo grises míos, lo veo verme de arriba abajo, y por inercia hago lo mismo, a simple vista se ve bien, mi mirada se desvío a Stefano, que no se ve alegre, raro en el, al llegar abajo, Stefano me ofrece su brazo y lo tomo, caminamos juntos hasta en medio de todos
—Ella es Stefani Greco Colombo mi hija menor- dice mi padre, el tipo de los ojos azules intensos, da unos pasos hacia mi, y me pide la mano, la levantó lentamente
—Soy Massimo Russo Rizzato, es un placer —me da ún beso en la mano, yo asiento con una sonrisa forzada
—Un gusto Massimo —después mira atrás de él y dice
—Mi madre, y mi padre, Sasha mi hermana y Antuan mi hermanó —yo sonrió y asiento, en eso mi Nana aparece
—Sonríe mejor, o estás de humor para el sermón, de Don Santino —me dice Stefano al oído, y rio bajo, me siento y Massimo se sienta a mi lado, veo la fila en la que están los empleados, esperando la orden de mi padre para servir, a los segundos mi padre hace una seña con su mano, unos sirven la comida, y otros vino blanco, yo hago seña al empleado para que no me sirva.
—No bebe, solo te encargo agua por favor —veo como me miran, como bicho raro, siempre e creído que el alcohol apendeja, y yo no necesito eso, no estoy para eso, el empleado, me sirve agua en otra copa, y deja la jarra frente a mi, yo solo sonrió.
—Es una cena especial, una copa no te hará mal —dice mi padre con tranquilidad, hasta parece que se le olvida lo que pienso del alcohol y que a parte no puedo beberlo, sonrió y lo miro
—Olvidas papá que yo no puedo beber —Stefano me apoya
—Cierto, ella no puede beber —mi padre asiente y sonríe, la cena transcurrió normal, sin más inconvenientes, después pasamos a la sala, y Massimo se acerca a mi
—Podemos hablar a solas —yo asiento y salimos al jardín, nos sentamos en una banca, y miro mis manos esperando a que hable, después de segundos hablo —se que tampoco quieres esto o si —yo niego —quiero que dejemos unos puntos claros, por aparté —yo asiento
—Nada de sexo —me mira sorprendido y rie —no es juego, tampoco quiero dormir en la misma habitación que tú —el deja de reírse
—No, lo lamento, debes dormir en la misma habitación —solo asiento —nada de engaños —asiento
—No quiero a tus amantes en mi casa, mira lo del sexo es enserio por mi métele a la cama a quien quieras, pero fuera de la casa donde viviremos, me da igual lo que hagas, yo no debería estar aqui —me mira y asiente —odio cenar sola, a si que ya estará en ti, si ceno o no —me mira confundido —Si nadie cena conmigo, no ceno a si de fácil —el asiente —de ahí en fuera el resto me da igual, y no necesito nada de ti, antes de que lo olvide, debo trabajar, no soy ama de casa, ni mantenida —El sonreía solamente
—Okey, le diré a mi abogado que ponga todo esto en un contrato, que solo tu y yo conceremos —asiento y en eso suena mi celular, lo saco para ver quien es y veo que es Angel
—Volvemos adentro - guardo el celular y el asiente sin decir nada.