Zaira es una joven que creció alejada de todo y todos, únicamente con la compañía de la mujer a la que considera su madre, pero a pesar de su aislamiento, Zaira siempre supo quién era y cuál era su propósito en la vida, y la joven está más que dispuesta a llevarlo a cabo.
Uniendo así su destino con los otros tres elegidos, Zaira deberá de derrotar al malvado dios Daotan, quién solo busca la destrucción del mundo, esta misión la llevara por un camino desconocido y lleno de peligros, un camino que no recorrerá sola, puesto que a su lado, lo quiera o no, estará un hombre que desde su nacimiento siempre supo que Zaira era su destino, y la ayudara aunque ella no lo desee.
Esta es la tercera historia de la tetralogía “Los 4 Guerreros de los Elementos”.
La primera historia es “El Guerrero de la Tierra”
Y la segunda historia es “La Guerrera del Aire”
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Capítulo 14
ZAIRA
A la mañana siguiente, después del desayuno, le pido a Jennifer y a Kailani que me lleven a la oficina de Kai, puesto que hay cosas que deseo saber y de hoy no pasa, no soy una persona muy paciente que digamos, y lo que me dijo ayer prendió mis alarmas.
Al llegar a la oficina, es Kailani quien toca, y le hace saber a Kai, que deseo hablar con él.
- Vaya, veo que no demoraste en venir – me dice Kai, quien abre la puerta y me permite entrar, haciéndole una seña a ambas jóvenes para que esperen afuera – me arriesgaré un poco, y asumiré que estás aquí debido a lo que te dije ayer – me dice Kai, una vez estamos solos.
- Asumes bien, ayer me dijiste que había cosas que desconocía, y no creo que te refieras a mi poca experiencia en el mundo exterior – le digo, y es que hasta el momento, Kai nunca me juzgo por desconocer muchas cosas, es más, parecía estar más que dispuesto a enseñarme, por lo que asumo que su cometario se debió a algo más.
- Como seguramente ya sabrás, tú eres la hija primogénita del segundo hijo del ducado Itsi, sospecho que tu madre te lo comunico – empieza a hablar Kai.
- Sí, ella me lo dijo, que por designio del dios Kaayo, fue el segundo hijo de la familia Itsi, quien sería mi padre, y por ende fue el quién heredero el título, a pesar de no ser el primogénito – le explicó lo que mi madre una vez me dijo.
- Pues, estás en lo correcto, debido a que eran gemelos, y ambos heredaron la bendición del gran Koi, no había mucho problema en quién heredera el título, lo que mi tía ya no supo, pues fue exiliada antes de que pasará, fue que al año de tu nacimiento, tu familia sufrió un ataque, tus padres murieron, y fue allí cuando desapareciste, mi padre, siempre sospecho de tu tío, puesto que después de la muerte de tu padre, se volvió muy insistente a la hora de querer tomar el título de duque, así como de nombrar a su hija, la nueva gran Koi, a pesar de que aún no se confirmaba tu muerte, esto siempre le pareció sospechoso a mi padre, por lo que le negó lo que pedía, y comenzó a investigarlo, ambos lo investigamos, pero nunca encontramos nada en concreto, todas la pruebas que encontramos, carecían de fundamento, y si bien nos ayudaron a confirmar casi por completo nuestras sospechas, no servían para condenarlo, tu llegada, no es un secreto, desde el día de ayer han empezado a correr rumores sobre tu presencia, y muy pronto deberemos de dar a conocer a todo el reino tu presencia, cuando tu tío se entere de que aún estás viva, estoy seguro de que intentará atentar contra ti, pero él no es tonto, usará a terceros para lograr su objetivo, es por eso que Jennifer y Kailani están para protegerte, sé que puedes defenderte por ti misma, pero nunca esta demás tener refuerzos, Jennifer y Kailani son guerreras habilidosas, además de que, como tus doncellas, pueden protegerte de otras maneras – me explica Kai.
Debo de confesar que ya sospechaba un poco de lo que Kai, quería decirme, de alguna manera tuve que haber llegado hasta donde estaba mi madre, pero nunca me imaginé que mi propia familia, fuera la que quiso acabar conmigo, pero bueno, no sé de qué me sorprendo, mi madre fue traicionada por su familia, por lo que, al parecer en el mundo de la nobleza es algo común.
- Y ¿Qué haremos?, si es verdad que mi supuesto tío mato a mis padres, él debe pagar por ello – le digo a Kai.
- Y lo hará, sé que sonara horrible, pero tarde o temprano él irá por ti, y allí le atraparemos, y tendrá que pagar por sus crímenes – me dice.
- Así que ¿seré carnada?, me agrada – le digo, y es que soy una cazadora, y para obtener una buena presa, se necesita una buena carnada, y yo soy lo mejor.
- Por el momento no te agobies por eso, no creo que el marqués Malek actué tan pronto, pero si mantente alerta – me dice,
- Así lo haré – le digo, y me voy de allí, dejándolo trabajar, no sin antes prometernos comer juntos.
Ambos estaos prometidos el uno con el otro y pasar tiempo juntos nos será de muchas ayuda, para poder fortalecer nuestra relación, ambos somos conscientes de eso, y aunque no lo digamos en voz alta, actuamos en consecuencia de eso.
Cuando vuelvo al palacio, donde me estoy quedando, me encuentro a mi madre hablando felizmente con la reina.
- Zaira, hija, que bueno que llegas, la reina vino a hablar contigo – me dice mi madre, por lo que yo tomo asientos con ambas.
- Es un placer verla, Beverly – saludo a la reina, antes de tomar asiento.
- El placer es mío, Zaira, bueno, al grano, como seguro sospechas, debemos anunciar tu regreso, puesto que, con tu llegada, hay cosas que deben de ajustarse, para empezar, por derecho, el título de duquesa, es tuyo, y por lo tanto el ducado también, por el momento este es administrado por tus abuelos, pero tú puedes otorgárselo a quien creas digno, al fin y al cabo, como la gran Koi, puedes bendecir al nuevo duque que tú elijas, pero por eso no te agobies, soy consciente de que acabas de llegar, y no conoces a nadie, por lo que, hasta que te sientas segura, el ducado seguirá como ahora, en cuanto a tus abuelos, puedes comunicarte con ellos, para conocerlos si así lo deseas, en caso de que aún no te sientas preparada para ello, no estás obligada a hacerlo – me dice la reina, y yo siento que mi cabeza va a explotar con tanta información, primero lo que me dijo Kai, y ahora esto.
- Gracias, Beverly, agradezco su compresión – le digo, con una ligera sonrisa, y es que me alegra no ser presionada para tomar una decisión en estos momentos.
- Otro punto que quería discutir contigo – comienza a hablar Beverly de nuevo, y yo solo puedo pensar, ¿hay más?