Un mundo donde los humanos son la raza más débil y hostigada por las demás... Hasta que el primer dios de su raza aparece llenando los corazones de esperanza.
¿Podrá nuestro protagonista ayudar a la humanidad? ¿Descubrirán la verdad?
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Capitulo 13
— Aún no comprendo por qué usas ese gorro—.
— Es que, es mi gorro de la suerte hermana—.
El día llegó, llegamos a la ciudad demoníaca aún sin nombre, ahora que lo pienso nunca investigue si el reino tiene un nombre en particular.
Solo conozco el pueblo, la calle comercial, los campos.
No hay necesidad de ir más allá.
— Hola Zaphkiel—. Han saluda a un chico con un cuerno.
Recuerdo darle ese nombre a alguien, era... De Morrigan... No, de Canon.
La mano derecha de Canon, Zaphkiel.
Básicamente es un jefe de policía mientras que Canon es jefe de ministerio de seguridad.
— Un gusto, Señora Tae y a ti también Ciel, espero nuestra ciudad sean de su agrado, permítanme darles una guía—.
— Muchas gracias Zaphkiel, vamos, tu también agradece Ciel—.
— Como digas—. Respondo de mala gana.
Que flojera, yo ya conozco está ciudad, aunque ahora hay más edificios ya la he visto varias veces de pies a cabeza.
— Parece que alguien no está de humor—.
— Ignóralo Zaphkiel, es solo un niño tonto—. Declara Maeva mientras estira mis mejillas violentamente.
Eso me dolió.
Terminemos rápido o llegaré tarde.
Zaphkiel es amable y nos da un recorrido por toda la ciudad, no es grande y con mucho que ver.
Tiendas, ropa, comida, bebidas, edificios, casas... ¿Música?
Mis oídos distinguen un sonido familiar.
Esto es... Una guitarra acústica... ¿Cómo? Yo no dije como crearla.
— ¿A dónde vas?—.
Maeva detiene mis pasos tomándome del hombro.
— Quiero ver quién está haciendo ese sonido—.
— Debe ser Milenka, siempre habrá por ahí usando esa cosa—.
— ¿Podemos ir a verla?—.
Observo a mi hermana y a mi madre en un intento de ser tierno.
— Claro que si amor—.
— Manipulador—. Murmura mi hermana.
— Déjame en paz—. Le respondo en voz baja.
Zaphkiel nos lleva con ella.
Una mujer de cabellos grisáceos, cuando la vi, una palabra se me cruzó por la cabeza.
Ternura.
— Bienvenidos a mi show espectadores, Milenka va a cantar—.
¿Cantar?
"En el alba de un nuevo día, surge un Dios que nos guía, con amor y esperanza, en su luz, nuestra confianza.
Oh, Dios de tiempos recientes, con tu amor, sanas nuestras mentes, en tus manos, hallamos paz, tu presencia, un dulce abrazo nos da.
Tus ojos, estrellas brillantes, nos miran con ternura constante, en tu voz, melodías de amor, que llenan de vida nuestro interior.
Eres faro en la tormenta, tu amor, llama que no se apaga, en tu nombre, hallamos fuerza, tu bondad, nuestra alma embriaga.
A Ti, nuevo Dios, elevamos, nuestros corazones y cantamos, con gratitud y devoción, te entregamos nuestra adoración.
Que tu amor nos envuelva siempre, como el sol al amanecer, y en cada paso que demos, tu luz nos haga renacer".
Las personas comienzan a aplaudir, todas parecen amar su canción, aquella trovadora quien sin pena se muestra frente a todos cantando de las esperanzas de esta raza y yo...
No puedo con la vergüenza.
Pensar que hablan de mi.
No sé siente halagador ¿Por qué no me siento halagado?
Mi cara arde, seguro estoy colorado.
— ¿Qué tal? ¿Muy buena no?—.
— S-Si, es muy buena—. Digo con timidez.
— No sabía que te gustaban este tipo de cosas—.
— Si, me gusta la música hermana—.
— Zaphki ¿Quiénes son?—. Pregunta Milenka dirigiendo la mirada hacia nosotros.
— Invitados de parte de Primera—.
—¡¡Primera!! ¡¡La primera demonio infernal!! La primera... Oh, ya entiendo por qué le dicen primera—. Dice ella al darse cuenta.
— Resulta que Maeva es conocida de ella y los invitó a vivir en este lugar jajaja—.
— Vaya, es bueno tener conexiones... ¿Y tú cómo te llamas?—.
Ella me observa fijamente, parece juzgarme con la mirada.
— Es mi hermano Ciel, tiene un sentido de la moda un tanto diferente—.
— Bonito gorro... ¡Oh, lo recordé! Hoy es el día en que nuestro Dios vendrá de visita—.
— Milenka, esa información no es algo que puedas ir gritando por todos lados—.
— De todos modos no podremos verlo, es una reunión privada con solo los primeros—.
— Milenka, las información—.
— Ah, lo siento, mi culpa, no diré que es en la torre—.
—Dios demonio dame paciencia—.
— ¡Ey! Eso es ofensivo cuernitos—.
— La forma en que cantas y tocas tu instrumento son grandiosos ¿Haces esto siempre?— Han muestra admiración hacia ella.
—... ¿Quién es el chico bonito?—. Pregunta en dirección a Zaphkiel.
— Un gusto Milenka, soy Han, soy amigo de la familia, básicamente nos criamos juntos y soy muy unido a ellos—.
— ¡Canon!—.
— ¿Canon?—.
— Eres igualito a Canon, la forma de moverse, actuar, hablar, galante, no me agradas—.
Con esas palabras puedo ver cómo Han recibe daño psicológico, el sonido de un "crack" en su interior.
— Lo siento si no soy de su agrado, espero poder llevarme bien con tan talentosa—
— Si si, yo también...— Dice mostrando su desprecio — Ciel, tengo curiosidad en ti, pude notar que mirabas mi instrumento ¿Te interesa?—.
— Me gustaría tocar el piano—.
—¿Piano?—.
— No dije nada, estoy interesado en tu instrumento ¿Como se llama?—.
— Aún no tiene nombre—.
— ¿Y cómo lo conseguiste?—.
— Clarissa me lo dió—.
Así que ella... Bueno una guitarra no es difícil; sin embargo, está muy bien hecha para pensar que es un prototipo de guitarra.
— ¿Continuamos con el recorrido?—.
— ¿Eh? ¿Ya se van?—.
— Lo siento Milenka, trabajo—.
— Yo iré con Milenka, quiero hablar sobre música—.
—¿Eh? Ciel—
— Es una buena idea, tranquilos está ciudad es segura, no hay incidentes, ni robos, ni personas peligrosas, estará bien—. Declara Zaphkiel.
— Bueno... Parece más animado en estar con ella que ver la ciudad, ya no está de mal humor... Nos vemos en una hora en este lugar ¿Está bien Ciel?—.
— Si mamá, gracias—.
— Idiota—. Murmura mi hermana.
Mientras se van observo a Milenka quien tiene una gran sonrisa en su rostro.
Es imposible que una chica sea tan tierna.
— ¿Quieres aprender?—.
— ¡Ja! Te equivocas querida Milenka, yo soy profesional tocando guitarra—.
— ¿¡Guitarra!? ¿¡Así se llama!? ¿¡Cómo sabes!?—.
— Ya había visto una de esas... En el pueblo—.
— ¡Imposible! ¡Pensé que era única!—.
— Pues no lo es, eres talentosa Milenka, te lo reconozco, tienes bonita voz y gusto musical, sin embargo te falta algo importante—.
— ¿Algo importante?... A ver ¿Por qué tanto misterio? Dime de una vez—.
— Te falta experiencia—.
— ... Eres menor que yo ¿Te crees mejor?—.
— Lo soy y puedo demostrarlo—.
— Ohh... Que osadía la de este niño, demuestra tu talento—.
Ella me cede la guitarra con facilidad, provocarla resultó ser un éxito.
— A cambio te pediré algo—.
— Te escucho—.
— Si demuestro ser bueno con la guitarra, quiero que me des paso libre a caminar solo por la ciudad—.
—¿¡Eh!? Pero Zaphki...—
— ¿Miedo? ¿Ser superada te duele?—.
— ¡Muy bien enano, ahora sí me hiciste enojar! ¡Acepto!—.